George se notó un poco mareado en cuanto se despertó. Hasta entonces no había sido consciente de que quedaban aproximadamente cincuenta jugadores vivos en aquella sala. En ese instante fue consciente de que probablemente era hora de que él también muriera como la gran mayoría de los jugadores.
El chico bajó de su litera mientras Wilbur y Tubbo se desperezaban y lo primero que vio fue a Dream.
-Oye, George, quería darte esto -el chico ni siquiera lo saludó y le dio un papel -. Intenta memorizarlo y una vez lo hayas hecho, destrúyelo o guárdalo en un lugar donde nadie pueda verlo. Lo más importante es que nadie te vea con él, ¿okay?
George asintió con la cabeza, confuso y, sin que Dream le dejara tiempo para decir nada más, el rubio se marchó. Con el ceño fruncido, abrió el papel que Dream le había dado y leyó lo que ponía. Eran unas flechas que apuntaban a la derecha o a la izquierda, dieciocho en total. Para saber cuál era la parte de arriba y la de abajo, rompió una esquina de abajo por si en algún momento necesitaba el papel. Decidió guardarlo en el bolsillo de su chándal y luego fue a ocupar su puesto delante de las puertas metálicas.
-Bienvenidos al penúltimo día de los Squid Games -la voz de Dream hizo que George se sintiera más seguro. Le encantaba la voz de Dream, lo tranquilizaba. En general, le encantaba Dream, aunque nunca fuera a admitirlo -. Felicitaciones por haber llegado tan lejos, jugadores. Por favor, dirigíos al quinto juego.
George recordó aquel primer día en el que aquel montón de gente se había apelotonado en la puerta y ahora había un pequeño grupo de personas allí. George fue andando, con Wilbur y Tubbo al lado, hasta unas escaleras. Las subieron y una vez que estuvieron arriba, George pudo admirar lo que parecía como una estructura de un circo gigante, con detalles increíbles. Delante de ellos se extendían dos filas de cristales que parecían idénticos.
-Bienvenidos al quinto juego -saludó Dream por los altavoces -. Como podéis observar, hay dos hileras de cristales, de los cuales uno es de vidrio templado, el cual podrá aguantar el peso de varios jugadores, y el otro es vidrio normal, que se romperá en cuanto lo pise un solo jugador. Los jugadores que lleguen a cruzar todo el puente de cristales antes de que se termine el tiempo se clasificarán para la final de los Squid Games.
George se molestó cuando Dream terminó de hablar, quería que el chico siguiera hablando, le fascinaba su voz. Sin embargo, apareció otro guardia y les dio a cada uno un número que tuvieron que colocarse en el pecho. Era el supuesto orden en el que deberían saltar en los cristales, pero por lo que explicó el guardia, era solo un orden orientativo que se podía ignorar.
La primera persona en saltar era una chica que, por lo que George tenía entendido, se llamaba Aimsey. Saltó el primer cristal y, por suerte, era el correcto, por lo que un montón de jugadores saltaron detrás de ella a ese cristal.
-Wilbur -murmuró George, mirando hacia debajo del cristal -, no me gustan las alturas.
Wilbur tomó de la mano a George para tranquilizarlo. El moreno respiró profundamente y ambos saltaron al primer cristal con Tubbo detrás.
[...]
Dream torció el gesto visiblemente en cuanto vio a Wilbur tomar a George de la mano. Le había molestado profundamente aquello, aún sabiendo que probablemente era para tranquilizarlo.
Quería ser él el que sostuviera la mano de George.
-¿Sigues mirando al mismo chico?
Bad entró en la habitación seguido de Sapnap. Dream asintió con la cabeza y el chico esbozó una sonrisa.
-Pues tienes una cara de culo increíble -murmuró.
-Ah, es porque hay otro chico que lo está llevando de la mano, mira -dijo Sapnap a modo de burla -. Oh, pobre Dream, está celoso.
-¿Es eso? -preguntó Bad.
