Capítulo 3

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Dazai terminaba de cepillar su cabello mientras tarareaba una canción que no recuerda en donde había escuchado, pero era muy pegadiza, aunque la letra trataba sobre un suicidio, pasó esto por alto y siguió con su labor.

Terminando de cepillarse los dientes, bajó hacia el salón principal. Atsushi lo esperaba con una mochila en la mano. Hoy, irían a visitar a sus padres, quienes según las fuentes de Atsushi estaban preocupados por él y su accidente. - Vamos, Atsushi-kun -

Hoy había demasiado tráfico, y Atsushi no tenía una licencia y mucho menos un auto; así qué, decidieron tomar el tren.

Actualmente viven en Chengdu, y debían dirigirse hacia Xian. Atsushi revisaba los boletos que compraron en línea, al terminar, habló tranquilo. - Aún falta una hora para que nuestro tren salga, si nos damos prisa llegaremos temprano -

- Atsushi-kun, ¿cuanto nos tomará llegar a Xian? -

- No se preocupe por eso Dazai-san. El tren parte a las siete de la mañana y termina su recorrido a las diez de la mañana; son solo tres horas de viaje, y si se preocupa por la comodidad, recuerde que reservé asientos de primera clase - Dazai dio un leve asentimiento al tiempo en que acomodada su abrigo. - Dazai-san, ¿aún recuerda sus clases en Inglés? -

Dazai no recordaba haber tomado clases de Inglés, pero si el albino le estaba preguntando sobre aquello, suponía que antes de perder la memoria sabía Inglés. Repasó sus pocos recuerdos, y efectivamente podía hablar algo de Inglés, o al menos podía abordar un tren. Él asintió.

Atsushi hizo un movimiento con su mano, indicando que ya debían partir, tomó su pequeña maleta -Después de todo, no iban a pasar tanto tiempo en casa de sus padres- y caminó junto a su compañero.

El camino fue rápido. Llegaron, dieron sus boletos, Dazai dijo algunas cosas que Atsushi no entendió, y abordaron el transporte en primera clase.

La vista desde la pequeña ventana era reconfortante. Los árboles bailaban con gracia ante el suave tacto del viento, y las pequeñas rosas y flores que crecían en algunos arbustos eran tan vivas y coloridas. Pero, aún con la magnífica vista que tenían, Dazai no podía apreciarla o disfrutarla. Atsushi no pareció darse cuenta de esto.

Prefirió empezar un tema de conversación para distraer su mente del sentimiento amargo que se instaló en su pecho. — Atsushi-kun, ¿podrías hablarme acerca de mi familia? —

Atsushi salió dejó de admirar el paisaje, y sonrió tratando de disimular sus nervios ante la repentina curiosidad de su mayor —Por supuesto. Su familia cuenta de su madre, Tsukuyomi, su parte Katashi, antiguo jefe del hospital que ahora es suyo, y una hermana de dieciséis años, Junko. No se mucho sobre su familia además de eso. Usted no solo a hablar tan seguido sobre ellos, disculpe—

Dazai notó los nervios de Atsushi, pero no les dio importancia por ahora. El muchacho ya es muy tímido para acorralarlo con más preguntas, Dazai lo dejó tranquilo en lo que quedó de las tres horas.

...

Osamu Dazai se dio cuenta de dos cosas al observar la casa en la que vivió toda su infancia:

. —Él tenía mucho dinero.
. —La casa se veía tan solitaria aún cuando había gente dentro de ella.

No tenía las características de un hogar cariñoso. En realidad se veía como la casa de una portada como tema principal: Millonarios y sus familias "perfectas y felices" aunque de esto no tuvieran ni lo más mínimo.

La madre de Dazai bajó por las escaleras para recibir a su hijo. La señora se veía más joven de lo que Dazai había recreado en su mente, y tenía un ligero parecido a Dazai. Ella habló con el típico tono meloso de una madre. —Cariño, mirate, estas tan descuidado. Vamos adentro; ¡te daré de comer!— Tironeó de Dazai hasta arrastrarlo a la elegante isla de la cocina, y empezó a sacar cosas de la nevera con mucha prisa.

Después de forzar a Dazai de comer hasta querer vomitarlo todo -Al final si terminó vomitando a escondidas- lo llevó hasta la oficina de su padre.

Atsushi quién lo seguía a su lado, y no atrevió a hablar desde que bajaron del auto que los llevó hasta la casa/mansión de Dazai, también lo siguió hasta el despacho de su padre.

Dentro de la oficina, el padre de Dazai revisaba algunas cosas en su celular. Alzó la mirada para encontrar los ojos de Dazai. —Me alegra que te encuentres bien— Dazai no se esperaba el encuentro más hermoso del mundo, pero una vez más, se sintió indiferente con el entorno, mejor dicho, sentía que no pertenecía a ese lugar.

El ambiente se puso tan pesado después de eso. Dazai no sabía como reaccionar; así qué, agradeció, dio una "sincera" reverencia y salió de la oficina de ese tipo.

Lo siguiente fue algo incómodo.

Quizás no recordaba nada desde que despertó en el hospital, pero ahora descubrió lo mucho que le incomodaba el contacto físico de otra persona.

Junko dejó de abrazar a su hermano luego de unos pocos minutos. —Hermano, estaba muy preocupada por ti— Pronunció con los ojos algo brillosos debido a las lágrimas que estaba tratando de retener.

Dazai acarició su cabellera despreocupado y no habló tanto. —Ya estoy bien, Junko-chan - Fingió una sonrisa reconfortante y dejó de esparcir caricias en la cabeza de la menor.

Atsushi después de un tiempo habló. —Dazai-san, deberíamos ir a la sala principal. Tu mamá dijo que en unos minutos el almuerzo estaría listo—

Dazai asintió con la cabeza. —Está bien, vamos—

El día se resumió en Dazai tratando de huir de Tsukuyomi y la cantidad exagerada que quería darle de comer.

Se había hecho algo tarde, y ya no habían trenes con dirección a Chengdu; así qué Tsukuyomi los obligó a quedarse a pasar el día entero en la casa. Nadie se opuso.

Ya al momento de dormir Dazai dejó escapar algunas pequeñas lágrimas que retuvo durante todo el día desde que abordó ese tren.

Se había sentido asfixiado en todo momento, porque se sentía vigilado de alguna manera, y sabía que algo no estaba bien en esa casa y en su accidente.

De alguna manera todo se sentía falso, pero Dazai no lo sabía, no sabía que era lo que se sentía tan falso. Quizás la nula existencia de fotografías suyas de pequeño en ese lugar en el que supone pasó toda su infancia y adolescencia, podría ser eso. Pero, la duda de Dazai no partía desde esa información, y en realidad desconocía que era ese algo tan inhumano que lo hacía sentir de tal manera: Tan falso.










K onda gente 🕴 ya no me ando demorando tanto para actualizar 👍

No se q más decir, bye, les amo🏃‍♂️

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