Yūta Okkotsu

176 7 0
                                    

Toqué a la puerta con un poco más de fuerza cada vez, el muchacho no respondía así que simplemente entré en la habitación luego de anunciarme; yacía tranquilamente en el colchón, su respiración era tan suave que pensé que quizá estaba fingiendo dormir, pero al acercarme a escuchar tan de cerca no hubo respuesta alguna. Dejé el almuerzo en la mesita de al lado, corrí las cortinas para luego abrir las ventanas, hizo un par de jadeos leves al momento de despertar, hablé antes de que abriera los ojos.

—Hola, en serio lamento la intromisión. Se hacía tarde para las clases y no despertabas— Sus ojos me miraban muy abiertos a pesar de la luz tan brillante detrás de mí— Eres el chico nuevo, Yūta ¿cierto?

—S-sí— Le tomó unos segundos responderme— Gra-gracias por el desayuno

—No es nada— Caminé despacio hacia la salida, traté de sonar lo más relajada posible— Pero no podré volver a hacerlo, está prohibido comer en los dormitorios

—Whoaaa— Se incomodó sumamente rápido, retirando la sabana para levantarse de inmediato

—¡Ahh! —Me llevé la mano a la boca e intenté apartar mi vista del imponente espectáculo

—N-n-no quiero causarte problem... ¿Ah?

—S-supongo que es muy temprano...te... dejaré para que... — Caminé hacia atrás tontamente hasta finalmente tropezar

—Whooaaa— Saltó de la cama para ayudarme a levantar sin darse cuenta que su erección matutina había quedado muy ceca de mi cara— ¿Te encuentras bien?

—¡Ahh! — No es que sea una puritana, ni mucho menos, pero eso me sorprendió; la transparencia del pijama tampoco ayudaba en absoluto. Agaché la cabeza cubriendo mi cara entre mis manos, qué vergüenza

—¿Estás bi...? ¡Ahhhhhh!

Supuse que finalmente lo notó ya que se agachó de inmediato dándome la espalda mientras gritaba avergonzado; no vi su cara debido a que salí corriendo tan pronto como pude, ni siquiera alcancé a cerrar la puerta detrás de mí, debía disculparme cuando volviera de sus actividades.

No teníamos permiso de estar ahí por la noche así que me escabullí por los corredores hasta su habitación; toqué igual que en la mañana, sin embargo, recibí respuesta desde el primer llamado.

—Buenas noches Yūta— Tuve la cabeza agachada. Aunque quisiera, no podía levantarla, me aterraba hacer contacto visual; comenzó a balbucear algo que no entendí por lo que seguí hablando antes de que todo se fuera al carajo o se volviera más incómodo— Lamento mucho lo de esta mañana, fui intrusiva, probablemente debí dejar la bandeja afura o simplemente apegarme a las reglas. Sólo quería hacerte sentir bienvenido, supe del profesor Gojo que ha sido complicado los últimos meses. Lo siento por ti, lamento mucho lo que sucedió...

—¡No! Yo lo siento... Por favor no te inclines... Huumm... Soy un adolescente después de todo, mi cuerpo reaccionó por su cuenta, pero esa no es excusa para lo que hice. Debiste sentirte terrible por mi culpa. Yo lo siento... — Levanté mi cara mientras el agachaba su cabeza aún más como muestra de total arrepentimiento, continuó con voz muy baja, como si hablara consigo mismo— Qué raro que pasara algo así, nunca he hecho nada de ese estilo, ni siquiera yo solo... No entiendo qué pasó... en serio perdóname

—Está... bi...— No, no estaba bien ¿Pero qué podía hacer o decir para que supiera que no me incomodaba tanto? Fui completamente sincera ya que no vi malicia en él— Quizá te suene raro, pero estoy acostumbrada a el cuerpo masculino, simplemente me sorprendió el tama...

—¿Tama? — Imposible.... el sólo recuerdo de su virilidad me hizo temblar las piernas

—Espera... ¿Nunca has experimentado sólo? — Me parecía raro que a sus 16 años no tuviera ningún tipo de vivencia sexual, ni siquiera algo personal

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Antología de HusbandosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora