AMOR EN MISIÓN 'Simon Ghost Riley'

Capítulo 8: Nunca es suficiente

Habían pasado 2 semanas más, no había surgido nada importante sobre los misiles. Todos los días muy temprano, Ghisty yo nos encontrábamos en el campo para perfeccionar tus habilidades de
combate HTH¹. Decir que Ghost estaba orgulloso de mi progreso de quedaba corto. Estaba extasiado
por lo lejos que había llegado, pero nunca lo demostraba, eso me hacia reír mucho internamente. Eso hubiera sido un crimen si lo demostraba. Mantuvo una conversación mínima conmigo como de costumbre, pero ocasionalmente se llevó a cabo una breve conversación entre él y yo. Gaz me llevaba al campo de tiro cada dos días y Soap
cubría cualquier otra parte de la base.

Iba desde ciertas habilidades tácticas hasta conocimientos básicos sobre qué hacer en ciertas situaciones.
Mi trasero chocó contra el suelo cuando Ghost logró voltearme haciendo que cayera y tirando mi arma fuera de mi mano pateándola fuera de mi alcance.
Gruñí por el impacto, me estremecí por el dolor que te atravesó hasta el coxis.

"Maldita sea". Comenté y tomé un segundo para que el dolor en mi trasero disminuyera antes de intentar levantarme.
"Te convertiste en un blanco fácil".
Ghost habló monótonamente mientras extendía su mano para ayudarme a levantarme. Aparté su mano rechazando la ayuda, levantándome del suelo con las manos para estabilizar mi postura.

"Simple error". Resoplé

"Un error que podría costarte la vida Hank. Cuando estás ahí fuera, no hay lugar para los errores". Argumentó levantando un poco el tono mientras
inclinaba la cabeza hacia un lado.

"Está bien, está bien. No va a volver a suceder". Exhalé levantando las manos en señal de derrota. No había discusión con él. Debería saber eso a estas alturas.

"De nuevo."

"Acabas de tirarme al suelo, mierda,  necesito un minuto". Gruñí sintiendo el dolor distante pulsando cerca de tu coxis.

"No." Él replicó.

"¿No? Disculpa-" Estuve a punto de decir algo antes de que él me cargara  tomándome por el torso para golpearme contra el suelo. Mu cuerpo chocó contra el suelo rápidamente, más rápido de lo que mi cerebro podría procesarlo. Ghost se habia
plantado en mi torso, protegiendo el uso de mis piernas y tenía sujetando con sus manos mis muñecas a los lados de mi cabeza.

Miró mi expresión de enojo y podía haber jurado que escuché una risa
ahogada a través de la máscara.

"Disfrutas pateando mi trasero, ¡no es así?". Me esforcé mientras intentaba romper su agarre. Por supuesto, sin ningún resultado.

'Todo el entretenimiento es verte enojada.' Habló mientras soltaba mis manos quitando su gran
cuerpo de mi dándome la oportunidad de ponerme de pie. "Siempre tienes que estar lista para cuando el enemigo ataque. No estabas lista. Estabas distraída. Eso también podría costarle la vida. Usa tu cerebro. Sé que tienes uno, de lo contrario esos comentarios astutos no se escaparían como lo hacen".

"Vete a la mierda". Escupí con una sonrisa en mi rostro. Llevé mi mirada directoa él solo para darme cuenta que él seguia manteniendo su mirada fija en mi. Llevé mi pierna a mi alrededor y me acerqué rápidamente a los talones de Ghost, lo que provocó que se doblaran y enviaran él
cayendo sobre su espalda. Un gruñido duro escapó de sus labios cuando su espalda cayó al suelo sin previo aviso, "Venganza hijo de puta". Hablé riendo mientras me ponía de pie de un
salto y extendía mi mano para ayudarlo a levantarse. Su mirada era fría, casi amenazante.

"Estaba distraído, teniente. Eso podria costarle la vida". Comenté arrojándole sus propias palabras mientras aceptaba mi mano levantándolo. Le quité el polvo de la espalda con la mano evitando su mirada molesta.

"Ghost, Alyssa. A mi oficina ahora". Price gritó desde la puerta abierta del edificio. Su fuerte acento resonaba en la llanura abierta. Me giraste para
mirar a Ghost que me devolvió la mirada antes de hacer un gesto con la cabeza como un "vamos" mientras comenzaba a caminar, recogiendo el
arma un par de pies delante de él. Lo seguí de cerca ajustándome la camisa y quitándome el polvo.

Ghost se había sentido bastante cómodo a mi lado, ahora no lo suficiente como para querer entablar
una conversación a menos que tuviera que hacerlo, pero cuando lo hacía, las disputas sobre las que reflexionaría eran interminables. Pero lo hizo más tolerable que las quejas directas. Le encanta molestarme de alguna manera. Lo
encontré divertido. Yo ya sabía sobrellevar su manera de responder.

"Un pajarito a través de Laswell ha informado algunos avistamientos de algunas cajas grandes sin marcar entregadas desde la base militar de
México al Cártel. Los necesito ahí fuera, y pronto. Si se trata de misiles el Cártel no es alguien a quien deberíamos agarrar. Por orden de Shepard, él quiere que los destruyan si son propiedad de los EE.UU. es un
juego peligroso si el Cártel lo tiene en su poder. Ahora el Cártel no es gente con la que queremos meternos. Tienen números y armamento más allá de contar. Esto tiene que ir al plan de que alguien va a morir. Y eso no va a suceder. Muy bien. Saquen sus cosas, nos vamos en 10". Price habló brevemente antes de enviarme rápidamente al equipo. Todos se
dispersaron rápidamente fuera de la habitación cargando sus armas y preparándose.

Fui la última en subir al helicóptero y todos me fastidiaron por eso. Pero una vez que el helicóptero se
puso en marcha, las aspas ahogaron sus molestias.

"Gaz, Ghost y Alyssa los enviaré a ambos al campo Soap y yo seremos sus observadores distantes. Estoy tratando de mantener el número de nosotros bajo. Menos personas a las que seguir". Price habló mientras todos nosotros estabamos parados
afuera del helicóptero ahora estacionado justo afuera de la frontera. "Cuento contigo. Así que, por
el amor de Dios, no hagamos esto más grande de lo que ya es". Suplicó bajando su expresión.

El sonido de un vehículo grande que se acercaba detrás de mi hizo que me diera la vuelta. Se detuvo hasta que descendió un hombre hispano alto y muy atractivo.

"Este es el Coronel Alejandro Vargas. Te acercará lo más que pueda a donde está escondido el cártel. Vargas ha sido un Aliado con nosotros durante
mucho tiempo, Laswell habla muy bien de él. Un hombre en quien podemos confiar. Vargas, Gaz, Soap, Alyssa y Ghost". Price nos presentó a
todos dando un paso fuera del camino.

"¡No tienes un apodo genial como estos caballeros?". Vargas me sonrió y yo sentí mis rodillas temblar, que guapo!
"No señor, todavía no me he ganado uno". Hablé proyectando mi voz al nivel adecuado.
"Fastidio". Ghost murmuró a mi lado y le di un codazo en el costado disimuladamente.
"Imbecil". Susurré hacia él.

"Ya salimos". Dijo Vargas moviendo su mano hacia el vehículo. En el asiento trasero estaba sentado Gaz a mi izquierda, yo en el medio y Ghost a la
derecha. Ocupó el 90% del asiento del medio dejándome aplastada entre los dos. No fue un viaje muy cómodo, pero esa no era una preocupación
que pudiera expresar. Ghost notó mi falta de espacio y procedió a hundirse en su asiento abriendo las piernas a propósito para acortar la cantidad de
espacio que tenías. Gruñí por lo bajo, pero te mordí la lengua porque solo faltaban unos cuantos minutos para llegar.

"Buena suerte, no me voy a enredar pasando por aquí. No me meto con el cartel". Habló Vargas asomando la cabeza por la ventana. "Manténganse a salvo". Gritó antes de que el vehículo avanzara dejándonos a los tres cerca de la ladera que miraba
hacia abajo, donde se supone se encontraba el Cartel. Una vez que nosotros 3 nos acercamos al punto más alto para mirar hacia abajo, mis ojos se abrieron ante la cantidad de miembros del cartel que estaban
esparcidos entre su base.

"Mierda, estamos jodidos". Solté por lo bajo.