A través del bosque

8. La casa del árbol

MATÍAS
Hay veces que sentimos que estamos solos cuando realmente estamos rodeados de cientos de personas, ya sea porque sentimos que nos excluyen, no nos entienden, no nos escuchan o simplemente sentimos que no encajamos, ¿o solo soy yo?

Desde que todos descubrieron que yo era un white-cape intentaron buscarme para torturarme y matarme; gracias a Dios la familia Rose me acogieron antes de que pudieran hacerme algo, ademas, por alguna extraña razón los reyes de Red-autunm nunca me mandaron a matar, y siempre les agradeceré eso.

Si soy sincero, no me siento verdaderamente cómodo en este reino pero no es por los Rose, si no que... simplemente siento que no pertenezco aquí, a este reino, a este lugar y probablemente a ningún otro.

Estoy sentado en cerca de la ventana de la casa del árbol de lo que se podría considerar mi hogar.

Observo distraídamente los arboles que tienen hojas naranjas y a los que ya se les esta empezando a caer las hojas.

Yo antes no vivía en este reino sino en Blue-winter pero cuando mi familia se entero de que era White-cape mi padre no dudo ni un segundo en decir "Eres una deshonra para mi familia" y acto seguido echarme de donde vivía junto a mi hermano mayor, esto cuando tan solo tenia catorce años.

— Mati —Escucho que Margarette me llama desde afuera entonces asomo un poco hacia abajo de la casa del árbol para verla.

Margarette es una chica pelirroja con cabello ondulado y ojos color un tanto grises.

— Ahí viene mi pelirroja favorita —Digo con una leve sonrisa.

Margarette también me sonríe.

— ¿Quieres ver el atardecer conmigo? —Le pregunto.

— Pues claro que si —Dice ella y comienza a subir las escaleras.

Me muevo un poco para que ella pueda sentarse al entrar por completo.

— ¿Iras de nuevo a las selecciones? —Dice ella sentándose y sin mirarme.

— Sabes que si —Le contestó tranquilamente mientras miro de nuevo los árboles y el amanecer.

— Sigues esperando encontrarla ¿verdad?

Giro un poco la cabeza para verla durante unos segundos y ella parece entenderlo.

— Matías, me preocupas, siempre tomas el riesgo de que te descubran y te maten, ¿y para qué? ¿Para nunca encontrarla? —Me mira seriamente—. Sabes que esta esta vez no será diferente ¿Verdad, Matías?

— Está vez si será diferente.

— Siempre dices eso, Matías, ¿Qué te hace pensar que esta vez si estará?

—Anoche llegaron nuevas reclutas de otra dimensión, y según el libro sobre los White-cape Rory es de otra dimensión —Le explicó.

Margarette suspira cansada y se pasa un mano por la cara algo estresada.

— Eso no quita el hecho de que Rory tal vez no esté ahí, y okay, tal vez haiga una posibilidad de que esté ahí pero eso no significa que la reconozcas lo que implicaría que te descubran —Dice con la mano todavía cubriéndole un poco la cara.

— Margot, estaré bien, lo prometo — Margot es su apodo de cariño.

Ella se quita las manos de la cara para mirarme mejor.

— Sabes que te amo ¿verdad?

Me tenso un poco y dejo de mirarla.

— Si, lo sé... —Susurró.