CAPITULO 5

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El show de esa noche traía un poco de ritmos latinos. La calidez del clima ayudaba demasiado para que los huéspedes pidieran bebidas mientras esperaban y miraban el espectáculo.

Sehun estaba listo para ver a Luhan con colores llamativos, un poco de movimientos de caderas, y unas buenas canciones para verlo bailar.

Pero no estaba listo para su reacción después del terrible descubrimiento.

Oh Jung Se era un asqueroso hombre de negocios que había nacido con la estrella más grande desde que estaba en la barriga de su madre.

Heredo un imperio de hoteles que casi pierde por su gran amor a las faldas, había tenido a una maravillosa esposa, una diseñadora de modas que irradiaba seguridad, y un hijo que había salvado la empresa de la quiebra. Y ahora tenía una novia veinte años menor que él, y era japonesa.

Con los dedos de sus manos, Sehun podía contar las veces en las que su padre la había cagado, y claro que chocar una moto era una de ellas. Porque si no hubiera sido por esa brillante hazaña, su cita con Luhan hubiera salido mejor de lo que hubiera planeado, y no con él enterándose que era el jefe de su jefe y que se lo había ocultado por miedo a que este fuera un trepador.

La charla con su madre de lejos fue lo más relajante que había tenido en esa tarde loca, quizás no iría a decirle que se divorció de su padre como su madre lo había hecho, pero si le diría la verdad sobre sus sentimientos.

Pensó en comprar un jodido ramo de flores gigante, o un oso de peluche más alto que él, pero todo eso sería pretencioso y cursi, cosas que no era, quizás pretencioso si, era millonario, pero cursi jamás. Así que habló con Baekhyun y le dijo que hablara con el gerente del restaurante Brisas, el cual era, por mucho, el más lujoso de todo el complejo hotelero, y le dio la orden que lo cerraran, nadie entraba, todos salían.

El mismo traje que Luhan ensució sería el protagonista de esta noche, una colonia con olor fresco que sabía volvería loco a ese chino.

La noche estaba cálida, la brisa del mar se sentía en las mejillas, y las olas del mar estaban de fondo. El teatro principal de Hoteles Ban celebraba la Noche Tropical de la mano de los mejores ritmos latinos.

La vie en Rose || HUNHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora