Capítulo 41

475 73 159
                                    

En el que ya no era Messi.

Celia y Jorge estaban en la habitación mientras seguían esperando noticias nuevas. La madre estaba muy desesperada y lo único que quería era tener una conversación con su hijo. Ya lo sabía, bastaba cona apenas encender el televisor o tomar el celular para ver como en cada red social y en cada programación estaba en primera plana alguna fotografía o vídeo de su hijo. Claro que estaba cambiado, a pesar de la calidad de las imágenes que recibió se podía apreciar los grandes cambios que hubo en su nene. Constantemente su cuerpo sudaba y el sentimiento de querer salir al aeropuerto y coger el primer avión que la envié a México se hacía más grande. Toda la gente a su alrededor la miraba como diciendo si era verdad lo que estaba sucediendo.

El esposo al notar de nueva cuenta como su mujer se estaba perdiendo en sus pensamientos, se acercó a ella para abrazarla. Este acto hizo que Celia regresara en sí.

—¿Sabes qué el nene heredo de ti esa mirada? La que pones cuando te vas a un punto donde nadie existe más que tus pensamientos— Jorge hablo mientras tomaba la mano de su esposa para darle unas caricias—. Siempre he creído que Messi se parece más a vos de lo que uno puede llegar a pensar.

Ella se recargo en el hombro de su marido para buscar esa compañía que siempre sabía darle.

—Es que no puedo creer enserio lo que está pasando. No quiero dormir porque tengo miedo de que al abrir los ojos me de cuenta de que todo fue... solo producto de mi imaginación. De que esto que estoy viviendo es un sueño del cual yo tengo que despertar en algún instante.

—Si es tu sueño ¿Puedo saber por qué no me hiciste más guapo?

Celia soltó una leve risa y eso basto para que Jorge Messi también tuviera un cambio de humor. Ver al amor de su vida mejor siempre era la luz y esperanza que él muchas veces necesitaba.

—No es un sueño— Jorge sentencio mientras se acercaba a la oreja de su esposa—. Todo está ocurriendo, el milagro que muchas veces pedimos en verdad ocurrió. Nuestro muchacho está vivo, está con nosotros de regreso.

—De verdad quiero hablar con él, de verdad quiero verlo. Necesito abrazarlo, ya sé que fue lo que nos dijeron las autoridades. El mismísimo presidente de México, pero no estoy en paz... no puedo. Quiero que mi hijo este con nosotros. Necesito asegurarme de que en verdad esta bien. De que nada malo le ha pasado.

—También yo, te juro que lo que más quiero en este momento es poder tenerlo aquí con nosotros. Poder escucharlo, poder tocarlo y decirle todo lo que pensé que ya nunca le iba a decir, pero las autoridades están trabajando en todo... a nosotros solo nos queda esperar.

Aquel comentario no era el mejor en realidad para que una madre como Celia pudiera escuchar, pero entendía que su esposo era buena gente. Intentaba siempre sacar la mejor situación de los eventos malos que estuvieran pasando entre ellos.

—Y sí mejor pensamos en que le vamos a decir cuando lo volvamos a ver— Jorge intentaba que su amada esposa dejara de pensar y que el ansia tomara posesión completa de ella—. Lo primero que le diré cuando lo vea es que lo amo demasiado. Que quiero que sea feliz, que quiero que este con Antonela si es lo que él desea. Quiero decirle que tiene familia con la que puede contar. Que no está solo.

—Yo le diré que en verdad siento que muero con todo lo que está pasando pero que no está solo— Celia decidió participar en este intento de su esposo para sacar un tema de conversación—. Le contare de cómo hemos defendido a sus amigos de los medios que los atacaron y acosaron siempre, quiero que sepa que soy una madre para todos ellos. Quiero que se entere de que hemos ido a terapia, pero eso sí. No quiero que se sienta culpable. Le quiero contar de cómo hemos avanzado y también le quiero pedir disculpas por todas las cosas que hemos hecho mal como padres... quiero decirle en lo que hemos trabajado y de lo que encontramos en la privacidad de su habitación. De verdad espero que no se moleste, que no se ponga furioso por todo lo que hemos hecho pensando en que ya no estaba más con nosotros...

Yo no soy Messi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora