¡Oye, extra! [Fooligetta]

sinking ship.

"Una carta de Willy, otra del duque Cellbit, otras de— espera, esta son mías, y finalmente una de— oh, vaya, de Foolish." Luzu las dejó en la mesa mientras revisaba la correspondencia de la casa frente al menor.

"Oh, gracias." La mano de Vegetta se dirigió a la carta de Foolish primero y la leyó rápidamente para evitar que el otro se diera cuenta de la alegría que sentía al recibir una carta del príncipe.

Soltó una risita al ver que Foolish le confirmaba que iría a visitarlo en la tarde de ese mismo día.

Obviamente, Luzu si lo había notado, pero por su seguridad (porque estaba seguro de que Vegetta iría en su contra, y le empezaría a preguntar sobre Quackity y Wilbur) no comentó nada.

El castaño alzó una ceja al ver que había una carta de un remitente nuevo, volteándola para mostrársela a Vegetta.

"Parece que tienes un nuevo compañero de correspondencia." El pelinegro alzó la mirada de la carta de Foolish para ver la que Luzu tenía en mano. "Un tal Charlie."

"¿Así?" Vegetta la arrancó de la mano de Luzu, quien se sobresaltó al ver su reacción.

"¿Lo conoces?" Preguntó con sospecha.

"Si, pero no pensé que iría a enviarme algo." Los dedos de Vegetta temblaron levemente al abrir la carta.

Exhaló mientras leía el contenido. No era mucho, solo un saludo y una disculpa por la incomodidad que había generado en Vegetta durante su pequeño conflicto con Mariana, Slime expresando su felicidad frente el hecho de que eran amigos. Cerraba su carta con una cordial invitación a verse más frecuentemente.

"Vaya." Vegetta susurró, dejando el papel a un lado. "El chico es medio extraño pero es muy buena gente."

Luzu tarareó en conformidad, confiando en la capacidad de Vegetta de discernir con quien relacionarse.

"¿Y Foolish te confirmó algo?"

"Sí, hoy en la tarde viene." Vegetta dejó de lado la carta de Slime, haciéndose recordar que debería escribirle una de vuelta. "¿Sabes lo que esto significa?"

Luzu suspiró, preparándose para un nuevo día tener que sacar a Vegetta a pasear.

Fuera de la ventana, una pluma blanca fue dejada atrás.

—

"¡Vegetta!"

"¡Hola Dapper! ¿Cómo estás?" Vegetta le revolvió el cabello al pequeño diablito, que esta vez no se encontraba atrás de las vitrinas de postres. Luzu se había retirado fuera de la tienda para respirar aire fresco y darse una vuelta.

"¡Muy bien! Justo mi papá está acá el día de hoy." Saltó emocionado. "¿Te lo puedo presentar?"

"Bueno, solo si no está ocupado. Especialmente porque le tengo un pedido muy, pero muy tardío."

"¡No se preocupe! Si se lo pido yo, lo hace en un ratito." Dapper entró por la pequeña puerta hacia detrás de la vitrina para poder ir a la puerta que daba al interior. "Sólo espérame un rato."

Vegetta asintió y dejó que el niño hiciera de las suyas.

Revisaba con cuidado los postres presentados frente a él, por si de repente le interesaba llevarse un par de ellos.

Sintió entonces una mano apoyarse en su espalda, lo que lo hizo tensarse. Volteó a observar a quien se había tomado la familiaridad de hacer eso, cuando se encontró con los ojos verdes de Willy.

"Boo."

"Me asustaste." Soltó sarcásticamente Vegetta, a lo que Willy rió.

"¿Qué haces fuera de casa?" Preguntó el de cabello cenizo, dirigiéndose a una mesa, por lo que Vegetta decidió seguirlo.