MONTÓN DE PECAS ✦ LEE FELIX Y TÚ

Capítulo 4

—¿Cómo lo haces? —preguntó _________ sosteniendo un par de prendas en sus brazos.

—¿Hacer qué? —respondió Felix con el ceño fruncido, su mirada dirigida hacia los dos menores que hablaban animadamente en el rincón de una tienda de ropa.

—No lo sé —_________ levantó los hombros y también miró a sus hermanos—. Pero no comprendo, jamás habría podido lograr sacar a esos dos de la casa si me lo hubieses pedido. Y tú... Fueron solamente dos minutos, ni siquiera dijeron que sí y aquí estamos.

—Bueno, fue hace mucho tiempo pero... Aprendí que es más fácil decir lo que la gente quiere escuchar en vez de recordarles lo que no pueden hacer.

Felix estaba distraído, su mirada en el suelo y una melancólica sonrisa en su rostro, seguramente pensando en algún recuerdo de niño. Pero eso a ________ no le importaba en lo absoluto, él podía quedarse ahí mirando a la nada el tiempo que quisiera mientras no arruinara la bella vista que eso le daba.

Su rostro lleno de pequeñas pecas lo hacía ver adorable, adorable incluso a pesar de su voz tan grave y escalofriante. Su cabello rubio también le daba un aire a inocencia que _________ no comprendía la del todo.

—Veo que estás disfrutando del panorama —rió Felix pasando su mano frente a los ojos de la chica para sacarla de su trance, su rostro mostrando una expresión arrogante—, pero lamento informarte que nuestro tour todavía no comienza.

—¿Cómo piensas pagar todo eso? —preguntó _________ para cambiar de tema, de la nada los dos miraron a la figura de Hannah acercándose a ellos con dos prendas en brazos.

—¿Ya te decidiste? —cuestionó Felix señalando todo lo que sostenía su hermana mayor.

—Bueno, no del todo... —respondió Hannah nerviosa—. Quiero llevarme esto y esto, pero esto también es muy bonito...

—Entonces llévalo todo —sugirió Felix levantado los hombros.

—No traje tanto dinero —murmuró la chica con incomodidad.

—Pero si soy yo el que pagará por todo eso.

—N-No quiero que gastes tanto dinero en mí, eso no es justo —se quejó Hannah, sonando igual que su hermano menor Lucas, lo cual hizo reír a los dos mayores de edad.

—No te preocupes por nada, ¿está bien? —susurró Felix acercándose a ella ligeramente, su mano apoyándose en su hombro reconfortante—. Te traje aquí para que disfrutes de las maravillas que Corea del Sur tiene que ofrecer, no para que sigas preocupándote por cosas que no te corresponden.

—Gracias, Felix —respondió Hannah con una sonrisa apenada.

—¡Además, tu hermana se encargará de pagarme por esto! —soltó él en voz alta para que Lucas dejara de mirarlo tan mal.

—¿Disculpa? —se quejó ________ con las manos en la cintura—. ¿Qué te hace pensar que tengo esa cantidad de dinero?

—¿Por qué no se adelantan para ver el resto de las tiendas sobre esta calle? Así podremos visitar el Río Han en hora y los puedo llevar a casa antes de que Christopher llegue.

—Claro, vamos Lucas —Hannah arrastró a su hermano hasta afuera y ________ los vio alejarse por la calle.

Felix parecía no estarle prestando atención, ya que estaba pasándole todas las prendas que Hannah había elegido a la vendedora. En su rostro había una media sonrisa que confundió por completo a la chica, ¿a qué estaba jugando?

Cuando tomó las bolsas de ropa, le indicó con la mirada que lo siguiera.

—Lamento mucho informarte que no voy a poder pagarte todo el dinero que acabas de derrochar con mi hermana —intentó explicarle ella mientras le seguía el paso—. ¿O acaso crees que el dinero me cae del cielo?