Soluciones

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Era sábado, así que ese día no tenías clases de yoga con Garnet. Saliste a tomar un helado.

Te sentaste en una mesa y pediste un batido de Oreo. Estabas esperando cuando notaste una mano en tu hombro.

- Tengo que hablar contigo. - Dijo una voz serena que sin siquiera girarte, sabías perfectamente de quién se trataba.

Garnet se sentó enfrente de ti y puso las manos encima de la mesa.

- Lo siento... Te lo debería haber contado. Sé que te he hecho daño. - Te agarró la mano y te la apretó. Puso su otra mano delante de sus gafas y con un toque desaparecieron. - Soy una fusión, ya conoces a Zafiro y a Rubí. Se supone que no me puedo enamorar... Pero lo estoy, perdidamente.

El camarero se acercó, os miró un poco incómodo, dejó el batido y se fue.

Miraste a Garnet fijamente y sonreíste. Le agarraste ambas manos.

- ¿Qué significa eso? - Le preguntaste.

- Significa que estoy lista para esto. - Respondió. Se levantó y te tendió una mano. - Si tú también lo estás, claro.

Aceptaste su mano y la abrazaste fuertemente. Ella te devolvió el abrazo con felicidad.

Agarraste tu batido en una mano y la suya en la otra. Paseasteis por la playa mientras conversabais.

- Mírame. - Te ordenó Garnet repentinamente.

Te giraste a mirarla cuando notaste que una mano atrapaba tu barbilla y llevaba tus labios a los suyos.

Un beso verdadero, uno increíble, uno que deseabas durara para siempre.

- He llevado tanto tiempo queriendo hacer esto. - Te miró fijamente.

- Tienes los ojos más bonitos que he visto nunca. - Le dijiste.

Se sonrojó de inmediato y te dio otro beso más.

Juntas (Garnet x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora