"Sus almas se encontraron en ese baile".
Su mundo se desmoronaba pero tal vez ese hombre que aparecio misteriosamente en su vida pueda ayudarlo a salir de ese infierno.
¿Podria llegar a surgir algo más o podria solo acabar el baile?
→ Estado: En Emi...
- Hijo, te extrañe tanto. -Su madre lo abrazo fuertemente.
- Yo también mamá, pero tienes que soltarme o me asfixiaras.
- Oh sí, lo siento. - Jihyo se separó de su hijo.
- ¿Como haz estado?
- Bien. - Taehyun se veía nervioso pues si hay algo que no le gustaba de su madre es que ella podía saber todo de él sin siquiera decírselo.
- Umm te veo raro, espera, esa mirada se que significa, ¿Te gusta alguien, no?
- No me gusta nadie mamá.
- Primero, se que estás mintiendo y segundo dime, ¿Cómo es ella?, ¿Tiene planes de casarse?
- Mamá, todavía no me quiero casar.
-- Está bien si todavía no te quieres casar.
-- ¿De verdad?
- Sí, hijo.
-- Pensé que te molestarias.
- No te mentire, tenia la ilusión de ayudarte a buscar esposa y verte casarte pero si no quieres no te voy a obligar, te amo mucho hijo.
- Gracias, mamá. - Taehyun se acercó y abrazo a su madre.
- Pero hijo tienes que decirme algo, ¿Hay alguien?
- Sí mamá, hay alguien.
- Hay no puedo creer que a mi bebé le gusta alguien. - Jihyo fingió limpiar lágrimas falsas de sus ojos.
-- Mamá, por favor ya para.
- Kang Taehyun déjame emocionarme por ti.
- Bueno, está bien. - Taehyun le dió una sonrisa a su madre y luego se volvieron a abrazar.
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Beomgyu pudo dormir cómodamente y al despertarse vio al pequeño Toto a su lado, haciéndole compañía.
- Hola Toto, ¿Dormiste bien?
El pajarito movió su cabeza de arriba hacia abajo dando a entender un sí.
- Eso me hace feliz.
- Debes tener hambre, espérame aquí.
Beomgyu se acercó a su balcón donde tenía un pequeño espacio donde cultivaba algunas frutas, saco un poco de fresas y ciruelas para dárselas al pajarito.
- Toma Toto, come. - Beomgyu dejo las frutas en la mesita.
Toto empezó a comer pero paro al darse cuenta de que Beomgyu no estaba comiendo nada.
- ¿Toto? ¿Porque no comes?
El pajarito con su cabecita llevo las frutas más cerca de Beomgyu.
- No Toto, eso es para ti, yo no tengo hambre. - Beomgyu se sintió mal por mentirle al pajarito pero no le iba a decir que se moría de hambre porque sino Toto no comería por darle a él.
No había comido nada porque su padre lo había prohibido.
Toto voló hacia el balcón y trajo un poco más de fruta.
- Por favor Toto, come.
- No tengo mucha fruta, si yo como, no tendré nada con que alimentarte.
El pajarito movió su cabeza de lado a lado en negación.
- Bueno, comeré solo tres fresas y lo demás será para ti.
Toto no estaba de acuerdo con que solo coma tres fresas pero sabía que si insistía Beomgyu terminaría por no comer nada, así que solo tuvo que aceptarlo.
Beomgyu acaricio la cabecita del pajarito mientras este comía, le gustaba tener compañía.
- Te quiero mucho, Toto
El pajarito se sintió feliz y se poso en su hombro para luego sobarse en la mejilla de este, demostrando el afecto que el pajarito sentía hacia Beomgyu en solo un par de días de conocerse.
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