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Un nuevo día comenzaba y la azabache despertó renovada y sin algún rastro de tristeza. Se quedó contemplando el paisaje que se encontraba fuera de la ventana de su habitación, después de minutos se levantó y se dirigía a la bañera, pues requería un baño decente y de agua caliente ya que no era lo mismo asearse en lagos o aguas termales que con productos de higiene e incluso con seguridad. De repente una preocupación le vino a su mente: Inuyasha, temía que este se encontrara molesto por no verla cerca.
•Kagome: Que dolor de cabeza –Suspiró frustrada-
Salió de su baño y se vistió, afortunadamente era un fin de semana por lo que podría descansar y pasarla con su familia antes de volver a la escuela. Su abuelo había dado una "ingeniosa" excusa a la escuela por las inmensas faltas que había tenido. Bajó las escaleras para encontrarse con su familia esperándola a desayunar, pasaron un agradable desayuno para después cada uno hiciera sus actividades.
^Inuyasha^
Me sentía bastante cansado, no sabía por qué si no había realizado alguna actividad pesada. Me bajé del tronco del árbol en el que había descansado y comencé a buscar a los chicos, sin embargo, no encontraba a Kagome. Comencé a recorrer el alrededor e incluso me adentré al bosque, temía que ella haya desaparecido así que volví a la aldea y empecé a preguntar hasta que llegué a la anciana Kaede.
•Inuyasha: Anciana, ¿Has visto a Kagome? Se desapareció sabiendo que tiene responsabilidades.
•Kaede: Depende, puede que si la haya visto.
•Inuyasha: No estés jugando con fuego, si sabes dónde está es mejor que me lo digas.
Sin embargo, no abrió su boca así que decidí emprender camino hacia el pozo, pues si no estaba aquí seguramente había vuelto a su época, aunque le había dicho que no ella no me había hecho caso. Entré al pozo trasportándome a la época de Kagome y al salir me encontré a Kagome sentada bajo el árbol.
•Inuyasha: Así que aquí estabas Kagome –Murmuré con cierto fastidio-
Kagome volteó sorprendida y ¿angustiada? Al escuchar mi voz, parecía que no esperaba que viniera. Me acerqué a ella y la tomé del brazo para comenzar a moverme a en dirección al pozo, pero ella mostraba resistencia.
•Kagome: Inuyasha no voy irme de aquí, suéltame.
•Inuyasha: ¿Por qué no? Tienes que buscar los fragmentos mientras Naraku está debilitado. Vamos –Comencé a tirar del brazo-
•Kagome: ¡Ya te dije que no! –Alzó la voz-
Comenzamos una gran discusión, ella no quería venir aun sabiendo que era ella la responsable de la perla. La pelea comenzó a subir de tono al punto de que empezamos a forcejear entre nosotros, si embargo, salió de la cada la madre de Kagome junto con su abuelo.•Señora Higurashi: ¿Qué está pasando aquí?, ¿Por qué se están peleando?
•Kagome: No quiero ir con Inuyasha mamá. Acabo de llegar
•Abuelo Higurashi: Muchacho suéltala, la vas a lastimar. Es mejor que lo platiquemos dentro de casa.
^...^
Todos ya se encontraban dentro de la casa mientras que los adultos esperaban que explicaran él porqué estaban discutiendo. Inuyasha se encontraba molesto por la situación, sin embargo, sabía que no podía se grosero con la familia de Kagome.
•Kagome: No quiero irme mamá, necesito un descanso...necesito estar con mi familia –Mencionó con frustración-•Inuyasha: ¡No puedes decidir eso Kagome, tienes una misión con nosotros! –Alzo la voz con molestia-
•Señora Higurashi: Inuyasha, te voy a pedir que no alces la voz en mi casa y menos a mi hija.
•Inuyasha: Per...-Fue interrumpido por la señora Higurashi-
•Señora Higurashi: Y segunda, Kagome ha estado ausente durante mucho tiempo, era necesario que también nosotros sepamos de ella, te recuerdo que no eres su dueño ni su jefe.
El híbrido se quedó callado, sabía que la mamá de Kagome tenía razón pero, no iba aceptarlo. Se levantó y sin despedirse se fue hacia el pozo, la joven azabache quedó desconsolada ante la reacción de Inuyasha así que se fue a su habitación para poder esconder el dolor que tenía en ese momento.
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Ya nada es igual
Fanfiction[sᴇssʜᴏᴍᴀʀᴜ x ᴋᴀɢᴏᴍᴇ] Cruda y triste realidad para la situación en la que se encuentra la pequeña joven, a pesar de estar rodeada de gente, ya nada es igual para ella.