AMOR EN MISIÓN 'Simon Ghost Riley'

Capítulo 22: Paciencia

Llegué a la puerta de la oficina del Capitán Price, donde contemple no tocar y solo entrar. Mis ojos miraban fijamente la gran puerta de madera
frente a mi, sosteniendo mi teléfono casi como si estuviera temerosa de mostrar lo que sabía.

"¿Vas a llamar a la puerta o simplemente te quedarás ahí toda la noche?". El fuerte acento británico resonó sorprendiéndome.

"¡¡Jesús, ¿puedes dejar de acercarte sigilosamente a mí de esa manera? Vas a terminar matándome de un susto." Solté sacudiendo ligeramente la cabeza.

"'Necesitamos mostrarle a Price, Esto podría ayudarnos a encontrar una manera de detener a esos imbéciles". Ghost caminó chocando su puño enguantado contra la puerta de la oficina mientras me miraba fijamente. Ghost agarró la manija de la puerta y abrió la abrió para revelar a Price en su escritorio, con un cigarro en mano y papeleo en la otra.

Sus ojos cansados evitaron verme a mi y a Ghost.
"Señor, tengo algo que creo que le gustará". Ghost habló colocando su mano derecha detrås de mi espalda
baja, guiándome ligeramente hacia el escritorio siguiéndome detrás.

"¿Qué es?" Price habló poniendo su papeleo de vuelta en su lugar dándome a mi y a Ghost toda su atención. Mis ojos se desviaron hacia Ghost antes de encender mi teléfono,
abriéndo el video y colocándolo en el escritorio de Price.

"Presione play cuando esté listo, señor. Hablé asintiendo con la cabeza, cuando él miró el teléfono y luego a mi. Dio una una calada a su
cigarro para hacer lo que le había dicho.
Una vez que terminó el video, Price se sentó alli contemplando algo.

"¿Hay alguna razón por la que fuiste a verlo?" Price preguntó trayendo sus ojos a los mios, casi con una ola de decepción en su rostro. "¿Entiendes en cuánto peligro te pusiste en ese momento?".

"Sí señor, estoy al tanto". Tragué saliva manteniendo mi vista firme. "Como ya le había dicho a Ghost, tenía que escucharlo de él. Entendí los riesgos, por eso lo grabé, señor". Terminé aclarando mi garganta un tanto nerviosa.

"Necesitaré una copia del video". Price deslizó mi teléfono hacia el borde del escritorio. "Enviamelo."

"Sí, señor." Hablé encontrando rápido su contacto y enviándole el video.

"¿Cómo vamos con esto?" Ghost finalmente habló manteniendo su mirada fija en Price.

"Bueno, no hay mucho que podamos hacer con esto. Si, es su voz, y lo ha confirmado todo, pero no está completamente confirmado, este es el propio Reggie. No hay evidencia visual". Price exhaló recargandose en su silla.

"Tiene que estar bromeando." Murmuré por lo bajo, ligeramente echando la cabeza hacia atrás
frustrada.

"Pero es mejor que nada". Price continuó.
"Repasaré esto con Laswell mañana y veré qué sugiere que hagamos Hank. Necesito que no hagas un truco como este otra vez para pasar desapercibida. Por favor, No estamos haciendo esto para castigarte, De alguna manera, es por tu seguridad".

"Sí señor, entiendo". Tragué saliva
enviando una mirada a Ghost que ya tenía sus ojos puestos en mi.

"Te mantendré informado." Price concluyó la conversación. Asentí y aproveché esa oportunidad para salir de la oficina. Una vez que
salí, me giraste para esperar a Ghost que estaba justo detrás de mi. Seguimos caminando hasta que ambos llegamos a su habitación. Abrió la puerta parándose a un lado para verme y conectar mi mirada con él.

"Entra." Fue todo lo que dijo.

Entré en su habitación escuchando detrás como cerraba la puerta con el seguro y antes de darme la vuelta me
agarró del brazo y tiró de mi a sus brazos. Jadee ante la repentina acción y al sentir sus grandes brazos alrededor de mi cintura, su cabeza inclinada suavemente sobre la mia. No dije nada, dolo envolví mis brazos alrededor de él también.

Fueron unos momentos genuinos de afecto que Ghost me estaba dando antes de que se alejara.
Se acercó a su cama, quitándose la camisa y su cinturon antes de plantarse en el borde de su cama.
Tenía los codos sobre las rodillas, las manos entrelazadas y los ojos en el suelo.

"Esperaba que sucediera lo peor hoy". Empezó su acento rasposo bajo. "Regresé y cuando descubri que no estabas aquí, yo..." Caminé lentamente hacia él, colocando mi cuerpo entre sus piernas haciendo que se sentara un poco. Sus ojos
exhaustos y hundidos ahora me miraban.

"Nunca me habrias dejado ir si te lo hubiera dicho. Y sé que es por una buena razón, pero estaba en
negación y... necesitaba escucharlo de él. Hubiera podido cuidarme sola". Hablé llevando mi mano a su mejilla.

"¡Pero y si se jodia todo?" Replicó manteniendo sus ojos en mi.

"Pero no fue asi y se acabó. De acuerdo? Se acabó por ahora". Lo tranquilicé justo cuando levantó
sus manos para envolverme alrededor de mi cintura y tirando de mi un poco. Su barbilla ahora
descansaba sobre mi pecho, casi como si estuviera pensando. Sus ojos nunca dejando los mios. "Lo siento, Simón".

"Mmhm" murmuró perdido en mis facciones.

"Cómo puedo recompensarte?" Hablé apenas lo suficientemente audible para que él lo captara, solo para ver si reaccionaba. Sus ojos se clavaron en los míos.

"¿Cómo sería eso?" Gruñó luchando contra su agarre alrededor de mi cintura.

"Puedo pensar en algunas formas". Sonreí suavemente mordiéndome el labio, lentamente arrodillándome en el suelo. Mis manos recorrieron
su pecho hasta redondear sus muslos para después pasar por su miembro.

Escuché su respiración entrecortada cuanto más me acercaba. Llevó su
mano hacia mi boca, pasando su pulgar por mis labios. "¿Vas a dejar que te lo compense?" Hablé con mi voz baja mientras mis ojos se
arrastraban hacia su bulto, luego de vuelta a él. Un gemido escapó de sus labios, parpadeando lentamente.

"Maldito infierno". Gruñó echando su cabeza para atrás.