La nueva doncella de Eloise Bridgerton le parece más interesante de lo que debería.
Bethany quiere descubrir su pasado, mientras intenta descifrar sus sentimientos hacia cierta chica de ojos grises.
El mundo se les tornará gris, pero aprenderán a ve...
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𝒀𝒐𝒖 𝒃𝒆𝒕𝒓𝒂𝒚𝒆𝒅 𝒎𝒆
Bethany decidió seguir el consejo de Andersson y revisar las cosas de su madre en busca de una posible pista sobre su padre. La casa de su madre estaba repleta de objetos, recuerdos y fotos antiguas, pero ella sabía exactamente dónde buscar. Fue al armario de su madre, al fondo, donde estaba la pequeña caja de madera que guardaba sus cartas de amor.
Bethany temblaba de emoción mientras abría la pequeña caja de madera y descubrió una serie de cartas escritas por su madre a su padre. Mientras las hojeaba, una carta en particular llamó su atención. Era una carta escrita por su padre a su madre, fechada hacía muchos años. La caligrafía elegante y cuidada se extendía por todo el papel, revelando las emociones más profundas de su padre. Había hablado de cómo había conocido a su madre, de su amor por ella y de su deseo de pasar el resto de su vida a su lado.
Bethany se sorprendió al ver que la carta estaba firmada con las iniciales "T.C." en lugar del nombre completo de su padre. ¿Por qué no había firmado con su nombre completo? ¿Qué significaba eso?
Con cuidado, tomó la carta entre sus manos y la leyó una y otra vez, buscando pistas ocultas en cada palabra. Los sentimientos expresados en las líneas eran genuinos y profundos, lo cual confirmaba el amor que había existido entre sus padres. Sin embargo, la firma intrigante dejaba un velo de incertidumbre sobre la identidad de su padre y las razones detrás de su elección.
Bethany sabía que debía investigar más a fondo para descubrir quién era T.C. y cómo encajaba en la historia de su madre. La carta era solo el comienzo, y estaba decidida a seguir el rastro de pistas que pudiera encontrar.
Luego de guardar con sumo cuidado la carta en su bolso, Bethany se encaminó hacia la imponente mansión de los Bridgerton. Mientras atravesaba el elegante vecindario, su mente se convertía en un torbellino de pensamientos y emociones. La incertidumbre sobre el paradero de su padre y la tensión palpable entre ella y Eloise creaban un caos emocional en su interior.
Cuando llegó a la mansión, un escalofrío recorrió su espalda al cruzar el umbral. A pesar de haber estado allí en numerosas ocasiones, su corazón dio un vuelco ante la anticipación. Se dirigió directamente hacia la habitación de Eloise y tocó suavemente la puerta. Al escuchar el "adelante" de Eloise, Bethany entró. Eloise apartó la mirada de su libro y sus ojos se encontraron con los de Bethany. En ese instante, se generó una tensión incómoda en el aire, ambas chicas se sentían inseguras y perdidas, sin saber cómo actuar. El silencio que llenaba la habitación era casi palpable, tan denso que parecía susurrar los latidos apresurados de sus corazones.
—¿Hay algún baile esta noche? —logró articular Bethany, intentando romper el silencio.
—Sí —respondió Eloise, su voz apenas un susurro—. Los Cowper son los anfitriones.
Bethany asintió, incapaz de pronunciar una palabra más. El peso del silencio se hizo aún más evidente. Sin embargo, la tensión era palpable, cargada de expectativas y sentimientos no expresados.