-Puede -se limitó a contestar el rubio.
-Dream, es un jugador -recordó Sapnap -. Sabes cómo va a acabar, olvídalo.
-Puede que gane -contestó.
-Pff, sí, estoy segurísimo de que va a ganar -dijo Sapnap irónicamente -. Es lindo, sí, pero no merece la pena.
-No es solo que sea lindo -murmuró Dream -. He hablado con él varias veces, lo he ayudado y hemos charlado. Me gusta su personalidad.
-Dream, olvídalo, no pasará de la prueba de los cristales -dijo Bad -. Ya ha llegado muy lejos.
Dream chasqueó la lengua. Estaba completamente seguro de que aquello no era cierto.
[...]
-Venga, George, este es el tercer cristal -animó Wilbur -. Solo quedan quince más.
En el cuarto cristal había unas cuatro personas, por lo que los tres chicos decidieron esperar a que se movieran. Una persona saltó al quinto cristal y este se rompió, y cayó al vacío ante la mirada incrédula de George.
Entonces George entendió el significado del papel de Dream.
-Soy idiota -murmuró, sacándolo de su bolsillo -. Wilbur, estes son los cristales en los que tenemos que saltar.
Wilbur observó el papel y lo comparó con los cristales en los que habían saltado.
-¿Quién te ha dado eso? ¿Tu novio el guardia?
George se sonrojó por completo en cuanto escuchó eso.
-¿Qué? No es mi novio -contestó.
-Pues estás completamente rojo.
George bajó la cabeza, avergonzado, y consultó el papel de nuevo. Los chicos avanzaron detrás del grupo de personas, pisando en los cristales por los que habían pasado ellos antes. Cuando apenas quedaban cinco cristales, el grupo de jugadores que iban delante de ellos habían caído todos.
-Derecha -murmuró George. Wilbur y Tubbo saltaron allí, y él saltó detrás de ellos -. Izquierda.
Saltaron en los cristales correctos hasta que quedaron solo dos.
-George, para -dijo Wilbur. El chico levantó la mirada y vio que quedaban tres personas detrás de ellos. En total, eran seis los jugadores restantes -. Es muy sospechoso que saltemos cinco veces seguidas en el cristal correcto.
-¿A qué... te refieres? -preguntó George.
-¿Cuál es el siguiente cristal? -preguntó Wilbur. George murmuró "izquierda" -. Nos matarán si sospechan que hicimos trampas, George. Creo que esto es lo mejor.
Y Wilbur, sin pensarlo más ni decir una palabra, saltó al cristal de la derecha.
-¡WILBUR! -gritó George, mientras veía cómo el cristal se rompía debajo de los pies del chico y caía al vacío.
Se quedó mirando unos segundos el cristal roto y luego bajó la mirada. Vio el cadáver de Wilbur tirado en el suelo, sangrando.
George no se pudo contener y comenzó a sollozar, tapándose la cara con las manos. Tubbo se acercó a él y lo abrazó, dejando que llorara en su hombro.
-Tubbo... -lloró -. Tubbo, Wilbur está muerto.
Tubbo se sorbió, intentando no llorar mientras lo consolaba.
-George, tranquilo -murmuró -. Lo ha hecho por nosotros, y nosotros ganaremos por él.
George asintió con la cabeza y, secándose las lágrimas, se soltó del abrazo de Tubbo. Saltó los dos cristales que quedaban y se prometió que él y Tubbo ganarían no solo por Wilbur, también por Ranboo, Tommy y Quackity.
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𝗽𝗹𝗮𝘆𝗲𝗿 𝟭𝟴𝟳 [ 𝖽𝗋𝖾𝖺𝗆𝗇𝗈𝗍𝖿𝗈𝗎𝗇𝖽 ]
Fanfiction❝ No voy a dejar que mueras. Te juro te que protegeré con mi vida, George, pase lo que pase. ❞ [ inspirado en los squid craft games ]