uno.

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Frank sacaba sus cosas de la maleta, apoyandolas sobre el suelo, aún no tenian una cama porque llegaria todo al día siguiente, Jamia seguia distante, se veia muy negada a seguir viviendo con él, tampoco la culpaba, estaban juntos desde los 15 años, y ahora tenian 28, era obvio que el amor podia acabarse, pero a Frank le dolia, todos sus proyectos, sus futuros hijos y el amor que ahora  estaba todo en la basura.

salió del departamento y se quedó en el pasillo, sacó un cigarrillo de su campera y lo prendió, una puerta se abrió, y salio del departamento C, un joven delgado, con cabello rojo como el fuego, que lo miró de arriba hacia abajo y le dedicó una sonrisa.
- No se puede fumar acá. -habló el pelirrojo con un tono gracioso, pero Frank no notó ese humor en su tono de voz y lo miró con una mirada no muy tan agradable.
- Estoy haciendo un chiste, me llamó Gerard. - dijo estirando su mano, la cual tardó algunos segundos en ser correspondida por el tatuado.
- Frank, un gusto. - dijo sonriendo, una sonrisa fingida, pero una sonrisa al fin.
- ¿Sos nuevo acá, no? si necesitas algo, siempre estoy en casa, pero ahora deberia irme. nos vemos. - saludó Gerard y tocó el botón del ascensor, que tardó menos en un minuto en llegar, y el pelirrojo se fue del lugar, dejando en Frank un sentimiento raro.

Gerard era alto, muy delgado, tenia piernas altas y un rostro muy femenino, podria pensar en que era una chica si no le hubiese hablado, pero si, Gerard era atractivo y frank sabia que esta no era iba a ser la ultima vez que se iban a encontrar

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