¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuatro
Las secuelas
woodsboro, california. 26 de septiembre de 1996.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te despiertas y Stu te envuelve. No lo mencionas, simplemente asumes que es un tipo pegajoso, como un perro grande e inofensivo. Lo sacudes para despertarlo.
"Debería volver". Le dices, tu voz teñida con una cantidad inusual de desgana. "No creo que debamos ser vistos juntos".
Esperas que piense que tu nerviosismo se debe a la sospecha de aparecer juntos después de un asesinato, y no a la idea de que la gente sospechará algo más. Para ti, algo más peligroso.
"¿Por qué no?" Stu pregunta, levantándose aturdido a tu lado. "Podemos decir que compartimos el automóvil. Que tenías demasiado miedo de volver a casa después de la noticia"
Tu dudas. "Bueno está bien" Resoplas, dándote cuenta de que todavía estás con la ropa de ayer. "¿Tienes algo que pueda...?"
Stu te arroja un suéter sin pausa y tú asientes con la cabeza en señal de agradecimiento.
Solo esperas que sea uno en el que nadie lo haya visto antes
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¡T/N!" El grito de Dewey es lo primero que escuchas al llegar. La escuela está repleta de policías, y su preocupación casi te hace reír. "¿¡Dónde estabas anoche!? Hubo un..."
