Parte 7

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Erick dirigió su mirada hacia las criaturas, viendo como estas se levantaban y lo miraban con cautela. Estás liberaron al niño malherido que tenían sujetado en el suelo.

El niño con las pocas fuerzas que tenía, dirigió su cansada mirada hacia la extraña persona que había aparecido. ¿Quién era? ¿Era uno de esos aventureros que decía su hermana? Pero eso era imposible, había visto con sus propios ojos como aparecía de la nada...

Con su poca conciencia reacciono. El, ese extraño brillo, podía ser su cerebro jugándole una mala pasada, al estar ya en sus últimas. Pero, aun así, recordó lo más importante que había leído de ese pergamino.

"Cuando aparezca, obedecerá todas tus órdenes"

Podía intentarlo, no perdía nada de todos modos. Con ese pensamiento, el chico giro su cuerpo y se arrastró hacia el hombre. Su voz en este momento era un desastre, su visión comenzaba a hacerse borrosa, y eso era un problema.

Podía oír la risa burlona que le dirigían los goblins. El goblin el cual había golpeado anteriormente con la roca, levanto su lanza y corrió hacia él.

¡Era ahora o nunca! Levantando la mirada, una voz ronca salió de sus labios.

"¡¡¡MATALOS!!!" Grito antes de quedar inconsciente. Y aunque Erick no entendía lo que había dicho, la sola voluntad del niño hizo que su cuerpo se moviera.

El viejo rhea se confundió al escuchar el grito lleno de ira del chico. ¿A quién le estaba diciendo eso? Pero no tuvo que esperar mucho para descubrirlo.

Vio como el luchador se movió velozmente hacia la criatura, mientras su brazo se levantaba.

El goblin mostró una sonrisa despreciable, mientras su lanza estaba a punto de atravesar el cráneo del mocoso. Pero de repente se percató que una sombra había aparecido atrás suyo.

Giro su rostro, viendo momentáneamente la sombra del aventurero, antes de que todo se oscureciera.

Erick bajo su puño como si fuese un martillo, haciendo que el cráneo del enano verde se hundiera, mientras sus ojos se salían de sus cuencas. Sus dientes se partieron y grandes cantidades salieron de sus ojos y boca.

Erick miro inexpresivamente como la criatura caía al suelo sin vida. De pronto un leve sonido llamo su atención, girando su cuerpo hacia atrás, se encontró con un anciano extremadamente feo y arrugado.

Los goblins que anteriormente estaban vivos se encontraban en el suelo, faltos de su cabeza. Erick enseguida entendió que había sido el viejo, ya que tenía un cuchillo en la mano, el cual goteaba ligeras gotas de sangre.

El viejo rhea se quedó mirando impasiblemente al muchacho. Después de que matara a los goblins, su mirada no se apartó de ese tipo.

Podía ver cómo esos ojos azules lo miraban con tanta indiferencia. Cómo si lo único que estuviesen viendo es un montón de mierda sin valor. De todos modos, que mierda tiene valor, solo que cagues oro.

Alejando esos pensamientos. Vio como el chico se sentó a un lado del niño inconsciente. Sin hacer ningún movimiento, parecido a una estatua.

"¡¡GOBOROO!!"

El anciano escuchó a la lejanía decenas de pasos que se acercaban cada vez más. Seguramente eran los goblins, que habían escuchado el disturbio. Por lo que rápidamente se acercó hacia el tipo.

"¡Oye imbécil! Esas criaturas están a punto de llegar. Recoge al chico y sígueme" Le exigió. Pero el hombre siquiera lo miro. Cómo si lo estuviera ignorando, o simplemente era un imbécil arrogante.

¿Sirvo A Los Protagonistas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora