Matrimonio ¿Conveniente? [ Fargexby ]

💍 Capitulo 6 💍

Ambos entraron en pánico.

Fargan no tenía planeado hacer eso, solo quería darle una advertencia, un pequeño susto de nada para que no se quisiera pasar de listo, pero al estar tan cerca del cuerpo de Alex...

Todo se había salido de sus manos. Ya no era divertido... Bueno, nunca lo fue, ni siquiera para Fargan

—¡Joder tío! En este momento estoy lo suficientemente cuerdo como para saber que me desagrada hacerlo en un mar de sangre. — pauso —Q-que fastidio— Tartamudeo. Dio media vuelta y salió corriendo sin mirar atrás, dejando a un Alejandro agonizando de dolor

Parecía que también se había asustado

Pero no tanto como Alex, que veía sus manos cubiertas de sangre, pensando en si sacar el cutter de la zona herida o no. No sabía qué hacer ante el panico.
Solo pudo dejar que su cuerpo se desplomara en el suelo ante el dolor... Todo dolía

Pero no sabía si dolía más la reciente herida en su hombro, justo en el derecho cerca de la clavícula; la mordida que estaba detras de su otro hombro; los retorcijones en su estómago que eran como puñaladas, o su nariz enrojecida que parecía que había dejado de hacer su función, al sentír que ardía ante cada inhalación por conseguir aire, terminando por respirar por la boca

—...Quiero irme a casa...— Sollozo en silencio viendo cómo la sangre manchaba el piso hasta quedar inconsciente 

*Días más tarde*

—Alejandro vístete —Una voz casi desconocida lo llamo, al mismo tiempo que sentía que las cobijas eran retiradas de su cuerpo.

Aún adormilado supuso que esta era una de las sirvientas....

Los días pasaron. Y aquel día aun estaba borroso... Todos los días últimamente estaban borrosos ya que no valía la pena recordar

Pero una cosa estaba seguro... Una silueta amable lo trago a casa... Le gustaría decir que fue su padre, su hermano, hasta Amidala, la bella sirvienta que siempre se preocupa por él. Pero... Lo dudaba. Había lagunas mentales, y solo sabía que se había desmayado enfrente de su casa, y eso lo sabía porque se lo dijo Nieves cuando recién despertó justo en su cama con sus heridas ya tratadas...  Era extraño, más no le dió muchas vueltas, estaba mas inclinado en que aquella persona solo fue una alusionacion y que el mismo se obligó a tratarse y llegar a casa como si nada hubiera pasado...

—Es sábado, tengo permitido levantarme hasta las 10~— Dijo soñoliento el más joven, acurrucándose nuevamente entre los edredones—Si no le importa, podría retirarse. No tengo nada agendado a tan altas horas de la mañana— le comento al pensar que era una nueva empleada y no sabía su horario

—¿... Con quién crees que estás hablando?— El tono de aquella mujer se elevó en clara molestia.

Al ser regañado Alejandro agudizo su oído y reconoció la voz