La nueva doncella de Eloise Bridgerton le parece más interesante de lo que debería.
Bethany quiere descubrir su pasado, mientras intenta descifrar sus sentimientos hacia cierta chica de ojos grises.
El mundo se les tornará gris, pero aprenderán a ve...
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La narración de este capítulo será un poco distinta...
Eloise.
Mi respiración era acelerada, no sabía cómo reaccionar. Miré a Bethany que tenía la cara roja y estupefacta.
—Benedict, puedo explicarte— en verdad no podía, ni sabía cómo hacerlo. No sabía que decirle a mi hermano mayor, el cual me ha visto besando a otra chica.
—Madre quiere que bajes. Daphne vino— dijo y se fue de la habitación dejándonos nuevamente solas.
Y silencio total.
Solo podíamos escuchar nuestras respiraciones. Bethany estaba notoriamente asustada y nerviosa, su mirada estaba perdida en la nada y tenía la boca ligeramente abierta dejando entrar el aire.
—Bethany— dije llamando su atención—. Lo siento, esto es mi culpa...
—No Eloise. No es tu culpa— dijo con voz suave. Mi corazón se removió y mis ojos se volvieron llorosos.
Yo sabía que esto podía traerle varias consecuencias graves. Esto podía acabar con su vida, con sus sueños.
Lo peor que podría pasarme a mí era que me envíen a un internado en Gales para señoritas o quitarme la dote y ninguna de esas cosas me importaban los suficiente como para parecerme importante, al menos no en comparación con lo que le sucedería a Bethany.
Estoy segura de que mi familia pensaría que ella me incitó o me mal influenció, cosa que, obviamente no pasó. Yo decidí aceptar los sentimientos que tenía hacia Bethany, yo acepte enamorarme de ella y, ahora por eso, ella sufriría grandes consecuencias.
¿Por qué este amor en específico es malo?
¿Por qué si lo que siento es tan bonito y real es malo?
Son cosas que tal vez nunca entenderé y puede que no quiera entenderlo. No tiene sentido.
—Eloise, debes bajar. Tu familia te espera— dijo Bethany con una pequeña sonrisa en sus labios. Era débil, pero hermosa, lo suficiente para hacerme acercarme y darle un abrazo.
—Todo irá bien— le susurré antes de romper el abrazo que nos unía. Ella asintió.
Salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mí. Caminé por los corredores de aquella casa que me traía vagos recuerdos de muchas cosas: mi padre, mis hermanos y yo jugando, Daphne cantándome una canción el día que nuestro padre murió. Yo era muy pequeña para entenderlo, pero ahora me pregunto si mi padre estaría decepcionado de mi por la noticia que Benedict tal vez le acabaría de dar.
Al llegar a la sala pude ver a toda mi familia reunida. Mi madre sonreía mientras sostenía a su nieto, el hijo de Daphne, mientras los demás charlaban anímicamente.
Eso significaba que Benedict no había dicho nada, aún.
—Oh, Eloise— dijo mi madre sonriendo—. Ven a ver el bebé.
