Serkan Bolat el arquitecto más prestigioso y joven de Estambul. Un hombre que creía tenelo todo, trabajó, dinero, salud y amor junto a su maravillosa esposa Ayla Bolat. Sin embargo tras un accidente automovilísticos se volvió un hombre frío y despia...
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Pov Serkan:
-¿Evangeline? ¿Quién es Evangeline? ¿Qué significa? - pregunta Ferit confundido
-Es algo nuestro - digo con una sonrisa
Pero mi sonrisa se borra al oír el llanto de mi hija. Me pongo de pie de inmediato para tomarla de los brazos de Leyla, sin embargo ella no deja de llorar, el llanto de mi dulce bebé llamó la atención de l hermosa mujer que se encontraba en la terraza. Eda se acerca a paso apresurado hacia donde estamos, para tomar a Kiraz en sus brazos y como si fuera magia mi hermosa hija deja de llorar.
-De cerca sin duda alguna es aún más hermosa - dice uno de los inversores mientras se pone de pie - Soy Atlas y estoy para servirle, encantado
Frunzo el ceño al verlo tomar una de sus manos, con la intención de besarla, pero la apartó de el de inmediato de el, la acercó a mí tomándola de su cintura viendo al idiota con una sonrisa llena de arrogancia. Atlas me observa nervioso mientras da un paso hacia atrás alejándose de Eda
-Yo me llamo Eda, es un placer - responde Eda viéndolo con una pequeña sonrisa
-Su esposa es muy hermosa señor Serkan y tienen una hija preciosa. Sin duda es un hombre muy afortunado - las palabras del señor Ekrem me hicieron sonreír
-En realidad yo... - Eda deja la frase en el aire, ya que la interrumpo
-Muchas gracias señor Ekrem, pues sí sin duda soy un hombre afortunado - digo mirando a mi mujer con una sonrisa
-Serkan estamos en medio de una reunión - Me recuerda Engin
-Descuida, de hecho la reunión ya a terminado - digo viéndola con una sonrisa
-Pero Serkan aún hay mucho que aclarar - ruedo los ojos al oír a Selin
-Selin tiene razón, aún hay mucho que decidir y aclarar - responde Piril esta vez
-No se preocupen, yo iré a tu oficina mientras tanto - Eda se despiden con una sonrisa y un asentimiento de cabeza y se marcha junto con Kiraz antes de que la detenga
La reunion se me hizo jodidamente eterna, quizás sea el hecho de que mi cuerpo estaba presente, pero mi mente estaba en ellas, cuando terminó fui prácticamente corriendo a mi despacho dónde ellas se encontraban. Al llegar a la puerta siento los chillidos llenos de emoción de mi bebé y la risa de mi mujer.
