- mamita, lo que está la kinesio
★ en donde el jugador del ciclón
intentaría no caer en los encantos
de la kinesiologa del plantel.
lenguaje argentino.
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San lorenzo le ofreció unas cortas vacaciones a la fémina, implicándole salir de la ciudad para poder relajarse.
Obviamente que eligió ir a visitar a su familia, así que tomó su auto y viajó rumbo hacia el campo donde habitaba su linaje.
Ella siempre vivió en la ciudad, pero su familia en el momento en el que valen dejo la casa decidió mudarse hacia aquel lugar repleto de paz.
Su estadía allí no fue larga, puesto que pasó unas que otras noches ahí para regresar finalmente hacia su hogar.
En esos días los cual pasó fuera de casa, disfrutó la calma que habitaba en su entorno; si le preguntaran, diría que en unos años podría irse a vivir allá.
Lo más emocionante fue poder volver a ver a su hermano. Vaya que lo extrañaba.
Y al pisar aquella casona, no quería dejarla más, pero aquel reto le tocó el día de hoy.
No tuvo más remedio que despedirse de toda su familia, con una gran mueca adornando su rostro.
Quería dormir, dormir en grande, pero al ser ella la conductora no podía.
« La próxima vez voy a ir en micro. »
No tardo mucho en arribar a la ciudad, lo cual le dio un gran alivio.
Bajo sus pocas maletas que había llevado para desempacarlas una vez llegando a su apartamento.
Claro que había gozado de la paz de aquel lugar, pero nada se comparaba a la calidez de su hogar.
Le quedaba un día más de descanso, pero aún así decidió ir a recorrer el club, para des aburrirse.
Tuvo la idea de enviarle un mensaje a agus, para saber si estaría allí cuando ella llegue, y para su buena suerte, recibió un si como respuesta.
Al pisar la institución no tardo en saludar a los empleados que trabajaban ahí, claro que los conocía muy bien.
— no tardaste nada en llegar.
— no había nada de tránsito — respondió con indiferencia. — ¿que hacías acá? me sorprendió tu respuesta debido a que tenías tiempo libre antes del partido de hoy.
— estaba aburrido y no tenía nada que hacer, de suerte me llegó tu mensaje — sonrió negando.
— me parece raro no verte con un mate — la ojiazul frunció el ceño.
el suspiro — el pelotudo de matías me perdió el termo y no me quiere ayudar a buscarlo. — rodó los ojos.
— te vas a tener que comprar otro agustín, porque el mío no te lo traigo ni en pedo de lo distraído que sos — bromeó.
— ja ja muy graciosita. si me lo traes te doy un regalo — guiño el ojo.
— ni loca agustín.
se acercó más a ella — dale.
volteo los ojos divertida — aléjate.
— ¿o si no que?
— te voy a romper la pierna recién sanada, así que o me haces caso, o no vas a poder jugar hasta la temporada siguiente.
el levantó los brazos rendido — vos ganas valentinita — río. — me olvide de decirte, ¿vas a la cancha a ver el partido? hoy te sustituye ese amigo tuyo.
— si, benja me contó. obviamente voy a ir — sonrió ladinamente. — ¿me vas a dedicar un gol?
— mm, lo voy a pensar. pero ojo, que no te lo dedique benji — dijo, sarcásticamente.
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