Gato de caza

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Olía a Randall levemente en el aire, empezaba en el bosque al este de Baltimore, se adentraba hasta la profundidad, su sudor como el rocío sobre las hojas, sus huellas casi invisibles al ojo humano pero no para un felino experimentado, iba en el camino correcto, siguiendo el rastro invisible de la quimera

Tobias tenía ya 120 años humanos que en años gatos podría traducirse como unos siglos más, hace mucho tiempo atrás había sido un simple gato al servicio de una bruja muy poderosa, sin embargo cuando esta fue enviada a la hoguera, traspaso todo su poder a su fiel compañero, una especie de herencia maldita que transformaría a Tobias en un Bakeneko, empezó desarrollando su inteligencia, su cerebro se fue haciendo mas grande, capaz de entender el lenguaje humano y dándole el don del habla, después se empezó a para en dos patas, como una evolución, casi por accidente Tobias descubrio que ingerir carne humana lo hacía más listo, pero consumir carne de otro ser no mortal lo volvía más fuerte y ágil, fue así como Tobias empezó a comer indiscriminadamente, al punto de volverse el hombre fuerte e inteligente que era en la actualidad

Llego a un punto donde el olor de Randall se unía a otro, definitivamente no era un mortal, era otra especie que no podía identificar por el momento, pero estaba seguro de que lo había olido antes ¿Randall había sido tan estúpido como para confiar en un desconocido? Si ese era el caso tenia bien merecido haber terminado hecho pedazos por todo el bosque

Tobias había aprendido que la mejor forma de mantenerse a salvo de los humanos y otras especies era manteniéndose como un nómada, nunca quedándose más de unas semanas en un lugar fijo, encontró una orquesta errante que se adaptaba perfectamente a sus planes, así empezó a viajar de pueblo en pueblo, ciudad en ciudad e incluso entre continentes sin levantar sospechas, solía cambiar de orquestas cada tanto para evitar que se notará su longevidad, sin embargo, desde hace casi treinta años atrás Tobias se cansaba más a menudo e incluso se sentia débil en ocasiones, no le había dicho a nadie sobre eso porque era vergonzoso de contar, pero la verdad es que Tobias estaba maldito』

Se quedó parado frente a la destruida cabaña a medio bosque, en ella podía oler varios olores, no solo el de Hannibal y el de Randall, olía al otro que acompaño a Randall y dos simples humanos, hombre y mujer, olía también la sangre y la lucha, no cabe duda que ahí pasado toda la acción, Tobias entró a la cabaña y observo minuciosamente, acercó su nariz por todas las superficies donde se notaban golpes y se detuvo en una en especial, un golpe en la pared, al parecer  alguien había sido lanzado ahí con fuerza, este olor era singular, con una rápida olfateada podría decir que se trataba de un simple humano, pero tenía algo familiar que Tobias juraba haber olido antes

La historia sobre su maldición era vergonzoso hasta de recordar para Tobias, había sucedido en el sur, cuando encontró a una licantropa sangre pura viviendo en un pueblo rodeada de humanos, ella misma olía humano, al parecer se había atrevido a parir una cría mestiza, lo que asqueo a Tobias, le dijo a la mujer que se comería a su cría, a su amante y a todo persona a su alrededor como castigo por su osadía, la mujer a pesar de su linaje parecía no tener la fuerza para pelear, era débil, así que la mujer rogó por la piedad de Tobias, quien no conmovió ni un poco, entonces la mujer, con todo el dolor de su corazón acepto entregar a su cría, pactaron la entrega a la siguiente luna llena y cuando le momento llego, ella dejo a su bebé a los pies del Bakeneko, que olía a la criatura relamiendose los labios, dejó salir su forma original de un gran gato demoníaco y trago al bebé de un bocado, sin embargo, después de masticar y engullir, se estómago se revolvió y vomito pequeños huesos triturados en medio de un charco de viscosa y podrida sangre negra, esta mujer había osado engañarlo, le dio un bebé muerto lleno de sal de mar, gusanos de cementerio y clavos de plata, mientras Tobias se retorcía en el suelo, la licantropa adoptó su forma de lobo y se hecho a correr al bosque, muy a duras penas Tobias se levantó y comenzó a seguirla, la persecución duró tres días y tres noches, finalizó solo porque la mujer no estaba acostumbrada a la caza y se había cansado, quedándose dormida en una madriguera donde Tobias la encontró y la despedazo, había logrado vengarse, pero el daño estaba hecho, estaba maldito y su vida había cortada por la mitad

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