Domingo 7 am.
Unos débiles rayos de luz comenzaban a iluminar el gran desastre que había quedado en la habitación de Rebecca. Cobijas, almohadas, ropa, zapatos, adornos, libros, latas de Red Bull, todo, absolutamente todo, estaba regado en los alrededores del suelo. Cualquier persona que entrara a ese lugar concluiría que un huracán, un tornado o algo sobrenatural había hecho paso por allí.
Lo único cierto era que aquella destrucción, había sido obra del par de chicas que ahora dormían tranquilamente sobre la cama, una sobre la otra; mientras una sábana las cubría de pies a cabeza.
Para ellas... o más bien para freen, no había sido suficiente hacer el amor solo sobre la cama, ella quería hacerlo en todas las posiciones y en todos los lugares posibles de la habitación. Rebecca, al principio, no estuvo para nada de acuerdo con la idea, pero al final ganó la ternura con que la chica más joven se lo pedía, y no tuvo de otra que aceptar. Ellas terminaron haciéndolo sobre suelo, sobre las cuatro paredes... incluida la puerta, dentro de la bañera, dentro de la ducha, y, por último, dentro del closet de la ropa.
Desde hace dos horas todo se había calmado, y la habitación estaba en completo silencio. De repente, uno de los celulares que había sobre la mesita de noche, comenzó a sonar.
*Ring* *Ring* *Ring* Timbraba, pero el pequeño montón que había sobre la cama ni siquiera se movía.
*Ring* *Ring* *Ring* El teléfono sonaba repetidas veces, y fue así, hasta que finalmente después de treinta timbrazos, una mano salió debajo de las cobijas, acariciando el lado vacío de la cama.
La mano se movía por todas partes en búsqueda del teléfono y como no podía encontrarlo, tuvo que descubrirse la cabeza... allí aparecía freen, tenía los ojos entrecerrados, estaba despeinada y parecía completamente desubicada, bostezó mientras miraba hacia a la cama, luego hacia la mesita de noche y vio el móvil aun vibrando, lo cogió, presiono el botón de contestar y lo colocó sobre su oreja
"¡Vaya!... ¡hasta que por fin contestas!" Le gritó alguien desde la otra línea de muy mal humor.
Freen solo murmuró un "Si" y su cabeza volvió a caer sobre el pecho de Rebecca.
"¿Si? Becky que demonios, no juegues conmigo. ¡Vamos!"
"Mmm... ¿Quién es?" Preguntó freen. Su voz era áspera y perezosa.
"¿freen?"
"Ajá" Murmuró.
"Hola freen, soy seoul. Puedes comunicarme con becky, debo decirle algo muy importante"
Al escuchar que era seoul, freen volvió a levantar la cabeza y le echó una miradita a Rebecca para ver si se había despertado, pero ésta ni siquiera se movía."seoul, espera un momento si, voy a tener que despertarla"
"Por favor" Respondió seoul por último, mientras freen dejaba el celular encima de la cama y comenzaba a susurrarle a becky.
"becbec, despierta" Le acariciaba la mejilla "becky? , ¡Rebecca!" Seguía llamándola y ahora le palmeaba las mejillas, la sacudía de los hombros con una fuerza moderada a la que cualquier persona reaccionaria, pero ésta no respondía, a nada, a absolutamente nada, y eso logró que freen empezara a llenarse de pánico.
Freen volvió a coger el teléfono y habló "¿seoul?... Becbec...becky no despierta" Su voz fue temblorosa.
"¿Como qué no? Sacúdela, dale una palmada en la frente, pellízcale los brazos, pellízcale las mejillas, pero eso sí, la que está golpeada no. Vamos hazlo, la necesito despierta..."
Freen iba haciendo todo lo que seoul le decía, pero aun así nada parecía funcionar, Rebecca no respondía, y ella comenzaba a temblar y a sentirse desesperada, su corazón bombeaba con más fuerza. De repente recordó las palabras de Rebecca anoche, y empezó a imaginarse lo peor.
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Serás mi novia - Freenbecky
أدب الهواةADAPTACIÓN FREENBECKY ¿Qué pasa cuando la novia de tu padre se muda a tu casa, y con ella, su linda y sexy hija? Rebecca Patricia Armstrong (becky) es una universitaria, buena onda, amigable y abiertamente lesbiana, que ha vivido sola con su padre...