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Tomé lugar en algún asiento de la biblioteca intentado procesar lo que había sucedido, mi corazón estaba a mil por hora y el terror que invadió mi cuerpo aún me había dejado pequeñas secuelas, los nervios se dejaban notar en mis manos, estás se movían inquietas de un momento a otro. Suspiré, no sé en qué momento me encontré tan cerca de confesar todo, tan cerca de dejar la bomba estallar, pero muy involuntariamente. Me sentía como en un interrogatorio de aquellos que torturan a los acusados para que cuenten la verdad, con la diferencia de que yo no estaba siendo torturado, pero que si me estaba costando confesarme. Tal vez pensaba hacerlo, si, pero no ahora, era demasiado pronto incluso para mi. Quizá me tocaría encerrar estos sentimientos en una jaula y no dejarlos salir a la luz, porque uno; no era algo que tuviera planeado como tal y dos; solo pensaba seguir adelante, ya que me veía como un simple mortal admirando a un ángel intocable desde lejos, sin embargo, el ángel vino a mi sin previo aviso. Además, no sabría que tanto podría afectar lo poco que había logrado avanzar con Jimin y aunque fuese una pequeña amistad, era especial para mi.

Cada día que pasaba me sentía más enamorado, feliz de haber coincidido con él en aquella fiesta y abrirme unas puertas en su vida, sobre todo porque éramos personas tan diferentes en muchos aspectos, que en mi cabeza nunca imaginé que podíamos llegar a dirigirnos la palabra. Para mi, él era inalcanzable, pero terminé por saber que era uno más en el colegio (basándome en sus palabras), pero a la vez tan único e inigualable. Mientras él actuaba de lo más normal, eso era suficiente para enviarle señales a mi corazón y hacerlo reaccionar, a mi cuerpo sentirlo vulnerable por tenerlo cerca, mis ojos como imanes a su persona. Yo estaba tan mal.

El flashback inmediato me hizo recordar lo que había pasado en ese preciso momento, donde las preguntas que nos hicimos mutuamente estaban pareciendo un juego extraño y yo había salido perdiendo de él.

"¿Acaso es alguien que te gusta?"

Pregunta que sirvió para hacerme sentir nervioso, inquieto, con el terror de ser descubierto, donde alargarme con el tema había sido suficiente para que él sintiera más y más curiosidad, quizá hasta dudando el porqué simplemente no lo decía con palabras más claras, pero yo volvía a lo mismo. El quería descubrir quien era mi viva inspiración. La persona que me gustaba...estaba preguntando por si misma. Él no debía saber que quien mantenía viva esa chispa de inspiración en mi, era él mismo. Agradecí internamente aquella interrupción que rompió la tensión creciente en la mesa, entre nosotros, siendo varios de sus tantos amigos quienes habían ido en busca de él para llevárselo y posteriormente, dejarme a mi con un caos en la cabeza, pero aliviado por no seguir con eso.

Flashback

Después de aquella última pregunta por su parte, como ya era costumbre, el silencio mortal reinaba una vez más; siendo dueño de este día definitivamente, apareciendo cada que tenía oportunidad y por mi escasez de palabras. Jimin no apartaba su mirada de la mía, con una leve sonrisa esperando que yo respondiese a su pregunta, seguramente orgulloso por encontrar la cuestión perfecta para hacerme detener mi forma de evadir el querer responder, por otro lado yo me sentía acorralado y sin opciones para desviar el tema, que por un momento creí que había sido tan obvio de mi parte el guardar tanto silencio y que mi notorio trance terminara por confirmar sus sospechas.

Si, es alguien que me gusta– quise decir, pero me sentí hechizado de nuevo, como si el mago volviera a aparecer, con su magia de siempre sellando mis labios, impidiéndome confesarle al amor de mi vida que yacía frente mío la verdad, darle el nombre que quería conocer.

Él era el mago por cierto, un nuevo amigo, y el amor de mi vida.

Todo en uno. ¿De locos no?

–¡Jimin! –un grito a lo lejos me hizo sobresaltar, el mencionado sonrió al ver de quien provenía ese grito. Giré mi cabeza y visualicé un grupo de chicos caminando hacía nosotros, a excepción de uno, que caminaba más lento que los demás y mantenía sus manos en los bolsillos de su pantalón, exhibiendo su desinterés a la situación.

Still With You | Jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora