𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐩𝐨𝐥𝐢𝐜𝐞 𝐠𝐢𝐫𝐥 | 𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇

Somebody's Watching Me

—¿Te apuntas? —sugirió Billy, enseñando una cajetilla de Camel a la chica, engatusándola al instante. A él realmente le daba igual si ella no venía, solo quería asegurarse una chica para esta noche. Willow asintió, pensando que le vendría bien un poco de aire, ya que el lugar estaba abarrotado de gente y hacía mucho calor.

Salieron al exterior y el chico apoyó los antebrazos sobre la barandilla, observando el panorama mientras fumaba, a diferencia de Willow, quien se sentó en las escaleras junto a él y se limitó a fumar, con la mirada fija en un punto, sin pensar en nada, ya que no se encontraba en el estado mental adecuado para hacerlo.

—¿Cómo te ha ido estos días? —preguntó de manera seca y brusca, como siempre, pero se podía notar la curiosidad.

—No sé, ¿y a tí? —respondió simplemente, sin dar más explicaciones. Billy dio una calada a su cigarrillo sin decir nada, evitando insistir para no llamar la atención y parecer interesado.

—No lo sé, no me has devuelto las llamadas —soltó, notablemente molesto, apretando su mandíbula.

—He estado ocupada —dio otra calada.

—Chupándosela al jeta de Harrington, ¿no? —pronunció sarcástica y agresivamente, ahora mirando a Willow a los ojos.

—¿Y a ti qué coño te importa? —Hopper, con el ceño fruncido, se levantó como pudo, mareada a punto de caerse, logró dirigirse hacia el patio trasero sin un rumbo definido, dejando a Billy solo y descontento, quien expresó su disgusto al chasquear la lengua y desechar su cigarrillo antes de regresar al bullicio de la fiesta, no sin antes admirar la espectacular figura que le hacían esos pantalones.

Derrepente, el sonido de un motor familiar interrumpió sus pensamientos. Era Jonathan. Willow se sorprendió, ya que no esperaba verlo en ese momento.

—¿Jonny? —se preguntó a sí misma, dirigiéndose hacia el coche. Lanzó una mirada rápida hacia atrás para comprobar que Hargrove ya no estaba, arrojando el cigarrillo en dirección opuesta a donde se encontraba. Byers observó a la chica. Este salía del coche en una lentitud medida, con las manos en los bolsillos, ligeramente sudorosas, y aún más debido a este reencuentro —¡Jonny! —lo saludó, acercándose para darle un abrazo enérgico —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, ni siquiera en los pasillos —Willow se separó del abrazo con una sonrisa tonta debido a lo que había bebido anteriormente, y se apoyó en el oxidado capó del coche de su antiguo amigo. Jonathan simplemente apretó los labios, forzando una sonrisa, ya que había percibido el olor a alcohol que emanaba de ella.

—¿Has estado bebiendo? —preguntó no muy sorprendido, aunque ya conocía la respuesta. Willow rodó los ojos con una sonrisa inocente, bromeando como si no lo hubiera hecho. Continuaron conversando hasta que decidieron ingresar. La multitud bailando cerca de la puerta los empujaba, causando risas por parte de Willow, pero también una cierta incomodidad en Jonathan. Se dirigieron hacia la barra, aunque la chica caminaba de espaldas, bromeando y bailando con él.

Steve y Nancy estaban discutiendo, resultando en la camiseta de Nancy empapada de alcohol, lo que silenció a la gente y detuvo el baile por un momento, pero Willow no se dio cuenta. La escena fue efímera, ya que la fiesta volvió a animarse. Jonathan se sintió afectado y se apresuró hacia el baño. Justo cuando llegó, chocó contra la puerta, ya que Steve la había abierto bruscamente. Este solo le dirigió una mirada fría y salió rápidamente de allí.

—¡Nancy! ¿Te encuentras bien? —inquirió Jonathan con preocupación, adentrándose en el aseo y asegurando la puerta tras de él.

—¿Qué pasa? Me estoy perfecta... mente —pronunció de manera inestable, tambaleándose lateralmente.