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-Despierta maldita plaga...
Un cubo de agua fue rociado en la cara de HanDong haciendo que esta despertara de golpe con un horrible dolor de cabeza, lo único que recordaba era estar en el cementerio penando la muerte de su amada, pero... ahora estaba en un lugar maloliente y con ropa sucia, ¿Que pasaba?
—¡Anda! Levantate, finalmente alguien ofrece algo bueno para ti...
La chica se encontraba confundida mientras era jalada hacia un cuarto donde desgarraron aquel ropaje que cubría su dorso, estaba confundida aún más cuando sus manos fueron encadenadas.
—Señor...
—Esperen un momento, quiero que todos sin excepción tengan la marca— dijo aquel hombre bien vestido mientras esperaba fuera de aquel hogar.
—Esperen... ¿¡Que harán!?
Handong miraba aterrada aquella barra de acero coloreada al rojo vivo, sus ojos se abrieron casi saliendose de sus cuencas y su cuerpo se tensaba.
—No esperen, esto no es... no es necesario... no... ¡AHHHHHHH!
Un grito de dolor se escucho a varios metros a la redonda y ahí fue cuando finalmente, Handong justo antes de desmayarse, miró a un hombre bien vestido señalarla.
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—Uhmm~
Handong al despertar intento moverse, pero un escozor intenso en su espalda la hizo retorcerse.
—¡UHMMM!— se quejo. —¿Que pasa?~
—¡Vaya! Hasta que despiertas...
La chica dirigió su mirada a donde aquella voz masculina sonaba viendo a un joven hombre parado en la puerta.
—Tienes suerte que mi hermana te eligió entre esa bola de mediocres... por eso estás aquí...
—Quien... eres tu?
Sintió un golpe que al instante ardió sobre su pantorrilla, ¿le había pegado con una de esas fustas para caballo?
—Háblame con más respeto, soy tu amo...
Handong como pudo se sentó sobre aquella sabana mirando una charola de comida y un vaso de agua a su costado sintiendo como su estómago al instante tenía movimiento...
—¿Quien es su hermana?
—La señorita Lee Gahyeon...
"Lee Gahyeon" de repente, los recuerdos comenzaban a deslizarse sobre su memoria, Lee Gahyeon, su Lee Gahyeon, aquella dulce sonrisa y personalidad eufórica que nunca se fue, incluso se mantuvo cuando su llama se iba apagando.
—Le... Lee Gahyeon.
—¿Que no escuchaste?
—Sí... sí lo siento...
—Bien...— dijo el joven en un suspiro. —Come, vístete y ve a la sala principal, Gahyeon no tardará en venir...
La puerta fue cerrada, solo la habitación era alumbrada por la luz que entraba por la ventana, la chica no tenía ni idea de lo que pasaba, con cuidado se levanto para no lastimar más su espalda y se acercó a la ventana para mirar por esta... todo era tan diferente...
—¿Donde estoy?— se cuestiono corriendo la cortina por completo mirando la habitación notando que era totalmente antigua. —¿¡Que mierda es esto!?
Se acercó donde estaba la ropa, incluso su dolor lo había olvidado pues pudo vestirse sin ningún problema, solo bebió el agua y salió de la habitación donde estaba el mismo joven de hace un momento.
—Que rápido, ¡Anda!... ponte esto en la cabeza, hoy mi hermanita cumple sus bellos 16 y tu eres su regalo.
Handong miro el saco que el joven le había dado y dio un suspiro antes de ponérselo en su cabeza, si Gahyeon tenía 16... ¿Ella que edad tenía?
—Antes... ¿Puedo hacerle una pregunta?
—Habla rápido.
—¿Que año es este?— pregunto confundida
El joven ante tal pregunta se quedó aún más confundido que Handong pero después soltó una ruidosa carcajada, aunque para Han, no fue nada gracioso... 1862... ¿Que clase de droga se había metido?.
La joven china, iba a hacer otra pregunta hasta que sintió el golpe de la fusta de nuevo haciéndola doblarse, no hizo nada más y se coloco aquel saco, no quería recibir más golpes.
—1862... ¡Dios mio! Esto debe ser un sueño— pensó —Me golpee la cabeza y solo estoy alucinando... si, eso debe de ser.
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—Hija, hoy es tu cumpleaños, ¡Debes de estar emocionada! Pedí que hicieran tu platillo favorito, además... te tenemos un regalo y una gran noticia.
Gahyeon y su padre estaban en aquella carreta de vuelta a su hacienda, la menor miraba por la ventana aburrida solo mirando a los de "clase baja", divertirse... si tan solo ella pudiera hacer algo así, realmente estaría muy emocionado.
—¡Muero de ganas por llegar!— dijo con ironía.
—Vamos, mi niña. ¿Puedes al menos fingir que eres feliz? Tu hermano escogió algo espectacular para ti.
Gahyeon suspiro volviendo su vista a la ventanilla, solo quería que su vida dejara de ser monótona y hacer algo que realmente la hiciera feliz... ella siempre quiso aprender a andar en caballo.
—¿Me darán lo que siempre les he pedido?
—¡Algo mejor!
Una pequeña onda de esperanza se planto en la menor y miro a su padre.
—Solo te dare una pista, se llama "Handong"
Gahyeon estaba emocionada, creía que ese caballo finalmente estaría en sus manos.
—¡Oh por dios! No puedo creerlo, será el mejor cumpleaños de todos... muero por llegar a casa.
Esta vez, no lo decía de manera irónica, quería ver su regalo, incluso se había imaginado todos los paseos que darian juntos y lo feliz que sería.
El camino para Gahyeon, fue realmente largo, pero en cuanto bajo del carruaje corrió a los aposentos de su hogar.
—Hermano... ¡Hermano!— grito efusiva. —¡He llegado a casa!
El joven corrió a su hermana cargandola mientras la abrazaba.
—¿Lista para tu regalo, Gahyeonnie?
La joven asintió varias veces emocionada y a petición de su hermano cerró sus ojos y tomada de su mano caminaron por la sala hasta que la joven abrió sus ojos mirando a aquella persona con el saco en la cabeza arrodillada al frente suyo.
—Feliz cumpleaños, Gahyeonnie.— dijo el joven sonriente. —Anda, quitale el saco.
El humor de Gahyeon toco el suelo, solo tenía una expresión de desilusión sobre su rostro mientras se acercaba para quitar aquel saco revelando el rostro de la joven.
La luz golpeó el rostro de Handong, haciendo que se deslumbrara, sin embargo al alzar su vista... su corazón se detuvo unos instantes al ver a la joven frente a ella.
—Ama Gahyeon... es un... placer conocerla.
Handong sentía lo mismo... a pesar de que sabía que no era la misma Gahyeon.
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Juntas a Des-tiempo / Gahdong. (Pausada)
Fanfiction"Puedo sentir sus caricias en mi cabello" Han Dong aquella chica indocumentada de China, aquella mujer que en medio de sufrimiento tuvo el apoyo de esa joven... y ella que sin darse cuenta entraría en su corazón. Aunque esto no duraría para siempre...
