En la pequeña escuela de gemas, Garnet es una profesora de yoga ayudando a sus estudiantes a combatir sus problemas y tú eres una de sus alumnas, quien se enamora perdidamente de ella. Una fusión no puede amar, ¿o tal vez sí pueda?
Hechos puestos tr...
- Muy bien. Ahora sentaos y cruzad las piernas de la misma manera que yo. - Garnet se sentó y juntó las manos. -Relajad vuestro cuerpo y respirad hondo. Sentid la calma, olvidad todos vuestros problemas y concentraos en el sonido de mi voz. - Hicisteis lo dicho tal y como lo ordenó.
Inspiraste hondo. Visualizaste todos tus problemas desaparecer, lo único, o mejor dicho, la única en tu mente era Garnet, marcando cuando expirar y volver al ciclo.
- Buena clase la de hoy, nos vemos a la misma hora el siguiente día. Recordad que mañana tendréis que traer la alfombra. ¡No os olvidéis de hidrataros! - Garnet recogió sus cosas y se alejó caminando.
Viste como todo el mundo se marchaba a sus casas. Agarraste tu bolsa y caminaste tras ellos. Notaste algo, alguien detrás de ti. Te detuviste y giraste la cabeza. Era Garnet, se había dado la vuelta para mirarte, aún estando lejos, le devolviste la mirada. Ella sonrió levemente y siguió con su camino. Te sorprendiste por lo ocurrido y continuaste hacia casa.
De camino a casa, te encontraste con Peridot.
- Ay, ¡hola! ¿Cómo vas? Dicen que las clases de Garnet son espectaculares para relajarte. - Dijo ella sonriente.
- Y lo son. Siento que mi mente está en calma. Deberías pasarte alguna vez. - Contestaste. - Bueno, me tengo que ir. ¡Ah! Antes de que se me olvide, ¿podrías pasarte por casa alguna vez? La tostadora me está traicionando últimamente.
- ¡Cuenta conmigo! Bueno, adiós, ten un buen día. - Se despidió.
- Igualmente, Peri. - Sonreíste y te alejaste caminando.
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