Capítulo 5

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—¿Qué están haciendo todos aquí?

Hoseok volvió al presente al oír a Minie. Su hermano pequeño estaba en la puerta mirándolos a todos con el ceño fruncido.

El menor de todos sospechaba, y tenía motivos para ello, que allí ocurría algo importante.

Los presentes se miraron unos a otros, sin decir nada, para que Minie permaneciera ajeno a los descuidos de su hermano alfa. Todos se empeñaban en sobreprotegerlo, porque Minie era toda candidez e inocencia. No tenía malicia, siempre veía el lado bueno de las personas y pocas veces se enfadaba.

—Se supone que hemos quedado para comer todos juntos —continuó el omega menor—, no sé por qué les gusta tanto conspirar.

—Es nuestro pasatiempo favorito —apuntó Seokjin distrayéndolo.

Inmediatamente todos se pusieron de acuerdo en una cosa y, con rapidez, el maldito catálogo de la exposición llegó a manos de su padre alfa, que lo escondió en uno de los cajones del escritorio y lo cerró con llave.

—Tienes razón, cielo. —Heechul se puso en pie y caminó hasta la puerta.

Todos lo siguieron y se dirigieron al comedor donde cada uno ocupó su lugar.

La comida a priori debía ser distendida, pero, a excepción de Minie, todos se mostraron más prudentes de lo normal. Estaba claro que no era el mejor momento para hacer bromas.

—¿Ha habido algún descalabro financiero? —preguntó Minie medio en broma al ver la cara tan seria de los comensales.

—No —respondió Siwon intentando no sonar muy seco—, pero algo así —añadió mirando a su hijo alfa, Hoseok tragó en seco al oírlo.

—Deberíamos ser como las familias normales, hablar de chismes de sociedad y esas cosas —protestó Jimin—. Me aburro cada vez que se ponen a discutir sobre finanzas.

—Pues teniendo de pareja a un futuro notario no creo que vayas a divertirte mucho en las comidas —lo molestó Seokjin.

—Seokjin... —advirtió Namjoon a su omega para que no hablara de lo que no le competía.

—Por mucho que se empeñen en ofender a Taemin, él me quiere, y vamos a casarnos. Pese a quien le pese.

Todos los allí presentes hicieron lo imposible para morderse la lengua y guardar silencio.

Hoseok, en cuanto pudo, se marchó de allí dispuesto a evitar un nuevo sermón por parte de su padre alfa. Necesitaba pensar qué hacer y no dejarse llevar por un impulso. Quizás consultar con un abogado la situación era el punto de partida, pero el abogado de la familia, es decir, su cuñado, aún estaba riéndose como un idiota. Hoseok estaba obligado a esperar a que se le pasase la gracia al muy payaso, antes de hablar de las opciones posibles.

También podía buscar asesoramiento legal fuera del círculo familiar, pero prefería que las risas provinieran de alguien conocido.

Carajo, vaya panorama.

Ahora que su fama de libertino iba quedando atrás, cuando empezaba a ser aceptado en los círculos médicos más respetados y que su reputación ya no iba asociada solo a su apellido, sino a sus logros... todo se podía ir al demonio.

¿Quién iba a tomarle en serio si aparecía con el culo al aire?

Bueno, de haber sido el culo, todavía podía aparecer con la cabeza bien alta. El problema era que estaba con el pene al aire como si nada, y para colmo, al rememorar todo aquel episodio, Hoseok no podía pasar por alto que fue una pésima faena. Un polvo que pasó sin pena ni gloria, pero con unas terribles consecuencias a las que debía enfrentarse.

A media luz ➳ HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora