- mamita, lo que está la kinesio
★ en donde el jugador del ciclón
intentaría no caer en los encantos
de la kinesiologa del plantel.
lenguaje argentino.
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La fémina soltó su cabello con delicadeza, luego de que haya estado tanto tiempo recogido.
El partido de san lorenzo contra gimnasia se estaría disputando en la hora entrante, por lo cual valentina tenía poco tiempo para arreglar su estudio.
Jugarían de local, acto que la beneficiaba ya que conocía aquella habitación donde trabajaría en medio del juego.
Trabajar de kinesiologa para su equipo no era algo bueno siempre, ya que se perdía de ver varios partidos, como este, el cual lo pasaría por debajo de las gradas, a un lado de los vestidores.
De suerte el club tenía bastantes televisores en cada habitación, por lo cual podía mantenerse al tanto del juego.
Poseía varios muebles con cremas apiladas para cada dolor muscular, ya sea en las piernas o en los brazos.
Este no era su primer día, pero solamente había comenzado hace algunas semanas, así que no tenía tanta seguridad y confianza con los jugadores, que los recibía o con algún dolor o ya lesionados.
Aún así disfrutaba su trabajo, le angustiaba que los jugadores se lastimen, y más si venían jugando bien esta temporada, pero al atenderlos podía conocerlos.
Luego de unos minutos organizando su escritorio, el partido se había dado por comenzado.
La mayor posesión de la pelota la tenía el ciclón, el cual en los primeros minutos se mantenía jugado de maravilla.
En el minuto 16' apareció la primera tarjeta, roja, la cual el jugador de gimnasia fue expulsado luego de dañar fuertemente a uno de los jugadores más famosos del equipo contrario, agustín giay.
Rápidamente el director técnico, insua, realizó un cambio sacando a giay de la cancha, ya que se encontraba herido.
El jugador fue llevado a kinesiología, donde sería sanado por el equipo médico.
— recostate acá — indicó la ojiverde.
El castaño obedeció, estirando con delicadeza sus piernas sobre la camilla.
Valen comenzó a esparcir el gel por su gemelo, el cual había sido brutalmente golpeado.
Los gemidos del futbolista no tardaron en aparecer, haciendo que la morocha cambie la velocidad de su tacto.
— perdón si está frío, está recién repuesto — explicó ella, observando como en la zona herida la tez enrojecía.
— no pasa nada, solo que ando caliente, es un hijo de puta.
río — lo vi desde la tele, te hizo mierda.
— agradezcamos que por lo menos le sacaron tarjeta, pero ni veinte minutos me dejo jugar.
La fémina asintió, continuando con su trabajo.
— te recomiendo que no camines rápido, por que se te va a empeorar, no lo toques, y tampoco entrenes por dos semanas, vas a tener que venir a revisarte todos los días.
El de ojos claros suspiró, parando su mitad del cuerpo para quedarse sentado en la camilla nuevamente.
— gracias.
— no te pongas mal, suele pasar, algunos tuvieron que quedarse más tiempo y con re mal humor — sonrió mientras masajeaba el músculo.
— si... ¿desde hace cuanto trabajas acá? pareces muy chica. perdón la ignorancia.
— me lo suelen decir, así que no te preocupes. tengo dieciocho, trabajo hace semanas, aunque ya conozco bastante para saber de esto — espetó, cerrando la tapa del producto.
— si queres ya podes irte, pero procura no hacer esfuerzo, y cambia esa cara, dentro de poco ya vas a poder jugar — esbozo una dulce sonrisa.
el varón la miro a los ojos, sonriendo — agustín giay — se presentó, ofreciendo su mano.
— valentina bidartt, igualmente ya te conocía, soy hincha a morir.
El soltó una carcajada, mientras cerraba la puerta.
Durante todo el partido un pensamiento hizo aparición en su mente y se quedó impregnado en esta, impidiéndole concentrarse del todo.
Y es que estaba seguro de que luego de aquello, valentina bidartt sería la dueña de todos sus pensamientos y se le haría difícil concentrarse porque le era imposible olvidarla.
Y tampoco quería.
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