bad guy | eren jeager. (oc)

cortado.

Nerea

La brisa fresca de la playa chocaba directo con mi rostro. Mis ojos se mantenían cerrados, pero aún así podía percibir el movimiento de las olas cuando se retiraban y volvían a romper contra la orilla. El sol dejaba una cálida sensación sobre mi piel y para ser una persona que odiaba el verano, justo ahora no se sentía del todo mal.

Estoy por abrir los ojos cuando siento un chorro de agua helada entrar por la parte descubierta de mi espalda gracias a la blusa de tirantes que llevaba puesta. Mis ojos se abren de golpe y en mi rostro se forma una mueca de enojo al ver al culpable de aquella desagradable acción.

—¡Noah! —grito enfadada al verlo carcajearse por mi reacción. —¿Qué demonios te pasa?

—Hey, ese lenguaje. —dice mi hermano sin dejar de tener esa divertida expresión en su rostro. —La comida ya está lista.

—¿Y no pudiste avisarme hablando como cualquier persona de veinte años...no espera...como cualquier persona normal, lo haría? —digo poniéndome de pie y sacudiendo mi ropa que se había llenado de arena.

—Nah...eso fue más divertido. -responde con esa sonrisa reluciente que tenía babeando a casi todas mis amigas, aunque todas tenían cinco años menos que él al igual que yo. —Por cierto, Dylan ha venido a almorzar con nosotros.

—¿Dylan? ¿P-por qué no me avisaste? —suelto tropezando con mis palabas mientras siento cómo mi rostro de enrojece.

—Hermanita...no quería ser yo quien te lo diga, pero...es momento de que superes el amor platónico que tienes por Dylan. —suelta caminando hacia mi altura y rodeando mis hombros con uno de sus brazos. —Dylan es un imbécil.

—Pero es tu mejor amigo.

—Exacto, como mejor amigo no es tan imbécil pero como novio, se lleva el primer lugar. —tira de mi comenzando a caminar hacia el interior de la casa.

La casa en donde vivíamos con nuestros padres tenía vista trasera a la playa así que podíamos ir y venir cuanto quisiésemos, a pesar de que prefería el clima frío, me gustaba salir a sentarme en la arena y escuchar las olas de vez en cuando, mi hermano por otro lado era el estereotipo completo de un chico veraniego. Surfeaba dos veces al día, salía de fiesta todo el fin de semana y su cabello que al inicio era castaño claro, ahora estaba casi rubio por todo el sol y el agua del océano, sin olvidar mencionar el color bronceado que su piel había obtenido por pasar tanto tiempo nadando y nunca dejaba de poner de nervios a mamá por lo meticulosa que era con nuestro cuidado de la piel.

—No sé qué hacer para que me deje de gustar, Noah, sé que es cuatro años mayor que yo pero...es tan lindo, divertido y...

Detengo mis palabras al instante en cuando noto la cara de asco que tiene mi hermano al oírme hablar así de su mejor amigo de la infancia. Un bufido sale de mis labios y me deshago de su agarre en mis hombros comenzando a entrar al patio trasero de nuestra casa.

—Solo...no quiero que te sientas mal si algún día ves a ese idiota con alguna chica o algo. —dice luego de correr para llegar a mi altura. —Dylan cumplirá veinte en unos días y tú apenas tienes quince, son diferentes etapas, Rea.