Capítulo 6

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Naturalmente, Renjun volvió a buscar a sus amigos.

Eso es lo que hace la gente cuando le rompen el corazón, y a Renjun le rompieron el corazón otra vez, no solo una persona, sino dos. Ah, y tuvo que ver a los dos besándose. ¿Qué tan divertido era eso?

—Pobre niño —dijo Ten mientras le acariciaba la cabeza, la única parte de su cuerpo que asomaba por la manta. En cuanto llegó a la puerta del mayor, Ten ya sabía que algo andaba mal. No perdió el tiempo, metió a Renjun dentro y lo envolvió en una manta antes de convencerlo de que se sincerara.

Y lo hizo, al tiempo que empapaba la almohada de Ten con sus lágrimas. A Ten no pareció importarle. Seguramente antes la había empapado con muchos otros fluidos cuestionables. A Renjun le habría dado asco si pudiera permitirse preocuparse en ese momento.

—Solo conocí a Jeno y me caía bien. Parecía una buena persona —comentó Ten—. No he conocido a Jaemin, y nunca he oído hablar mucho de él, pero en este momento, no me agrada. No me agradan los dos.

—¡No digas eso, son buenas personas! —defendió, al borde del enojo por las calumnias de su amigo—. ¡Solo son dos personas atractivas que están locamente enamoradas la una de la otra! ¡No es culpa de ellos!

Ten suspiró.

—Estás tan loco por ellos, ¿no?

Lo estaba. Por eso prefería convertirse en este rollo de manta para siempre antes que interferir en su relación. Amor verdadero.

—Pero aun así los odio. —Renjun se quejó—. ¡Bueno, ellos deberían haber arreglado su relación en vez de involucrarte! Técnicamente, no hiciste nada malo. Dijeron que tenían una relación abierta. Resulta que una persona no está de acuerdo, y ahora tienes que ser tú el que se queda solo y sufriendo, cuando uno de ellos te llevó a esto. Arrgh, los odio.

Era un desarrollo de personaje por parte de Ten. Cuando Renjun empezó a hablarle de Jeno y Jaemin, cuando mencionó por primera vez el nombre de Jaemin, su suposición inicial fue que el mayor iba a buscarlo para pedirle el reembolso por el crop top manchado. Le alegraba saber que Ten había ordenado sus prioridades.

Pero también, en realidad, no. A quién quería engañar Renjun. Ten lo quería más que a cualquiera de sus crop tops.

—Arrgh —gruñó Ten, enojado otra vez—. Todavía no me han pagado por mi crop top arruinado.

Renjun lo fulminó con la mirada.

—¿Qué? ¡Te lo dije, es de edición limitada!

Renjun suspiró. Olvídalo. No había desarrollo de personaje en absoluto.

—Nunca pensé que diría esto, pero, supongo que deberías quedarte aquí por un tiempo —le dijo Ten—. Olvídalo. Quédate el tiempo que necesites. De ninguna forma dejaré que te lastimen otra vez.

Renjun sonrió.

—¡Gracias Ten hyung! Sabía que podía contar contigo.

Ten asintió.

—Te daré el recibo de mi crop top cuando estés listo para enfrentarte de nuevo a Jaemin.

Renjun rodó los ojos.

— — —

Renjun se habría quedado más tiempo en casa de Ten si no hubiera dejado su computadora portátil en la casa compartida. Johnny se ofreció a prestarle la suya, como buena persona que era, pero el problema era que los archivos a los que necesitaba acceder estaban guardados en la suya.

No tuvo más remedio que volver.

Renjun intentó no pensar demasiado en ello. ¿Qué era lo peor que podía pasar?

Between Eyesmile and Devilish Smirk ›› norenminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora