Capítulo 2

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[Verano de 1928]

Hoseok no iba a ser quien se saltase el protocolo delante de todos los invitados a la boda de su hermano mayor. En este tipo de eventos existía una especie de guion no escrito sobre lo que se debía hacer en cada momento. Por lo tanto, cuando el padrino y padre alfa del feliz novio levantaron su copa en un brindis, Hoseok alzó la suya y se unió al brindis.

No le resultaba chocante que allí se hubieran congregado la flor y nata de la sociedad. En este tipo de celebraciones no solo se acudía para brindar por la felicidad de los novios, y bien que él lo sabía. De hecho, Hoseok llevaba años acudiendo a eventos donde lo de menos era el motivo, lo importante era ver y dejarse ver; un arte que no dominaba, pero en el que Hoseok podía defenderse. Tenía que ejercer de anfitrión y mezclarse con los invitados, escuchar alguna que otra conversación aburrida y sonreír amablemente aun cuando hubiese preferido estar en cualquier otro lugar. Esperaba que no hubiese un coro de viejos alcahuetes dispuestos a presentarle a algún joven omega o, lo que era peor, aburriéndolo con anécdotas absurdas propias de gente aburrida.

Sin embargo, era una boda, en este caso el del primogénito de la familia Choi, lo que implicaba estar a la altura de las circunstancias y Hoseok no podía zafarse como hubiera deseado.

Que Seokjin se casara, por fin, era una buena noticia. En primer lugar, por el mismo omega y; en segundo lugar, porque así su padre alfa se relajaría un poco ahora que había conseguido casar al mayor de ellos. Un matrimonio que le había sorprendido personalmente a Hoseok, ya que nunca pensó que el ahora recién estrenado cuñado albergara algún tipo de sentimiento en general hacia su hermano mayor en particular. Siempre los había visto tener cierto resentimiento por el otro, junto a una leve, pero constante competitividad de mostrar quien era el mejor, por lo mismo que Hoseok jamás pensó que terminaría ahí, viendo a Namjoon y Seokjin casarse, y ser felices en el acto.

Puesto que sus padres habían aceptado el hecho no solo con normalidad, sino con regocijo, Hoseok no podía poner ninguna objeción. Además, conocía a Namjoon y no podía quejarse. La única parte negativa de todo esto era que, una vez casado el primogénito, Hoseok tomaba la batuta, lo que no le gustaba nada de nada, ya que aquello implicaba, por orden sucesorio, ser el siguiente en ir a la fila de los casados. Y a él ni se le había pasado por la cabeza.

Bastante tenía con su profesión.

Hoseok estaba muy bien como estaba, entrando y saliendo a su antojo, con más o menos discreción, para que sus padres no se le vinieran con preguntas a las que no deseaba contestar. Esperaba que, con suerte, viera un cachorro mandón correteando por ahí y así sus padres se olvidaran de él.

Bebió un sorbo de su copa al tiempo que oía los buenos deseos que todo el mundo le dedicaba a los novios. Lo típico, nada fuera de lo común. Bueno, tampoco nadie iba a arriesgarse a desentonar en la boda del año.

De nuevo se cumplía el guion punto por punto.

Hoseok cruzó una mirada con su padre alfa, al que poco o nada se le escapaba, y Hoseok torció el gesto. Aunque todo pareciese ir viento en popa, lo cierto era que aún resonaba en su cabeza la discusión mantenida con su padre hacía tan solo tres días.

La misma cantaleta de siempre.

El patriarca había aceptado, o más bien se había conformado, que fuera Seokjin quien fuera su sucesor en los negocios y no él, como era la tradición y como todos, desde su nacimiento, habían pensado por ser su único hijo alfa, incluso aún muchos creían que únicamente por su casta, a Hoseok le correspondía naturalmente ese rol. Por mucha tradición que existiera, Seokjin era el candidato ideal, y lo estaba demostrando, pese a que muchos opinaran lo contrario. Su hermano mayor había heredado no solo las cualidades de su padre para dirigir con éxito un negocio, sino además la vocación y el carácter para ello. Cosa que Hoseok, desde muy joven, sabía que no podía llevar a cabo. Siempre se interesó más por la medicina y, a pesar de no contar con la aprobación de su padre alfa, había logrado licenciarse y ahora empezaba a ejercer.

A media luz ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora