El 𝐀𝐌𝐎𝐑 fue creado para las personas valientes.
Porque debes tener valentía para aprender a luchar no solo contra tus propios demonios, sino también contra los de la persona a la que amas, especialmente cuando esa persona es, literalmente, uno...
Es inevitable sentirse confundido. La sensación es horrorosa y me perturba, pero a la vez quiero seguir sintiéndola, es como una adicción.
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|| POV muzan ||
Quien diría que alguien como yo experimentaría sensaciones como estas. La belleza de aquella mujer que me genera estos efectos no pasa desapercibida por nadie, ni si quiera por mi. Es como si dejara una huella en mi cabeza cada vez que la pienso.
Me desespera, pero también me fascina saber que es ella quien causa esa desesperación.
Este sentimiento es muy profundo e intenso. Es como un fuerte deseo de intimidad sentimental o algo como eso.
Toda mi vida he estado enfocado en solamente conseguir poder y más poder. Pero cuando esa mujer llegó, mis preferencias cambiaron por completo. Ella se convirtió en mi principal prioridad.
La primera vez que la vi fue en una noche oscura y solitaria para mi. Ella se encontraba caminando por las calles iluminadas de la ciudad donde yo solía atormentar a los humanos. Al parecer regresaba de una misión junto a una compañera suya, hasta que chocó conmigo.
Su mirada se posó sobre la mía, pero extrañamente no me reconoció como un demonio. Algo dentro de mi me hizo reaccionar; entendí que ella tendría un potencial superior, casi igualitario de aquel hombre que me atormentó.
Sin embargo, también hubo algo más dentro de ella que pude percibir: La confusión en su corazón.
Ningún humano era como ella.
Esa noche, supe inmediatamente que ella sería mi completa perdición.
Como un pequeño capricho.
Desde aquella vez comencé a buscarla vagamente por las calles de pueblos y ciudades. Por bosques e incluso campos. Hasta que la logré localizar. La seguía a todas partes como un maldito acosador, y extrañamente ella no notaba mi presencia.
Hasta una noche en particular. Estaba esperándola en su finca para observarla desde las sombras. Ella entró tranquilamente luego de haber convivido con alguna amiga suya. Pero de pronto se detuvo en seco, pues había percibido el ambiente frío y solitario por causa mía; incluso percibió mi mirada sobre ella. Luego negó torpemente y siguió con sus actividades, ignorando lo que acababa de pasar.
Me gustaba observarla, recordar cada movimiento suyo me llenaba de satisfacción.
Hubo otra noche en la que la miraba dormir de la forma más tranquila posible. No pude contenerme y comencé a acariciar su cabello. La textura sedosa y suave de su cabello completamente desordenado era perfecta.
