red lights.

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Eren

Mis dedos teclean en la pantalla unas cuantas veces hasta que llego al contacto que buscaba y abro el menú de opciones. Me quedo pensativo durante unos segundos viendo la foto de perfil que aquella persona tenía en ese momento debatiéndome si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto.

Muerdo mi labio inferior llevándome entre mis dientes un micro pedazo de piel seca debido al frío invierno de Nueva York y cuando menos me lo espero mi dedo pulgar ya había presionado el botón de llamada.

Me acerco el teléfono a la oreja y escucho como el celular timbra una vez, dos veces, tres veces y así hasta cinco veces que es cuando estoy por colgar y darme cuenta que esta había sido una idea estúpida hasta que escucho cómo coge la llamada.

—¿Eren? —dice la voz femenina al otro lado de la línea con una voz completamente somnolienta.

—Dijiste que podía llamarte cuando esté nervioso o ansioso y ahora...estoy bastante nervioso y ansioso. —suelto con rapidez casi en un susurro.

—S-sí, pero no pensé que me llamarías a las...—hace una pausa como si se alejara el teléfono del oído. —Cuatro de la mañana.

—Lo siento por eso, es solo que...he estado dando vueltas toda la noche y no logro quedarme dormido. —confieso pasando mi mano por mi rostro con frustración. —¿Y si mi canción no es lo suficientemente buena, Nerea?

Escucho el sonido de las sábanas moviéndose al otro lado de la línea y un silencio inunda la llamada por unos segundos.

—Olvídalo, no debí llamar a esta hora, vuelve a dormir. —digo sintiéndome absolutamente patético y avergonzado conmigo mismo.

—Eren. —me llama Nerea ahora con la voz un poco más clara. —Eres increíble.

Aquello hace que mi respiración se corte por unos segundos antes que vuelva a sentir mi corazón latir con más fuerza que antes.

—Es normal que se te vengan mil pensamientos negativos ahora, tienes una presentación importante para ti mañana, pero recuerda que si se te dio la oportunidad de hacerlo es porque la mereces. —suelta con esa voz segura con la que solía hablarme siempre. —Eres más genial de lo que crees, no solo tocando con los chicos si no también como persona y eso es lo esencial. Esa vez que se presentaron en la cafetería no me imaginé que tocaran tan bien pero lo que más me gustó de esas pocas canciones que presentaron fue cómo hacías que la canción tuviera vida propia con el bajo y cómo le dabas más profundidad a la voz de Jean cada que te acercabas al micrófono.

Lo que dice me deja sin palabras por un momento. Sentí una increíble satisfacción al escuchar esas palabras viniendo de Nerea y mi corazón latiendo dentro de mi pecho se sentía como escuchar a Connie tocar el bombo de su batería en la canción de rock más pesada y enérgica que jamás haya escuchado antes.

—¿T-te gustó cómo toqué ese día? —pregunto sintiéndome cómo un crío de quince hablando con la chica que le gusta por primera vez.

—Me encantó. —responde con un tono risueño haciéndome esbozar una gran sonrisa.

—Entonces fue por eso que me besaste llegando a casa luego de la presentación. —suelto con chulería mientras me doy la vuelta sobre el colchón quedando boca arriba. Llevo mi brazo detrás de mi cabeza sirviendo como almohada.

—Cierra la boca, tú me besaste a mí. —suelta Nerea y podría jurar que tenía las mejillas sonrojadas.

—Mmh...no es así como lo recuerdo en mi mente.

—O sea, sueles tener eso en tu mente seguido. —replica y me doy un golpe mental al haber metido la pata, yo y mi lengua suelta.

—Tal vez.

bad guy | eren jeager. (oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora