Después de años la sociedad mantenía los tabúes hacia alfas, betas y omegas. Los alfas eran la cima de todos ellos, tenían todo el poder, los betas parecían fantasmas, nadie les tomaba real atención y los omegas solo están para tener crías y mantene...
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《ADVERTENCIA DE CONTENIDO SEXUAL》
Su cuerpo estaba sudado, sentía como la ropa se pegaba a su piel, respiraba entrecortado escondiendo su rostro en la tela roja en sus manos.
No sabía cuánto tiempo había transcurrido desde que comenzó la primera ola de calor, ni tampoco cuántas veces se había tocado pensando en que era el pelirosa quién hacía esos movimientos con sus manos.
Su ropa interior y el pantalón que llevaba estaban manchados con su semilla, al igual que parte de la sábana que cubría el colchón.
Se sentía agotado aunque no estaba satisfecho, odiaba su celo por eso, siempre lo anulaba con pastillas supresoras, pero no las había tomado desde que fue encerrado así que ahora le había llegado con tanta fuerza.
Sintió nuevamente como una ola de calor recorría su cuerpo, cosa que lo hizo soltar un gemido agudo, agradecía a todos los dioses que existían por estar solo.
Su mano viajo de regreso a su miembro moviéndose por toda la extensión de esa, ahogando sus ruidos en la tela que había en sus manos inhalando profundamente el aroma a madera que tenía.
Cambio de posición colocándose en cuatro sobre la almohada, introduciendo dos dedos en su interior que al estar tan dilatada no sintió dolor alguno, solo una corriente de placer que lo hizo gemir nuevamente.
Los movía en forma de tijera buscando aquel punto que lo hacía delirar, quería que fuera el pelirosa que lo tuviera de aquella manera.
No era capaz de pensar lógicamente, solo buscaba placer, sabía que se causaría repulsión él mismo cuando su razón volviera y se diera cuenta que se tocaba pensando en su "rival".
Pero la imagen del híbrido sometiendo su ser lo estaba poniendo increíblemente mal, quería que lo reclamará como suyo y lo llenara de su esencia.
No le era difícil aceptar que sentía atracción por el alfa, sentía que estar con él era estar en caída libre hacia la locura, pero por él sería capaz de saltar.
Se corrió nuevamente gimiendo el nombre del pelirosa, dejando caer su cuerpo en la cama.
Escucho el sonido del mecanismo de la entrada, pero su cuerpo seguía ardiendo y aún no respondía en sus cinco sentidos.
-Mierda homeless, tu aroma es muy fuerte- La voz del híbrido causo un escalofrío que recorrió todo su cuerpo.
Se abrazo así mismo en un intento de apaciguar los temblores y los jadeos que salían de su boca.
-¿Estas bien Dream?-"Que no se acerque" era lo único lógico que podía pensar.
El rubio luchaba contra el instinto de levantarse y restregarse en el alfa.
-¿Clay, acaso tu estás...?- El aroma que había en el lugar hacía obvia la situación por la que pasaba el omega y estuvo dispuesto a salir de allí lo más rápido posible para llamar a Sam, pero un fuerte agarre en su muñeca se lo impidió.
