Relatos cortos

| 𝐄𝐥 𝐤𝐚𝐫𝐦𝐚 𝐬𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐬𝐢 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫

Ahí estaba, otra vez, esa sensación de falta de aire. Ella apretaba cada vez más, su mirada de indiferencia y desinterés cada vez pesaba más. Sabía que, aunque dijera algo en propio favor, nada se me vería atribuido; porque ya estaba marcada como la cosa que no servía, como aquello que podías pisotear y no sentiría nada.

Ahora, la mirada indiferente es mía, mientras claman de dolor y gritan de agonía ante el agua caliente que les cae sin parar en cada una de sus partes. Los ojos solo lagrimean fuego y despenden vapor como una tetera humeante. La venganza me es indiferente, realmente no me importa, creo en el karma, pero este se estaba tardando; así que, solamente, adelante lo inevitable.

Además, ella quería que todo fuera brasilero, que todo fuera de su país. Así que, por qué no hacerlo en él, porque no traer a alguien su propio suelo para que se encargara de ella como quería desde la primera vez. La otra no me importa, sus pecados siempre fueron vistos, pero siempre había alguien más a quien culpar; pero este chivo expiatorio se cansó y quiso ver su karma de primera mano.

Cuando él tomo la pinza y comenzó a retirar las uñas ni me inmute, simplemente me limite a limar las mías. Vaya...... realmente necesito manicura.

Oh vamos, no crean que siento remordimiento al ver sus cuerpos ser cortados con una cierra de mano de manera lenta. No me interesa, así como a ellas no les intereso como me sentía y sólo continuaban con sus estúpidas vidas; aplastando a quienes sean necesarios para ser en la cima.

Pues...... esta cima está cansada. 

Y sus gritos son sólo una tortura auditiva, no sé cómo es que han tenido relaciones. Pobres gente ilusa, de seguro y los tampones para los oídos eran baratos.

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Cr. | Historia original

Bueno, más que una historia es un desahogo. Necesitaba matar a alguien y, en la literatura, nadie te juzga y las leyes no existen.