𝐒𝐊𝐘𝐅𝐀𝐋𝐋 | 𝐇𝐘𝐔𝐍𝐋𝐈𝐗

𝟏𝟎

Al llegar a la mansión fueron participes de una escena casi espantosa para ellos, casi. Su hogar desde afuera parecía, como si nada hubiera ocurrido pero ellos sabían lo que les esperaba adentro.

Llegaron al cuarto conocido como "el subterráneo" y allí estaba Wooyoung, aparentemente conmocionado, con la vista fija en una caja, parecía ser una caja cualquiera pero al acercarse solo se limitaron a apretar los dientes. En aquella pequeña caja habían dos cosas, antes conocidas como parte del cuerpo de alguien, una mano y un pedazo de piel que mostraba un tatuaje, tatuaje que reconocían porque los tres lo tenían.

Hace 12 años, Sicilia-Italia.

—Papà, perché ce quello l'hai sul braccio?*— preguntó curioso un Hyunjin de tan solo 16 años.

—Quello, figliolo, è un tatuaggio, il nostro tatuaggio e lo avrete anche tu e i tuoi fratelli.*—respondió Messina, padre de Hyunjin. Mostrando el tatuaje que llevaba con mucho orgullo en su antebrazo, que era una serpiente enroscada a una daga, simple, pero con un significado que solo Messina, sus más allegados y sus hijos sabrían.

Presente.

—Hyunjin...—llamó el menor de los Hwang al rubio pero sin obtener su atención.—Hyunjin, ¿nos están cazando?—indagó esta vez captando la atención de su hermano.

—Nadie caza a los Messina, Wooyoung.—respondió para luego retirarse y dejar a sus hermanos con aquel sabor amargo en la boca.

Seungmin estaba procesando todo, porque no había que ser un genio para saber que esto era una clara declaración de guerra. Es decir, hace años su padre les había comentado que aquel tatuaje solo lo llevaban personas muy especificas dentro de la organización, es decir, personas realmente importantes y claro que entre esas personas, estaban ellos, los hijos de Luca Messina, uno de los capos más grandes de la historia y, jefe de la "mafia" Italiana, como le decían los civiles de allí, el prefería el término, organización criminal. O sea que, alguien les estaba declarando la guerra usando todo aquello, pero, ¿quién en Corea sabría sobre eso?, no hacía falta investigar mucho porque el ya tenía dos nombres, Christopher Bang y San.

—Tu si crees que nos están cazando, ¿verdad?—la voz de su hermano menor había cortado sus pensamientos. Seungmin vio detalladamente a su hermano, era consciente de que Wooyoung había crecido pero sus ojos eran los mismo de cuando era solo un niño, y ahora, tenía la misma mirada que aquella noche hace 10 años y no pudo evitar que su mente le jugara una mala pasada logrando que recordara aquella maldita noche cuando el destino de él y sus hermanos se escribió solo.

Hace 10 años, Milán-Italia.

Todo era un desastre, había sangre por todos lados, estaban en un mansión, en una casa, pero no sabían quien residía allí. No sabían lo que estaba pasando. Hyunjin y Wooyoung eran los más desconcertados. Wooyoung porque era el más pequeño y Hyunjin por el ruido sordo que le había dejado los constantes disparos.

—I miei figli, sé que esto puede estar siendo muy confuso para ustedes pero, así como ha hecho mi padre conmigo, ustedes también lo harán, uno de ustedes será quien ocupe el lugar de su viejo padre cuando ya no esté pero, ahora, ¿quién quiere sostener el arma?— Messina miraba a sus tres hijos esperando que se pelearan para sostenerla pero solo vio miedo y confusión en sus pequeños ojos, pero Wooyoung, el menor temblaba de miedo y él no dejaría que su hijo sea un cobarde.— Wooyoung, ven aquí, tu la sostendrás.— ordenó, el mayor y sus otros dos hijos  fueron conscientes de el creciente pánico que empezó a tener Wooyoung y antes de que su padre obligara a su hermano nuevamente, habló.

—¡Papá!—Hyunjin llamó la atención de su padre y se acercó a él.—¿Puedo sostenerla yo? sabes que Woonie no tiene la suficiente fuerza para tenerla.—se rió y Seungmin vio de reojo a su hermano menor y notó que le había caído mal el comentario de su hermano pero él sabía que Hyunjin acababa de salvar a su hermanito.