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Pronto nos encontraríamos nuevamente lado a lado en un semáforo, pude ver como bajaba la ventanilla de su auto teniendo sus ojos en mi de manera algo molesta. Creo que no le hizo gracia que lo tomara de manera desprevenida.

- Eres una tramposa. - Escuche su vos prevenir desde dentro del auto.

- Que estés dormido no es culpa mía. - Respondí de manera burlona mientras deslizaba el visor del casco y me apoyaba levemente en el tanque de la motocicleta.

- Yo no tengo la culpa de que tus ronquidos de camionero no me dejaran dormir bien. - Respondió mientras tenia su mirada fija en el semáforo con una cara seria. Se veía tan bien de esa manera que no pude evitar sonreír.

Pronto ya nos encontraríamos mirando fijamente el semáforo esperando impacientemente a que este cambiara, se sentía como si el semáforo fuera la señal de salida para comenzar nuestra pequeña carrera que nos podria costar una multa por exceso de velocidad.

Cuando ya se encontraba el semáforo en amarillo nos encontraríamos preparados para comenzar aquella carrera, bajando nuevamente el visor del casco para que el viendo no pudiera ser una molestia por causa de la velocidad.

Cuando el semáforo apenas había cambiado a verde no duramos ni un segundo en por fin comenzar a conducir sin aun exceder el limite de velocidad que seria de 80 Km/h por no ser una zona de tanto flujo, causando también que la vía estuviera muy poco concurrida por autos o motocicletas.

Y hay estábamos, intentando ser mas rápidos que el otro sin necesidad de exceder los limites de velocidad, supongo que esa era nuestra manera de coquetearnos, siendo competitivos y molestarnos mutuamente, no era molesto, era de alguna manera retorcida lindo aunque no bastaba como para verlo de manera romántica, para mi era muy difícil entender como personas tan diferentes podrían ser capaces de enamorarse, y algo que tenia muy claro con Tom era saber claramente la diferencia de nuestros mundos, en donde lo único en donde se encontraban seria en la pación que teníamos con la música.

Lo que no esperaría seria que esos pensamientos serian interrumpidos drásticamente por un vacío en mi estomago que había sido ocasionado al perder la estabilidad de mi motocicleta al no esquivar un agujero por culpa de estar inmersa en mis pensamientos.

Claramente eso causo que terminara en el suelo siendo arrastrada por la misma fuerza que la motocicleta aun tenia por la velocidad, por lo cual tuve que actuar rápido y soltarla aunque me doliera escuchar como se rallaba contra el suelo.

En un parpadear de ojos me encontraba hay, acostada en el suelo algo entontada por el golpe, por un momento sentí como el mundo se detenía, y lo único que podía escuchar era la voz de Tom que me gritaba a la distancia de una manera tan que solo lo podía escuchar como un eco.

Pude sentir como de un momento a otro me quitaban el casco, y no era ni mas ni menos que Tom que me miraba con una cara que tenia una mescla de culpa y al tiempo preocupación, me daba risa su cara debido a que nunca pensé verlo de esa manera, a la cual solo pude comenzar a reírme mientras aun me encontraba en el suelo.

- Dios mío, ¡¿acabas de tener un accidente y te estas riendo?! - Respondió de una manera en la cual podria suponer que estaba enojado, pero aun así parecía que mi risa seria contagiosa ya que al poco tiempo este también se estaría riendo conmigo. - Enserio estas loca, te ríes como marihuanera...

Pude sentir como me tomaba en sus brazos levantándome levemente para luego abrazarme, sus brazos era cálidos y algo fuertes, pero no de esa manera en la que te ahogas, si no que simplemente te sientes mejor de una u otra forma, causando que poco a poco pudiera volver a la realidad.

- Tampoco me hice tanto daño como para que te preocupes así, solo son pequeños rasguños... - Dije cerca de su oído mientras le recostaba levemente en su hombro.

𝑽𝒊𝒐𝒍𝒊𝒏𝒊𝒔𝒕𝒂... ; Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora