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Un buggati paseaba por las calles solitarias de Corea con los hermanos Hwang dentro, buscando algún bar que sea de su agrado. 

Para uno de ellos era la tarea más estresante del mundo estar con sus hermanos, sin mencionar el hecho de la lluvia que caía a cantaros, los truenos resonaban en su cabeza, la voz de Seungmin y la música que escuchaba Wooyoung lo tenían sufriendo una migraña.

—Maldición, Wooyoung, bájale o apaga esa mierda.— exclamó Hyunjin mientras frotaba su sien.

—Si no te gusta puedes bajarte del maldito auto y caminar por tu estúpida cuenta, Hyunjin.— alegó Wooyoung con su vista fija en la carretera.

Hyunjin sabía que pelear con Wooyoung era un dolor en su espalda baja, así que prefirió callarse, solo por hoy le dejaría pasar que le hablase de esa forma.

—Detén el auto. Conozco al dueño del bar, no tendremos problemas aquí.— ordenó Seungmin.

Hyunjin quería reclamar pero cuando abrió la boca para protestar sus hermanos ya estaban adentro, maldijo para sus adentros y se dispuso a bajar del auto para seguirlos.

Cuando llegó a la par de sus hermanos escuchó a un gorila que cuidaba la entrada hablar.

—Bienvenido de nuevo, señor Hwang.— saludó con una reverencia el policía a Seungmin, para luego dirigirse a los nuevos rostros.— Caballeros, bienvenidos al Moulin Rogue, si son parientes del señor, serán muy bien atendidos.— concluyó.

Hyunjin al entrar vio luces de neón por todos lados pero lo que lo sacudió fue ver la cantidad de personas que se encontraban bailando en el centro de ese enorme lugar. 

—Seungmin, ¿qué demonios es esto? Dije que quería ir a un puto lugar tranquilo.— gritó Hyunjin.

—Solo cállate y sígueme.— puntualizó Seungmin mientras se disponía a caminar con Hyunjin y Wooyoung siguiéndolo, para ir en dirección a una enorme escalera que era vigilada por dos enormes hombres.

Al ya estar arriba de todo Hyunjin supo que Seungmin jamás le fallaría en cuanto a buenos lugares para pasar el rato.

A simple vista el lugar era sumamente tranquilo, ya que, para estar ahí tendrías que pagar una suma grande de dinero o ser algún tipo de amigo de el dueño del lugar.

—Bien, como verán este lugar es el V.I.P, hagan lo que quieran. Me iré a relajar un poco.— comunicó Seungmin antes de desaparecer hacia quien sabrá donde.

Hyunjin le dio una mirada a Wooyoung que pudo leer como un "no tomes o yo mismo te mataré", para luego encaminarse a la barra.

—¿Cuál es el trago más fuerte que tienes?— preguntó Hyunjin luego de sentarse.

—Le aconsejo que pruebe el Vodka Spirytus.— habló una voz a su derecha, logrando que posara sus ojos en la persona.

Hyunjin no sabía como sentirse en esos momentos, su interior le gritaba que le gritase a ese desconocido por molestarle pero su lado animal le pedía que desnudara a esa belleza y hacerle cosas que seguramente nunca la vida le hicieron.

—Tráeme lo que dijo.— dictaminó Hyunjin al chico que estaba atendiendo en la barra. —¿Quién eres tu?—preguntó a la persona a su lado.

—Si está aquí es porque es alguien importante, así que, solo me aseguraba de que probara lo mejor de lo mejor. Ahora, con su permiso, me retiraré.— contestó mientras se levantaba de su asiento pero la gran mano de Hyunjin se posó sobre su muslo, deteniendo su paso.

—No te he dicho que te vayas, te pregunté quién eras, ahora dímelo.— ordenó el rubio con sus ojos clavados en esos ojos azules, mientras aquella persona se acercaba a su oído.

—Está equivocado si piensa que puede ordenarme a mi, señor Hwang.— susurró sacandole un escalofrío a Hyunjin, pero, en un movimiento rápido sostuvo el cuello de aquel rubio con su mano.

—¿Cómo sabes mi nombre, lindura?— cuestionó Hyunjin aún con su mano en el cuello de aquel chico, pero lo que le intrigó fue como el muchacho parecía no estar asustado en lo más mínimo.

—No me quedan dudas de que es hermano de Minnie.— respondió el rubio con una sonrisa de lado.

—No podías mantener tus manos fuera de el, ¿no?— habló Seungmin llegando a la par de ambos rubios, logrando que Hyunjin soltase el cuello de aquel chico.— Hyunjin, el es Felix, mi amigo y dueño de todo este maldito lugar. Felix, el es mi hermano.

—Minnie, me hubieras dicho que tu hermano no se parecía a ti.— comentó Felix mientras sobaba su cuello.

—Deberías haberlo sabido.— se burló Seungmin.— Hwang, hay que irnos, ahora. Adiós, Felix— dictaminó antes de irse

—Fue un placer, Felix.— musitó Hyunjin para luego voltear e irse.

No sabía porque, pero sentía un fuego quemarle hasta los más profundo de sí. Incluso decir su nombre se sentía glorioso.

Tal vez vuelva a verte, Felix.






𝐒𝐊𝐘𝐅𝐀𝐋𝐋 | 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐋𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora