Gatos y problemas

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Estabas de camino hacia la escuela de gemas con la bolsa de yoga en un brazo y tu alfombra en otro. Estas clases te emocionaban y querías aprovecharlas al máximo. Casi en la entrada notaste algo en tus pies, ¡era una gata! Una gata calicó a la que faltaba un ojo, y aún así la cosa más adorable que jamás hayas visto. La alzaste en brazos mientras caminabas y la llevaste hasta la clase contigo.

- Oh, veo que has conocido a Gata Steven. - Dijo Garnet en cuanto te vio. Tras decirlo, Gata Steven se bajó de tus brazos y se subió rápidamente a los de Garnet.

- ¿Es tu gata? Por eso es tan cariñosa. - Dejaste tu bolsa a un lado y abriste la alfombra, fuiste de la primera en llegar así que estabas en primera fila. - ¿Dónde está todo el mundo?

- Has llegado 15 minutos antes, querida. - Se rio un poco.

- Oh... Qué raro. Juraría que he salido de casa a la misma hora de siempre.

- No te preocupes, son cosas que pasan. Podemos conversar un poco si quieres antes de comenzar la clase. - Se sentó a tu lado en la misma alfombra. - No sabía que te gustaban los gatos.

- No te haces una idea de cuánto me gustan. - Gata Steven se acercó a ti y la acariciaste.

- Supongo que tienes alguno. - Te miró curiosa.

- No, ya no. Desde que el último que tuve se marchó para no volver, me duele demasiado la idea a tener uno nuevo. - Seguiste acariciando a Gata Steven.

- Veo que lo echas de menos. - Dijo en un tono empático.

- Todos los días. A veces me despierto... y creo que sigue estando conmigo. Luego me doy cuenta... es horrible. ¿Sabes? A él también le faltaba un ojo.

Garnet te agarró la mano y la apretó. Puso su otra mano en tu hombro. - Ya decía yo que en las clases siempre parece que estés intentado librarte de algo en tu mente. - Acarició tu hombro ligeramente. Se alzó y te tendió una mano. - Tus compañeros están por llegar. Prepárate para esta sesión porque te vas a autodescubrir y curar en el interior. Y Gata Steven será tu apoyo moral en cualquier momento que necesites. - Aceptaste su mano y te pusiste en pie.

- Gracias. - Agradeciste con una sonrisa sincera. Garnet la devolvió.

El resto de gente llegó no mucho después y la clase comenzó. Tras mucha meditación y posturas te sentías en paz, te entendías, y por momentos, sentías calma absoluta. Las clases finalizaron en cuanto el cielo dejó de verse azul.

- Espero que hayáis disfrutado la clase de hoy. La mente es algo difícil de trabajar, por eso está bien que lo intentemos todos juntos. - Juntó las palmas. - No os quito más tiempo. ¡Nos vemos mañana!

Todos recogieron su material y salieron de la escuela. Garnet ya tenía sus cosas pero no se marchó, tú estabas todavía juntando tus cosas algo más lento de lo normal y ella se fijó en ello.

- Tal vez te vendría bien algo de ayuda. - Te dijo Garnet, acercándose a ti.

- No, no. Ya está. No te preocupes.

- Parece que hay algo que te inquieta. A lo mejor te vendría bien hablar de ello. - Dijo, poniéndote una mano en el hombro.

- Es una tontería, de verdad. - Respondiste, poniéndote la bolsa en el hombro.

Garnet no contestó, te miró fijamente y asintió.

- Puedes hablar conmigo en cualquier momento que necesites. - Dijo y asentiste. - De hecho, creo que es mejor si te acompaño a casa, se está haciendo oscuro. Si no te molesta, claro.

Te pilló por sorpresa, aceptaste. Garnet agarró tu alfombra y te siguió mientras caminabas.

- Espero que las clases te hayan ayudado. - Dijo sonriente.

- Oh, desde luego. Me siento nueva, completamente. - Contestaste.

- Es un alivio, tenías muy mala cara esta mañana.

- Gata Steven... Lo siento, me recuerda tanto a él... Se llamaba Bombón. - Contaste.

- Lindo nombre. Déjame adivinar, era negro como un bombón de chocolate.

- Jajaja, a veces de me olvida esto de tu visión futura. Era tan bonito. Le faltaba el mismo ojo que a Gata Steven y, no sé... Me he puesto emocional. - Replicaste.

- Gran coincidencia, seguro. - Dijo y asentiste.

Llegasteis a tu casa. La invitaste a pasar y aceptó. Os sentasteis en el sofá.

- Bonita casa. - Halagó Garnet.

- Gracias. - Hubo un silencio incómodo. Te sentaste en el sofá y la invitaste a hacer lo mismo.

- Creo que este sería un buen momento para discutir el problema que llevas entre manos. - Dijo mirándote.

Te sonrojaste inmediatamente. - No... No es nada, de verdad.

- No te puedo obligar, pero te ayudaría, más de lo que piensas. Y me da la sensación de que va más allá de tu gato. - Siguió con una mirada serena, pero su voz era suave y comprensiva.

- C-¡¿Cómo lo has sabido?! - Exclamaste sorprendida.

- Ya lo has dicho, visión futura. - Movió con un dedo sus lentes.

- En-entonces... ¿Lo sabes? - Preguntaste. Acercaste tu cara a la suya.

- Sí, lo sé. - Ella hizo lo mismo.

- Y... ¿Tú?... Eh... ¿Sí? - No sabías ponerlo en palabras.

- Sí, yo también. - Su cara se iba acercando cada vez más y más... Sus labios parecían más jugosos que nunca... Cerraste los ojos por un momento cuando...

¡Ding, dong!

Alguien había tocado el timbre.

Apartaste tu cabeza rápidamente.

- Tengo que atender la puerta. - Dijiste y te levantaste.

Garnet no contestó, apartó la mirada y puso mala cara. Fuiste a abrir y era Peridot.

- ¿Arreglamos la tosta-? - Pausó al ver a Garnet en el sofá. - ¿Es este un mal momento? - Preguntó.

- Eh... No. No. Pasa, pasa. - La invitaste a entrar.

Garnet saludó a Peridot y ambas entrasteis en la cocina. Escuchaste como una puerta se cerraba y supiste que Garnet se había marchado.

- ¿Qué hacía Garnet en tu sofá? - Te preguntó Peridot mientras trasteaba con la tostadora.

- Oh, nada. Solo conversábamos. - Respondiste mirando a otro lado.

- Parecía algo molesta con mi presencia. - Dio un golpe a la chapa.

- Oh, no. No has sido tú. Siempre es así de... Seria.

- Si tú lo dices. - Dio otro golpe más. - Ya la tienes, arreglada.

- Gracias, Peri. - Caminasteis hacia la salida, le abriste la puerta y os despedisteis.

Fuiste hasta tu cama y te tumbaste.

Pensaste en Garnet y te cubriste la cara con una almohada.

- Siente lo mismo... ¿No? Vaya... - Una sonrisa invadía completamente tu cara.

Juntas (Garnet x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora