El primer recuerdo del día fue el más angustiante, su prima Lewer gritándole y sacudiendola, después de eso volvió a cerrar los ojos.
Tras volver a abrir los ojos, vio como la metían en una ambulancia con una camilla. Todavía le dolía la cabeza, como unos golpecitos que venían de dentro.
Más tarde, vio como unas enfermeras le llevaban corriendo a urgencias, luego se durmió. Cuando despertó se encontró en una habitación del hospital, miró arriba y abajo, a un lado y al otro, en efecto, estaba sola. Se miró en el espejo y vio a aquel dragón, de repente se percató de que aquellos golpecitos del interior era la criatura que tenía ante sus ojos. Se relajó porque estaba sola, pero al oír que alguien picaba a la puerta se agobió. Cuando la puerta comenzó a abrirse ella se transformó en humana de nuevo.
- Uf, por los pelos...
- ¿De que hablas? - Le preguntó la doctora.
- Oh, no nada... ¿Porque me he desmayado?
- No lo sabemos aún, nuestros si nuestros sistemas recién actualizados y de alta tecnología no saben que es, es que ha pasado algo raro.
- Algo raro dice, eh...
- Bueno, te dejo descansar solo era para saber si estabas bien.
- Sí, gracias.
Cuando la doctora se fue Valery se deslizó bajo las sábanas de su cama.
- Con que así son las cosas... Como odio mi vida, como odio mis poderes, como lo odio todo.
Dijo mientras resoplaba.
- No me lo puedo creer, todo este tiempo, amenazados por las máquinas esas ¿y ahora es por mí culpa? ¿En serio? Vaya mierda...
- ¡Valery!
- Ah, hola tía Amy.
- ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado?
- Sí, no te preocupes por mí, estoy bien.
- Gracias a dios.
- Ya, eh... Bueno, me gustaría descansar un rato.
- Oh, sí, sí perdona.
- Nada, no importa.
Su tía se fue y Valery se giró de forma que le daba la espalda a la puerta. Era de día, las cortinas estaban medio corridas, la ventana abierta, una planta en la mesilla de noche, le daba la luz y el viento en la cara, Valery ya había estado ingresada en ese hospital antes pero había estado en una de las habitaciones que daban a la ciudad, estaba en el 5º piso, si aguzaba la vista podía apreciar la explanada de flores silvestres que se extendía bajo el hospital. Respiró hondo y sintió el olor a margaritas y amapolas subiendo por sus fosas nasales (lo cual no era muy bueno porque le haría estornudar), cerró los ojos y pensó en esos recuerdos de cuando era pequeña, vio su pasado pasar a muchísima velocidad. Vio a su madre, a su padre, y su ciudad natal, california del sur, tenía la impresión de haberlo visto antes, pero no sabía ni cuando ni donde. Cuando se despertó habían pasado ya 2 horas.
-¿Qué tal estás?, ah, te has vuelto a transformar... - Dijo Lumur
-¿Eh?, oh, es verdad. Bueno... Yo... No se como transformarme en humana de nuevo, pasa solo.
-Está bien. Espera.
Examinó la habitación con la mirada y dio con una cortina. Se dirigió hacia ella y la puso entre la puerta y mi cama.
-Así nadie te verá de primeras. Valery yo... He tenido una idea, pero tendrías que ser como mi conejillos de indias... No sabía si te parecería bien. Era para ayudarte, pero claro...
La miró extrañada, ¿conejillo de indias? por qué le estaba pidiendo eso.
-¿A que te refieres?
-Te estoy proponiendo buscar un "antídoto" para lo que te pasa. No supondría que dejaras de poder convertirte en dragón, pero podría ayudarte a controlar cuando ocurre.
Se quedó sorprendida, no sabía que eso pudiera existir, un remedio contra la magia... Parecía imposible, pero, ¿y si no fuera así? ¿Y si de verdad pudiera controlar al dragón y demostrarle quien manda?
-No podemos dejar que nadie te vea, así que, ¿Qué me dices?
Valery asintió, estaba harta del dragón al que, de vez en cuando, le daba la gana de aparecer y arruinarle la vida.
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LA HISTORIA DE MI DRAGON
FantasyNo quiero espoilear así que se quereis saber de que va mejor lo leeis vosotros.