—Creo que me gustas.
Renjun ni siquiera lo pensó dos veces antes de soltar esas palabras. Si lo hubiera hecho, entonces habría elegido una confesión menos directa, o al menos, un escenario más apropiado. No parecía que la cocina mientras desayunan fuera el lugar más romántico para ello, no con todos esos platos sin lavar en el lavabo que, según Renjun reconoció, pertenecían a Mark.
Pero, honestamente, la culpa era de Jeno por usar una camiseta sin mangas que exponía esos bíceps aquella mañana tan temprana, lo que hacía que el pan como desayuno de Renjun se sintiera muy inferior. Era su culpa por verse irresistible con el cabello revuelto en diferentes direcciones, y por verse adorable mientras ciegamente y adormilado encontraba su camino hacia la cafetera.
—¿Gracias? —respondió Jeno después de mirarlo fijamente durante media hora. Tal vez eso era una exageración, pero para ser justos, se sentía como si hubiera esperado demasiado tiempo para obtener una respuesta a su confesión.
Y todo lo que recibió fue un agradecimiento. Qué logro.
Jeno procedió a tomar su café. Tomando valor, supuso Renjun, aunque estaba seguro de que el café ponía más nerviosa a la gente. Pero, bueno, es la única bebida disponible para él en este momento.
—En realidad volví con Jaemin —respondió Jeno después de un rato, y la versión dramática de Renjun dentro de su cabeza comenzó a llorar mientras se inclinaba contra la pared más cercana y lentamente caía al suelo.
Siendo realistas, Renjun se negaba a ser tan dramático. Aún conservaba su orgullo y su dignidad, y eso es lo que hace a un hombre, hombre. Al menos, eso es lo que solía decir su padre.
Así que en lugar de llorar frente a Jeno, decidió encogerse de hombros con indiferencia.
—No pasa nada —respondió—. Podemos olvidar lo que dije, entonces. No es gran cosa.
Procedió a ponerse de pie e inventarse una excusa.
—¡Oh, espera, acabo de recordar que mi clase empieza dentro de treinta minutos! —dijo, un martes en el que todas las clases en la universidad fueron suspendidas por una reunión del personal docente y no docente. Totalmente creíble.
— — —
Por supuesto, Renjun mintió acerca de que no era gran cosa. Si no lo fuera, entonces no se estaría escondiendo en el apartamento de Ten y su novio, durante tres días seguidos, porque no quería toparse accidentalmente con Jeno. Honestamente, evitar al otro sería una tarea difícil, considerando que vivían en la misma casa y en el mismo piso.
Por suerte para él, al novio de Ten, Johnny, no pareció importarle, ya que el mayor incluso le compró helado que acaparó descaradamente para sí mismo mientras relataba entre lágrimas su desgarradora historia.
Desafortunadamente, por otro lado, a su querido amigo sí pareció importarle.
—¡Ten hyung! —medio gritó y lloriqueó mientras abrazaba dramáticamente la pierna del mayor—. ¡Adóptame! ¡Soy un buen niño! ¡Ya no quiero ir a casa!
Si Johnny hubiera estado allí, probablemente ya lo hubiera aceptado. Después de todo, él era el corazón y la empatía de su relación. Ten, por otro lado, simplemente rodó los ojos, y Renjun no pudo evitar preguntarse por qué Ten era su amigo y no Johnny.
—Deja el drama, Jun —respondió Ten mientras comenzaba a apartar las manos de Renjun de él—. Vivirás. No es la primera vez que alguien te rechaza. Además, ¡no puedes vivir aquí para siempre! ¿Has visto bien esta habitación?
De hecho, sí lo hizo. Era un pequeño apartamento tipo estudio en el que solo cabían dos personas como máximo, y la incorporación de Renjun definitivamente abarrotaba el lugar. Además, no había privacidad, lo que Renjun pensó que era el mayor problema de Ten, ya que había captado los ojos persistentes de este último en la espalda de su novio cuando este se fue al trabajo.
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Between Eyesmile and Devilish Smirk ›› norenmin
Fanfiction―Entonces tal vez eso es todo lo que necesitas, ¿sabes? ―Ten de repente se sentó en la cama. Un destello sospechoso apareció de repente en sus ojos. ―Espera, ¿de qué estás hablando? Me perdiste. Ten rodó los ojos una vez más. ―Me refiero a que nece...