Hollan

Capítulo 12: Recuerdos agridulces

[10 años atrás]

Un pequeño de cabellos rizados llegó corriendo hacia los cuatro chicos con Venom sobre sus hombros.

Kateline se agachó y abrazó al pequeño Hollan, desde que llegó siendo un bebé todos le cuidaron como a su hermanito pequeño.

—¿Qué sucede, bonito?

—Helmana Ev, teno hamble —Evelyn le acomodó los lentes al pequeño y le revolvió los rizos castaños.

—Espera aquí, iré a buscarte algo de comer. Nick, ven conmigo —ambos avanzaron por los pasillos en dirección a la cocina.

Se les prohibía comer fuera del horario, pero ellos incumplían las reglas y robaban comida para alimentar bien a su pequeño hermanito.

Al llegar a la cocina Nick ayudó a Evelyn a subirse en la repisa y está tomó lo necesario para preparar un sándwich, el rubio tomó una cajita de jugos y volvieron para entregársela al pequeño mientras le hacían cuentos y reían.

Sus vidas desde que el pequeño había llegado parecía ser más colorida y animada.

(...)

—¿Nos mandaste a buscar? —los cuatro se sentaron frente a Alycia.

—Tiene que ser hoy.

—¿Qué? —Kate abrió enormemente sus ojos.

—Llevamos cuatro años preparándonos para esto, hoy es el día, todos los líderes se reunirán justo aquí en la noche. Si no lo hacemos hoy, no lo haremos nunca.

—¿Estás segura? —la voz de Nick tembló ligeramente.

—Están preparados. Podrán hacerlo —asintió firme.

(...)

Evelyn estaba escondida en uno de los pasillos, cuando Dashi pasó por allí haló su brazo y lo pegó contra la pared asustando al chico.

—¿Evelyn? ¿Qué sucede?

—Dile a tu padre que no venga hoy a la reunión.

—¿Qué? —el chico frunció su ceño confundido.

—Pase lo que pase no dejes que venga, realmente si viene morirá —sin decir más salió de allí apresurada.

(...)

Saber que el día que llevaban años esperando al fin había llegado los tenía inquietos, Evelyn no paraba de mover su pie en una señal de ansiedad. Las luces se apagaron indicando que debían entrar a sus respectivas habitaciones.

Los cuatro llevaron al pequeño Hollan a la cama y lo arroparon.

—Descansa —Crys besó su frente.

—Escucha, pase lo que pase, oigas lo que oigas, no salgas —advirtió Evelyn acariciando sus rizos castaños mientras el pequeño asentía confundido—. Nosotros vendremos a por ti, nos iremos de esta mierda de sitio.

Todos salieron cerrando la puerta del pequeño y yendo hacia donde se les había designado, esa noche no durmieron nada, estuvieron alertas preparándose para el momento indicado.