Epílogo

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Sky:


Miedo.

¿Qué es el miedo? Algunos dicen que es una emoción, otros un estado de la subconsciencia y otros piensan que es algo imaginario.


Pero en realidad, es solo un sentimiento, uno muy fuerte que nos controla e impide que hagamos cosas que queremos. Es algo con lo que siempre se va a vivir, nunca se va a superar, es algo que tenemos que tener muy claro. Nunca lo podremos evitar.


Aunque si podemos luchar contra ello.

-¡Tommy!-mi gritó salió ahogado. Mis ojos se llenaron de lágrimas que iban a salir en cualquier momento, espero que no suceda lo que estoy pensando.


Natalia se transformó en Poseidón y con ayuda de Vanessa, que estaba herida, quitaron al cadáver de encima de mi hermano. Me levanté de un salto y corrí con el corazón en la boca desesperada porque esto solo fuera una ilusión hecha por Lynnes.


Estaba en el suelo, con la cabeza sangrando a más no poder y los huesos fuera de su lugar, sus extremidades estaban más retorcidas que la personalidad de nuestro padre y podía ver las cuencas de sus ojos vacías.


Definitivamente está muerto, grite horrorizada por la asquerosa y triste escena que estaba en frente mío. Alguien toco mi hombro y me mando directo a los recuerdos que tenía con mi hermano, pero eran solo eso, recuerdos...


Cada vez que peleábamos, nos arreglábamos, nos reíamos, hacíamos bromas y las pocas veces que en serio nos demostrábamos el verdadero cariño que nos teníamos.


Las lágrimas corrieron libres, no las quité. Me dolía, el pecho y el corazón de solo pensar que nunca más lo voy a volver a ver o si quiera molestarlo con todos esos apodos con los que lo llamaba y me faltaba por inventar. No era justo, él debía vivir. Ambos íbamos a gobernar el Inframundo, juntos.


(...)


-¡NO!-grite saliendo del trance que tenía. De seguro Sara me lo había creado para que dejara de ver a mi hermano en ese estado. Limpie mis ojos para ver mejor, observando una habitación con paredes rocosas y negras. Estaba acostada en una cama, con las sabanas cubriendo mi cuerpo, que al quitarlas, me llevo una gran confusión. Lo que más me sorprendió fue el vestido largo y negro que tenía.


Mangas largas y con detalles azul oscuro en él, las clavículas al descubierto y un escote en encaje negro muy apropiado. Era elegante pero no exagerado. Tela suave y tibia. Me gusto al igual que el collar con un zafiro azul rey que tenía en el cuello.


Inhale y exhale cuando me paré con rapidez y camine hacia la salida. No sentí nada, ninguna emoción. Mi hermano murió, se supone que debería estar llorando, pero no lo hacía. Fue raro, ya no dolía. ¿Lo superé tan rápido? No, aún no me acostumbraba a no estar cerca de él y de no molestarlo. Ya no lloraría, pero eso no significaba que no me importaba.


Era como si un odio muy grande hubiera crecido y me hubiera quitado toda la inocencia y cariño que me formaban. Me había marcado la horrible escena de mi hermano, ahora, no iba a bajar nunca la guardia e iba a tomar mi puesto como la Reina del Inframundo.


"-Siempre te voy a querer, Tommo-"


Un fantasma del pasado me recordó una de tantas veces que peleamos, por mi culpa. Y él fue tan comprensivo que me perdono y ese mismo día hicimos la promesa de estar juntos, por siempre...


Nunca digas siempre, pero nunca digas nunca...


Al final del pasillo había una puerta de madera, que abrí sin pensarlo. Todos los presentes se levantaron de sus bancos mientras yo caminaba entre ellos hacia el altar que tenía un trono. Mis padres me sonrieron orgullosos al ver que yo no bajé la vista ni por un segundo, como lo habría hecho en el pasado.


Llegué a su lado y me giré orgullosa hacia las personas, entre las cuales se encontraban el Rey Ignus y todos mis compañeros, incluidos los del grupo dos y tres; que ya tenían coronas y diferentes joyas. Pero supuse que algunos habían corrido la misma suerte que mi hermano al contar solo veinte en total.


Creo que esto es una coronación, bueno, mi coronación. Pudiese haber sido, nuestro momento de tomar el trono.


El resto de la ceremonia me la pase seria y con la mirada fría perdida en la nada, no quería pensar en ninguna otra cosa que no fuera la sonrisa de Tommo o alguna de sus carcajadas que daba con cualquier chiste de Lea o Sara, son unas grandes amigas, creo que les debo mucho y más por aceptarnos cuando éramos solo unos forasteros que acababan de llegar así como si nada.


-Damas y caballeros, les presento a su alteza real Skylar Adams, Reina del Inframundo-dijo mi padre. Todos se levantaron y supuse que yo también debía.


Así que con la espalda recta y el mentón arriba, tomé el cetro y dejé que mi madre pusiera la corona de cristales oscuros en mi cabeza. Pesaba un poco, aunque lo podía aguantar lo que sea y más por algo así de hermoso.


El ambiente se tornó tenso y gélido, un escalofrío recorrió mis hombros y mis padres me miraron con una sonrisa o tal vez miraban algo detrás de mí.


-Luces hermosa, Sky. Serás una gran reina. Te quiero mucho-susurró alguien en mi oído. La sensación incomoda se fue y sonreí al saber quién había estado sujetando mis hombros momentos atrás.



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Bueno, creo que es un final que casi nadie esperaba :/ por lo general el protagonista sobrevive, pero quise poner algo diferente.

Como que pelearan contra algo que no fuera contra los otros grupos, si no contra un verdadero enemigo, como un titán.


Espero que les haya gustado, porque a mí sí.


Fue un placer haber participado en este concurso, nunca pense en entrar en el y mucho menos tener compañeros tan increíbles y talentosos. Mucha suerte, para mí todos ustedes son ganadores. A la hora de la verdad, no habrán rivalidades ni mucho menos rencor. Y una vez más, mil gracias por haber leído mi novela.


Nos leemos!! :D


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