Fuck yourself || Sookai ❌

Capítulo 5

-¿Y porqué te cae mal si se supone que te gusta?.

-No lo comprenderías.

Beomgyu torció su boca y miró en otra dirección, Soobin suspiró jugando con sus manos.

-Es que... Es molesto, me parece una mala persona que solo quiere aprovecharse de que me gusta.

-¿Hablamos del mismo Hueningkai?, Él es un pan de Dios, no conozco a otro chico más amable que él, entre toda la bola de idiotas que vivimos aquí él es el más agradable, ¿Porqué dices eso?.

-Por que él sabe que me gusta, y lo más seguro es que quiere ilusionarme solo para jugar conmigo.

-Bueno, puedes creer lo que quieras pero yo como tu amigo te digo que Hueningkai no sería capaz de hacer algo como eso.

-¿Estás seguro?.

-Solo dale una oportunidad Bro, tal vez vuelvas a tener confianza una vez más en la gente, o no sé tú.

-¿Crees que podría?.

-En mi opinión, sí.

-De acuerdo lo consideraré.

...

Soobin había salido de su habitación para buscar algo que cenar, había esperado hasta la hora más tarde para no encontrarse con nadie. Para no encontrarse con alguien.

Vaya fue su sorpresa que al entrar a la cocina se encontró con el chico aquel sentado en la barra, comiendo un cereal viendo a la nada, pero cuando entró le dedicó una mirada para después sonreírle.

-Buenas noches, Soobin. - saludó cortamente dejándolo de mirar casi al instante -

-Buenas noches... - dijo acercándose, miró el plato del menor viendo algo extraño, lo miró con curiosidad - ¿Cereal con jugo de naranja?.

-... Ah, sí, es que a veces estoy un poco distraído, no es nada. - exclamó con pena comiendo una cucharada haciendo una cara de disgusto, sostuvo una sonrisa a causa de la ternura que esto le causó - ¿Cómo has estado?, ¿Te gusta el departamento?. - cuestionó mientras que él se servía un plato con cereal, pero con leche -

-Uh, está bien, supongo...

-E-Eh... Suele ser un poco desastroso, como esta mañana, pero no somos ruidosos ni molestos, respetamos las horas de sueño de los demás, solo Taehyun y Beomgyu violan esa regla.

-No me quejo.

-... Y... ¿Ya estás mejor?.

-¿De qué?.

-Pues, de lo que sucedió ese día, ¿Todo está en orden?. - preguntó con una leve sonrisa tratando de no sonar hostigante, Soobin frunció el ceño -

-... ¿Qué te importa?.

-Pues lo suficiente como para preguntar, ¿Te molesta que me preocupe por ti?.

-Sí, porque no deberías hacerlo, no somos nada y no soy nada relevante.

-¿Qué dices?, Yo solo quiero conocerte y que sepas que si necesitas apoyo yo estoy para todo, ¿No te parece bien eso?.

Eso había causado que su corazón se acelerara, pensó en que se había sonrojado y lo confirmó al ver la mirada de Hueningkai suavizarse, miró en otra dirección con molestia.

-No, vete al demonio.

-Está bien...

Nadie opinó nada más por un largo rato, Hueningkai no comprendía su actuar y aunque lo trataba mal no le importaba, solo quería acercarse un poco más a él. Temía muchas cosas, como el haberse enamorado de ese chico que aparentemente lo odia pero gusta de él, no quería enamorarse sabiendo la clase de persona que era Soobin.

Y Soobin tampoco se comprendía a si mismo y el porqué sus mejillas se coloreaban de rojo cada que Hueningkai decía algo tierno o amable, no lo entendía así que no le gustaba la sensación de que su corazón se acelere y sus mejillas se calienten solo por Hueningkai, no quería eso, así que odió a  el menor solo por eso.

-¿Porqué te intereso?,  ¿No captas que no te quiero cerca?. - exclamó con cierta molestia el mayor siguiendo con su comida, Hueningkai rió -

-Sé que no me quieres cerca, pero no te estoy obligando a nada así que si me quieres lejos te puedes ir en cualquier momento, yo no me estoy acercando a ti, tú llegaste solo.

-Mmh, buen punto.

-Y por lo otro... Ya te dije que me interesas porque te gusto, en mi mente era lindo que te aceptara si es que te declaras pero ahora que sé que no me quieres cerca pues, no parece tan lindo como me lo imaginé.

-¿Me quieres dar una oportunidad?, ¿Porqué?.

-Por que eres lindo, por que te gusto, por que quiero amor... O no lo sé, simplemente te quiero aceptar.

-Si no lo sabes es porque quieres jugar conmigo, no es porque seas buena persona, solo te quieres aprovechar de que me gustas, es eso.

-Claro que no Soobin, yo nunca haría eso, al contrario... Es a mí a quien le han hecho eso...

El aire en la cocina cambió repentinamente, Soobin no creía lo que había escuchado, creyó que era una mentira pero al ver cómo la expresión de Hueningkai cambiaba a una más triste supo que era verdad. Entonces todo fue más claro en su mente.

-¿Jugaron contigo?.

-Muchas veces, y la verdad no me quejo, con sentirme amado al menos unos segundos estoy bien, no me importa si tú quieres jugar conmigo también, con sentir que le gusto a alguien estoy conforme. - exclamó con una linda sonrisa que ocultaba toda su tristeza, Soobin sintió empatía pero no se permitió sentirse mal por él -

-No deberías hacerlo, ni siquiera yo sé qué intenciones tengo contigo.

-Oh... Bueno, no te preocupes, p-puedes... No sé, dejarme acercarme a ti, ¿No te parece bien?. - exclamó con una leve emoción, él desvió la mirada, no quería desilusionarlo ahora que sabía eso, sin embargo no quería obligarse a nada, suspiró -

-Lo siento pero... No creo que funcione, no soy bueno en esto de abrirme a alguien.

-No te preocupes, puedo darte tu espacio y tiempo, no te voy a obligar a nada.

Y por un momento confío en él, creyó en sus palabras y sintió como su pecho se llenaba de calidez, emoción por saber que su crush le estaba dando una oportunidad. Pero luego recordó aquella vez.

Esa vez en la que se sintió igual de emocionado cuando Yewon le dijo que sí sería su novia, fingiendo una sonrisa linda y que lo hizo rebosar de alegría, para unos meses después enterarse de la cruda realidad, su corazón se hizo trizas recordando aquel fatídico día donde descubrió que no podía confiar en nadie. Apretó sus puños y desvió la mirada.

-No quiero, buenas noches.

Dijo sin más y corrió a su habitación dispuesto a llorar recordando lo doloroso que fue ese momento en el que todo su mundo se vino abajo.

Hueningkai lo miró irse y simplemente rió cortamente, mirando su plato de comida en silencio. Una lágrima cayó por su mejilla discretamente.

Nuevamente había sido rechazado.