Capítulo 21

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JIN - EL RESIDENTE

Me recliné en la silla de NamJoon, esperando pacientemente que me viera y girara los ojos al respecto, pero cuando entró en la habitación, parecía como si alguien le hubiera chupado la vida.

—¿Pasa algo? —Me senté—. ¿Querías verme porque algo te ha pasado?

—Algo así. —Caminó alrededor del escritorio y me ayudó a ponerme de pie, sentándose en su silla y luego jalándome a su regazo—. Tengo algunas buenas noticias y algunas malas noticias, Jin —dijo mientras metía un mechón de cabello detrás de mi oreja—. ¿Qué quieres escuchar primero?

Negué. De repente empezaba a tener un mal caso de déjà vu y no me gustó el episodio en el que participé la última vez.

—Lo siento —dije mientras me ponía de pie—. ¿Qué dijiste?

—Dije que tengo buenas y malas noticias. Elige cuáles quieres primero.

—Las malas noticias.

—De acuerdo —dijo haciendo una pausa por unos segundos, tirando de mí y volviendo a sentarme—. Tengo que dejarte ir de Bienestar Kim. Con efecto inmediato.

—¿Qué?

—Para que conste, creo que tienes mucho talento, más que inteligencia, y naciste literalmente para practicar medicina, pero...

—¿Me estás despidiendo? —Mis ojos se abrieron—. Acabo de tener relaciones sexuales contigo hace menos de veinticuatro horas, y vine todo el camino hasta aquí para hablar contigo en mi día libre. ¿Para esto me llamaste aquí?

—Si me dejaras terminar...

—No tengo que hacerlo. —Negué—. ¿Me despides, sí o no?

—Sí y no.

—Guau. Simplemente, guao —exclamé mientras cruzaba los brazos—. Sabes, por una fracción de segundo, realmente pensé que lo nuestro podría funcionar. Realmente he esperado que un día dijeras que querías salir conmigo, pero nunca hubiera adivinado que esto es lo que tenías bajo la manga.

—Hablaré de nuestra vida personal en un minuto.

—No tendremos una vida personal después que hayamos terminado con esta conversación.

—Siento disentir.

—Entonces espero ver que hagas eso de rodillas más tarde.

Tuvo la audacia de sonreír. —¿Puedo terminar ahora, o hay algo más que tu boca inteligente quiera decir primero?

—Hay algo más. —Apreté los dientes bajando la voz cuando una enfermera pasó por su puerta—. Te he jodido, NamJoon. Numerosas veces.

—Puedo recordar vívidamente cada una.

—Me has tenido en tu auto, en tu sillón, en toda esta oficina y tú... —Apenas pude encontrar la fuerza para terminar—. De hecho, pensé que significaba algo para ti.

—Lo haces —dijo estrechando su mano en la mía—. Y por mucho que me gustaría oírte hablar más sobre todos los lugares donde hemos tenido sexo, tengo un paciente que viene a verme dentro de veinte minutos, y te prometí que nuestra reunión solo tomaría cinco minutos.

Aparté la vista de él y miré por la ventana, esperando que dijera lo que fuera que tuviera que decir.

»Jin... —Ahuecando mi barbilla en sus manos e inclinando mi cabeza así lo enfrentaba otra vez—. Le pedí a Manhattan Medical que te considere nuevamente para su programa, y han acordado trabajar de nuevo con nosotros para que puedas regresar.

—¿Qué?

—Tuve la oportunidad de ir a donde quería completar la residencia de mis sueños, y por mucho que a todo el mundo le guste tenerte aquí, creo que deberías tener la oportunidad de hacer lo mismo.

Me quedé boquiabierto. —Oh...

—Sí, oh. —Sonrió—. Esto ha estado en proceso durante las últimas semanas cuando te vi triste después de que regresaste del almuerzo con tu amigo, pero no puedo mentir y decir que esa es la única razón por la que trabajé duro en este trato.

—Entonces, ¿cuál es la otra razón?

—No tomes esto por el camino equivocado, pero no puedo concentrarme en una mierda cuando compartes una oficina conmigo —dijo pasando el pulgar por mi labio inferior—. Apenas puedo concentrarme sabiendo que te encuentras en el mismo edificio que yo, y esta es una forma de remediar eso.

—¿Es eso así?

—Sí. —Se burlaba de mí—. Sí, eso es muy cierto... —dijo inclinándose hacia delante, mordiendo mi labio y luego susurrando—: Y creo que este arreglo funcionará aún mejor para nosotros, ya que no creo que deba trabajar directamente con un doncel que quiero que sea mío.

—Repítelo...

—Me escuchaste. —Sonrió—. Realmente me gustaría salir contigo.

—¿Exclusivamente?

—Exclusivamente.

—Bueno... —Mordiéndome la lengua para evitar sonreír—, tengo algunas demandas antes de poder aceptar eso.

—Me sorprendería si no lo hicieras. Enlístalas y lo pensaré.

—Primero, tienes que eliminar todos esos otros sitios de citas de los que me hablaste una vez.

Buscando en su bolsillo me entregó su teléfono celular. —Ya lo hice.

—Dos, no podemos tener sexo todo el tiempo. Tenemos que ir a lugares fuera de tú oficina.

—Podemos hacerlo. ¿Tres?

—Tres, tienes que darme "las buenas noticias". Si esas fueron las malas, entonces estoy realmente emocionado por eso.

—No deberías. —Sonriendo, tomó una hoja de papel y me la entregó—. La buena noticia es que puse un precio a esos jarrones que derribaste y rompiste hace unas semanas durante tu ataque en mi oficina. La buena noticia es que también recibí una factura muy asequible que reemplazará dichos vasos y los caramelos Twizzlers.

Le di una mirada en blanco.

»Me debes doscientos dieciocho dólares, junto con treinta y cuatro centavos. Eso cubre todo, incluidos cuatro paquetes adicionales de caramelos Twizzlers —dijo—. Ahora, puedo deducir esto del cheque final que recibirás hoy, o puedo follarte hasta la mierda en mi sillón hasta que te disculpes por el daño.

—NamJoon—dije, algo preocupado por esta adicción a los dulces—. ¿Bromeas en este momento?

—Para nada. —Sonrió y se recostó—. ¿Qué va a ser?

—Bueno, ambas son bastante atractivas, pero creo que iré con la opción dos.

—Eso pensé. —Me besó—. Cancelaré mi cita. Levántate y cierra

la puerta...  

Office Romance #2 - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora