MEINE HEXE

°Blut°

-TERCER CAPITULO-

Evan :
Esta mañana Entro a mi Despacho y me la encuentro a ella, sentada en mi silla como siempre, cabello suelto, vestido rojo perfectamente ajustado a su figura con un escote que enseña casi todo su pecho.
Muy sexi la cabrona, podría conseguir a quien quisiera tan solo con su belleza.
Pero no tengo tiempo ni ganas para ella, no me apetece.
Digo:
- vete, no quiero verte.
Me acerco hacia donde está ella, esperando a que se levante y se marche  pero se empieza a subir el vestido hasta llegar a la parte de su Braga, levanta lentamente una pierna para hacer roce con la punta de su tacón a mi miembro y en unos segundos a una velocidad máxima estoy sentado en la silla y ella encima de mi con sus pechos casi al descubierto. Se  acerca a mi cuello para darle pequeños mordiscos y saborearlo. Estoy apunto de arrebatarla de encima de mi cuando me llega ese exquisito olor que me descontrola. A distancia oigo como hay movimiento tras la puerta abierta, giro muy despacio mis ojos y ahí está ella, mi bruja observandonos y de repente me dan unas ganas
incontrolables de jugar.
Comienzo a tocarle el trasero subiendo más el vestido y pegándola más a mi, haciendo movimientos en círculo le bajo lentamente los tirantes, dejando sus pechos totalmente descubiertos, tocando con la puntas de mis dedos su pezones duros, haciendo que gima en mi oído. Veo como la bruja observando atentamente de tras de la puerta se muerde el labio inferior dejándolo  totalmente hinchado, rosado y mojado. Cuando lo suelta eso me calienta aún más, tomo la cintura de
Marietta bruscamente y la ajusto a mi duro y grande pene.
La bruja sale corriendo, siento como su olor se va desapareciendo. Arrastro a Marietta fuera de mi de un empujón, dejándola sentada en el suelo.
Me giro hacia la mesa y vuelvo a mi estabilidad emocional
Y ella desconcertada me dice: -¿Qué demonios te pasa ?
-Ten cuidado como me hablas,te dije que te fueras.- le digo con tono amenazante.
Ella se marcha irritada. Me quedo solo.
Me gusta tu curiosidad, miene Hexe.- pienso -Pronto jugaré contigo encima de mi.
.........
Llegada la tarde, observando cómo siempre a la brujita me doy cuenta de que no es como parece, sus intenciones se tornan hoy más oscuras y sinceramente espero que no sea por lo sucedido en la mañana. Me divierte observarla, me encanta lo que hay en lo profundo de su ser y no pienso frenarlo. Al atardecer veo cómo avanza hacia el patio y se queda sentada pacientemente, la sigo desde la distancia. Lo único que no me esperaba fue ver a Marietta pasar por ahí, Ange la miró y algo en sus ojos era diferente. Marietta la ingnoraba pero Ange la llamó y le dijo: - Quiero hacerlo de frente y te juro que será lento, no creas que no vi cómo me mirabas, créeme, esto no será por celos.
Increíblemente Marietta comenzó a sangrar por la nariz para después brotar de su boca y oídos. Parecía que en serio sufría, le dolía y Ange solo miraba con una ligera sonrisa. En serio era un gran espectáculo, me desperdiciaría un juguete pero ya no lo necesita. Marietta comenzó a vomitar luego literalmente todo, sangre muy oscura, vomitó las tripas hasta los huesos. Sólo quedó un asqueroso charco de órganos machacados y piel. Ange miró su obra con admiración hasta que se aburrió y siguió su camino muy campante.
Ahora puedo entender muy bien aunque sea un poco de su sentir porque esto me consterna un poco, ya no solo quiero follarla, ahora tengo curiosidad. Esta chica es muy inteligente para poder divertir así a alguien como yo. Por ahora solo quiero medir su reacción, apuesto lo que sea a que será divertido y no sé si me lo dirá ella o se lo diré yo. Ojalá sea yo.

Ange:
Todo está oscuro a mi alrededor y camino pero no llego a ningún sitio, solo oscuridad. Comienzo a correr y me desespero, pero de pronto escucho una voz, una que me parece familiar, que estoy segura que he escuchado antes.
-Ven a mi preciosa- dice- ¿ No te alegra saber que aún tienes familia?
Busco por todos lados pero solo hay oscuridad. Me asusto, toda mi familia está muerta. De pronto caigo, caigo hacia el vacío y justo antes de tocar el fondo oscuro escucho: -¡Sabes lo que haz hecho!. Luego solo una risa maligna, ya no siento mi cuerpo. Entro en pánico y me despierto. Estoy en la cama gigante de mi habitación y el sudor corre por todo mi cuerpo. Sólo fue una pesadilla, trato de convencerme pero fue tan vívido.
Sé lo que hice, yo lo quería, lo único que no sé es cómo lo hice. Fue como si todo lo que mi mente quisiera se ejecutara. A veces la ira me domina, no estoy arrepentida, tenía una razón. Yo vi como me miraba, o yo la acababa o ella me ponía fin a mi. Verdad que esta vida es terrible pero no deseo dejar de vivirla.

Ange:
Evan entra en mi habitación, me mira a los ojos, su mirada esa vez no es fría sino caliente como el infierno, me ofrece su mano y dice: -Vamos, mi pequeña bruja macabra, te mostraré lo que soy y sé que te gustará.
Me ofrece su mano, cubierta de manera impecable con un guante negro que parece muy caro. La tomo sin vacilación, nosotros no somos muy distintos y él no me asusta.
Me conduce por uno de los pasillos oscuros de su casa, llegando a una habitación de baño toda de negro. En el medio había una gran tina llena de, para mi sorpresa, sangre. Sé lo que quiere, le voy desabrochando la camisa y dejando al descubierto sus increíbles músculos y no sé cómo una persona muerta puede estar en tan buena forma. Se deshace de los zapatos para luego agarrar mi vestido de dormir desde abajo y sacarlo por la cabeza, lo tira al suelo sin cuidado. Quedo solo con las bragas, él se agacha y besa mis muslos, agarra mis bragas con la boca y las baja lentamente hasta sacarlas. Voy sintiendo su gélido aliento rozar mi piel.
-Estoy siendo amable contigo- me dice con la voz ronca- pero no vas a tener hoy eso que tanto deseas.
Me gira y me pega a su cuerpo. -Mira cómo me tienes- dice pegando contra mi su miembro duro como una roca. Lo siento y eso me pone muy caliente, mi interior se contrae por él.
Se para frente a mi y desabrocha su pantalón. No traía ropa interior, su gigantesco amigo queda a la vista, y me atacan unas terribles ganas de saber cómo se sentiría en mi boca. El lo agarra y comienza a masajearlo de arriba a abajo y la verdad es que eso es demasiado para mi. Estoy muy mojada y mi interior comienza a sentirse palpitante y resbaladizo. Deja de tocarse, muerde su labio y me dice. -Debes estar deliciosamente mojada para mi, quiero probarte, bruja, pero me encantan las mezclas.
Me agarra por las caderas como si fuera una muñeca  y me mete en la tina. La sangre es espesa y fría, choca contra mi vagina caliente. Luego me agarra se la cintura y me sienta en el borde. -Abre las piernas- ordena, y yo obedezco como buena chica.
Se arrodilla, me lanza una mirada indescifrable y luego mete su cabeza entre mis piernas. Él succiona como un animal con hambre, lame vorazmente. Es maravilloso, me agarro a los bordes de la tina, mientras gruñe y me toma por las caderas como si quisiera más. -Eres lo más delicioso que jamás he probado, no sabes cuán difícil se me hace controlarme.- me dice. Luego ataca mi punto débil y lo lame con deseo, lo succiona. Ya no puedo aguantar, mi autocontrol desaparece y comienzo a gemir, mis piernas tiemblan y ya no puedo aguantar los gritos tampoco. Me atrevo a mirarlo, y me provoca tanto que siento como se acumula el calor y la presión dentro de mi. Me dejo ir y en ese mismo momento el me observa mientras yo pronuncio su nombre.