Capítulo 𝐗𝐗𝐈𝐕 - 𝑻𝒉𝒆 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝑴𝒆𝒓𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒚

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𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒚 𝒆𝒍
𝑴𝒆𝒓𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐

𝑳𝒂 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆𝒔𝒂 𝒚 𝒆𝒍 𝑴𝒆𝒓𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐

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Kings Landing
113 d.C

Una sonrisa de satisfacción se dibujó en los labios de la princesa Visenya al notar como su cintura se veía aún más estrecha en aquel despampanante corset. Por un instante se pregunto que pensaría Daemon si llegase a verla en aquel atuendo tan provocativo, en el fondo conocía la respuesta, pero le encantaba fantasear al respecto, no podía estar con Daemon físicamente, pero era el hombre que invadía sus pensamientos, y aquello jamás se lo arrebatarian.

Debia lucir impecable ese día en especial, no se encontraba de humor para festejos, y mucho menos para torneos, pero si había algo que la joven platinada disfrutaba profundamente era acicalarse  para opacar a la insipida reina consorte, Alicent era hermosa, de eso no cabían dudas, pero Visenya superaba su atractivo de formas abismales, además de su incomparable belleza Valyria, también poseía aquel aspecto irresistible en su escencia, aquella actitud poderosa, explosiva y pasional, aquella personalidad fascinante, tierna e intimidante en partes iguales, aquel corazón puro, bondadoso y justo.

Buen día— Se pronuncio Sam adentrándose a los aposentos, vestía por completo de negro, y como de costumbre no llevaba armadura más que su pechera, la cual lo hacía lucir aún más fornido, su cabello se encontraba desordenado, cómo era habitual, esto tan solo conseguía sumarle atractivo.

—¿Dónde está tu armadura?— Pregunto Visenya sin si quiera observarlo

Es un día caluroso— Contesto con despreocupación

Sin poder evitarlo Sam recorrió a Visenya, entera con la mirada, no era la primera vez que presenciaba su aspecto en aquellos atuendos tan provocativos, pero si era la primera vez que no disimulaba al verla, en otra oportunidad, hubiese apartado la mirada por decencia, pero aquel día se sentía repentinamente indecente, o quizá simplemente no podía resistirse.

Vis había vivido más de la mitad de su vida dentro de la fortaleza, siempre se había sentido como un ave en una jaula de oro, aunque poseía el alma más libre que Sam había conocido jamás, su forma de expresar aquella libertad se podría reflejar en...

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Vis había vivido más de la mitad de su vida dentro de la fortaleza, siempre se había sentido como un ave en una jaula de oro, aunque poseía el alma más libre que Sam había conocido jamás, su forma de expresar aquella libertad se podría reflejar en cientos de aspectos, pero sobre todo en su forma de vestir, siempre usaba lo que se le antojase, aquellos ropajes y vestidos diseñados especialmente para ella, la princesa no seguía ningun tipo de moda ni protocolo, porque ella era la moda en Desembarco del Rey, cada peinado, cada joya, y cada vestido que la joven platinada lucia, las doncellas y ladys del reino hacían lo imposible por replicarlos.

𝐅𝐢𝐫𝐞 𝐀𝐧𝐝 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 𝐌𝐨𝐨𝐧  |+𝟏𝟖|  𝐷𝑎𝑒𝑚𝑜𝑛 𝑦 𝑉𝑖𝑠𝑒𝑛𝑦𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora