1;reencuentro

1.2K 73 9
                                    

La angustia que sentía mientras corria la infinita distancia entre el cuarto de mi hija y el mio, se disipó en un segundo. Desde el segundo en que había recibido esa llamada de Gonzalo advirtiendome sobre la presencia de Demetrio en la casa, habían pasado por mi mente un millón de escenarios posibles...

Pero ninguno de ellos se parecía siquiera a lo que me encontré en el instante en el que entré a mi habitación. Absolutamente nada en el mundo, podría haberme preparado para aquello.

Gaby estaba sentada sobre uno de los sofás, tenia la cara roja al igual que sus ojos que estaban repletos de lagrimas, se notaba asustada, pero estaba bien, y eso me devolvió el alma al cuerpo. Frente a ella, de espaldas a mi, había alguien a quien no había visto durante cuatro años, pero cuya figura reconocería en cualquier parte sin importar cuanto tiempo pasara.

Franco.

Mi Franco.

En el instante en que lo vi, el mundo se detuvo. Y por algunos instantes temí que me hubiese desmayado y que aquello fuese tal solo un producto de mi imaginación.

Aquello no podía ser real. Había soñado tantas veces con volver a verlo, que sencillamente no podía creer que estuviese pasando.

Él no podía estar en nuestro cuarto, en nuestra casa... ¿Seria posible que hubiese decidido regresar en el momento en que más le necesitaba?

Franco no notó mi presencia al principio, o al menos eso creí, porque no volteó hasta que Gaby fijó su mirada en mi y dejó de prestarle atención a él. Lo vi comenzar a voltearse, a mi me pareció que demoró una eternidad, quería verle, necesitaba volver a ver su rostro.

Cuando finalmente giró lo suficiente para mirarme, y nuestros ojos se volvieron a conectar... sentí como todo a nuestro alrededor se desvanecía. No podía pensar en otra cosa que no fueran aquellos dos hermosos ojos azules que yo tanto había añorado.

Franco se puso de pie lentamente, sin despegar su mirada de la mia, ambos eramos incapaces de hacerlo. Sentí como nuestras almas volvian a conectarse a través de nuestros ojos, volvíamos a ser uno, incluso parecia que el tiempo no hubiese pasado, la conexión entre ambos era tan fuerte como lo era la noche antes de que partiera.

A lo largo de los años había formulado en mi cabeza un millón de preguntas y sus posibles respuestas sobre la decisión de Franco de dejarnos, sin embargo, en ese instante no podía siquiera pensar en atacarlo a preguntas. Observé su rostro, se lo notaba más apagado, no había rastro de su sonrisa, sus ojos azules eran tan profundos como los recordaba, pero parecían haber perdido gran parte del brillo que los caracterizaba.

Lucia como si no se hubiese afeitado en meses, y como si llevara días enteros sin pegar un ojo. Estaba descuidado, pero aun asi, me parecía que no podía verse más hermoso.

Franco se quedó de pie frente a mi, y pude notar que estaba debatiéndose internamente sobre si debía avanzar o mantener la distancia entre ambos, por lo que decidí dar el primer paso. Caminé torpemente hacia él, sin poder coordinar completamente mis piernas.

Bajé la mirada hacia sus manos, y al hacerlo me invadió una terrible necesidad de sentir de nuevo sus caricias sobre mi piel.

Con miedo a que pudiera apartarse de mi, tomé sus manos entre las mías, y las acaricié mientras las subía hasta la altura de mi rostro. Sin pensarlo, posé sus manos sobre mis mejillas y mi piel reconoció de inmediato aquel toque, y fue en ese preciso momento, mientras recorría mi rostro con sus manos y sentía su aroma, que pude darme cuenta de que aquello era real.

Las manos de Franco se sentían más ásperas, pero sostenían mi rostro con la misma dulzura de siempre.

Mi corazón comenzó a latir con más fuerza a medida que terminaba de convencerme a mi misma de que él había regresado, me invadió una enorme felicidad que había experimentado pocas veces en mi vida, pero también una incertidumbre que solo había experimentado el dia en que él se fue de mi lado.

Franco estaba alli conmigo, pero... ¿Y si no estaba allí por mi?

Lo miré a los ojos en busca de una respuesta, sabiendo que ellos no podrían mentirme, había aprendido a leerlo a través de su mirada, Franco no solia mentirme demasiado, pero si que muchas veces minimizaba las cosas para no preocuparme, y debí aprender a leer sus ojos para obligarle a decirme la verdad.

Mi corazón dió unos pequeños saltitos de felicidad cuando lo vi a los ojos, obteniendo la respuesta que deseaba; estaba tan sorprendido y feliz de volver a verme como lo estaba yo. Dejé sus manos sobre mis mejillas y llevé las mías hacia las suyas, acariciandolo con amor y dejandole saber que estaba junto a él, dejandonos saber a los dos que aquello era completamente real.

Franco comenzó a llorar al sentir mis manos contra su piel, y yo lo hice junto a él.

—¿Qué pasó? — Fué la única pregunta que pude articular—

No podía decir más, al menos no en ese momento. Estaba llena de dudas, pero al verlo tan destruido como lo estaba yo, no pude seguir insistiendo. Por el momento, me conformaba con saber que aquel reencuentro significaba tanto para él como lo hacia para mi, que me había extrañado tanto como yo a él.

—Sara

No sabria describir como me sentí al volver a escuchar su voz pronunciando mi nombre. No era un sueño del que despertaria llorando en mitad de la noche, ni mucho menos un recuerdo de los viejos tiempos cuando eramos felices, estaba frente a mi, hablandome.

—Escúchame, no... —Intentó encontrar las palabras adecuadas para dirigirse a mi—

Estaba tan afectado como yo, y eso, en un punto, me tranquilizó. Tal vez existiera una explicación coherente a todo lo que había pasado, y la realidad fuese que separarse de mi le hubiera dolido a él tanto como su ausencia me había dolido a mi.

—No va a estar facil pero soy yo... dame tiempo. — expresó–

¿Tiempo? ¿Acaso cuatro años no habían sido suficientes?

La rabia se apoderó de mi por un instante, lo tomé con un poco de fuerza del borde de su camisa, y aparté sus manos de mi rostro mientras ahogaba el deseo de gritarle que me diera una explicación, incapaz de mantenerle la mirada por más tiempo, bajé mi rostro mientras sentía como él pasaba junto a mi, probablemente en dirección al baño.

Quise ir detrás de él para exigirle respuestas, pero en ese momento recordé que Gaby estaba junto a nosotros, y la preocupación de madre pudo más que el enojo de esposa. La abracé y me deshice en disculpas hacia ella.

Durante algunos minutos solo me concentré en mi hija, le dí tiempo a Franco para recuperarse, y me preparé mentalmente yo misma para enfrentar a mi esposo más tarde, temerosa de las respuestas que él pudiera dar a cada una de mis dudas. 

----------------

N/A: Buenas! ¡Feliz primer aniversario del reencuentro!

Es la primera vez que escribo desde el punto de vista de Sarita, asi que no sean tan duras conmigo 🤭Tengo ocho escenas planeadas, pero si tienen sugerencias, pueden comentarlas y las tendré en cuenta<3

from her pov (sarita y franco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora