[Nickolas Lannon]
Me levanté de la cama con cuidado tratando de no despertar a Aleck, avancé hasta el baño de forma silenciosa y comencé a quitarme la ropa para darme una ducha, al estar debajo del agua fría cerré los ojos y dejé que esta cayera por mi cuerpo con calma.
Salí del baño con una toalla alrededor de mi cintura y comencé a vestirme.
-¿A dónde vamos?
Di un salto en mi lugar por el susto y miré a Aleck, estaba sentado en la cama, despeinado, con los ojos cerrados por el sueño y el torso descubierto dejando ver sus tatuajes.
-Tú vas a dormir, yo tengo un compromiso.
-¿Qué compromiso? -se puso de pie y avanzó hacia mí.
-No es de tu incumbencia.
-Déjame ir contigo, porfa.
-¿No tenías sueño? Acuéstate a dormir.
-Que no. Quiero ir contigo. No acepto un no por respuesta -comenzó a arreglarse de forma apresurada y acomodó su cabello con sus manos-. Vámonos.
-Eres tan terco -suspiré rendido-. Vamos.
Salimos de casa en silencio y subí a mi moto.
-No tengo todo el día, Smith. Sube.
El de cabello negro obedeció, subió a la moto y se agarró con fuerza de mi cintura, emprendí camino, disfrutando de la fría brisa impactar contra mi rostro y despeinar mis cabellos rubios mientras las mano de Aleck se aferraban con fuerza a mi cintura.
Estacioné al salir de la ciudad, en un terreno abandonado que era actualmente territorio de los perdidos.
Bajé de la moto y comencé a avanzar siendo seguido por Aleck, a lo lejos vi a Colin y sonreí, ese pequeño niño travieso.
Estaba sentado en el suelo jugueteando con sabrá dios qué, su cabello teñido de gris cubría sus pequeños y tiernos ojos oscuros mientras un gorro negro adornaba su cabellera.
Alzó su vista en mi dirección, con sus mejillas abultaditas pareciendo una ardillita. Se puso de pie animado y corrió hacia mí saltando a mis brazos, reí mientras le atrapaba y le permitía llenarme de besos.
Colin era hermoso como un demonio y tenía el cuerpo incluso mejor que el de muchas mujeres.
Lo dejé en el suelo y acaricié sus cachetes mientras él se quejaba.
-¡Veli! Te extrañé mucho, estabas perdido.
-Pensaba que el que era parte de los perdidos eras tú.
-Ni los perdidos nos perdemos tanto como tú veli ¿Quién es él? -señaló a Aleck.
-Aleck Smith, es uno de los nuestros ahora.
-Oh ya veo, ten come -le extendió una bandeja con carne, Aleck tomó un pedazo, pero golpeé su mano antes de que la llevara a su boca.
-¿Qué sucede? -me miró confundido.
Tomé su mano y le hice seguirme hasta apartarnos un poco de todos.
-Era carne humana.
-¡¿Qué?!
-Los perdidos comen carne humana, aprovechan estos eventos para exponer su comida como obra de arte, mayormente es carne de sus enemigos o de los traidores.
-Qué jodida locura -Aleck lucía desconcertado.
Colin llegó nuevamente a nosotros, me abrazó con fuerza escondiendo su cara en mi pecho.
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Hollan
ActionLa venganza puede ser vista como lazos de maldad que te rodean por completo, estrujan tu corazón hasta reducirlo a la nada. Y allí estaban los siete, sobre una cuerda floja a punto de caer por el precipicio, arriesgándolo todo, deseando ver quien c...